En mayo de este año lanzamos un reto junto a nuestros amigos de Lurbel, la marca valenciana especialista en tecnología textil Lurbel. Llevar a un equipo de corredores "no profesionales" a correr la RUN2, la versión corta de la Dynafit Transalpine Run, la legendaria carrera por etapas y parejas que recorre los Alpes. Sonia y Silvia fueron las elegidas, y a ellas les acompañarían una atleta pro del Lurbel Team Lurbel, Ana Tauste, que volvía a la competición después de dar a luz, para correr junto a su pareja, Javi Lurbe, director general de la marca. Los 4 afrontaron del 9 al 11 de septiembre su particular desafío: probar los desniveles de infarto, los técnicos trazados, las jornadas seguidas corriendo por la montaña y sobre todo la esencia y la camaradería de la TAR en sus dos primeras jornadas. Silvia, Sonia, Javi y Ana se han unido después de esta gran experiencia a la "TAR Family".
Y aquí tenéis el vídeo del RETO LURBEL RANSALPINE RUN2, grabado y editado por nuestro colaborador Xavi Barón @mr.fatfox
"¿Haríais la Transalpine entera?”, pregunto a Sonia y Silvia 24 horas después de que hayan acabado con éxito su participación en la RUN2, la versión corta de la Transalpine Run, un aperitivo creado en 2019 por los organizadores de la TAR, la empresa alemana PlanB, para dar a los corredores/as la opción de probar lo que es una carrera por etapas y en pareja por los escenarios -a la par idílicos que exigentes- de los Alpes. Estamos en el aeropuerto de Munich, esperando a nuestros vuelos de regreso a casa con unas merecidas –sobre todo ellas- grosse bier en las manos. “Sí, a toro pasado sí. Cuando acabas rendida después de la etapa de cada día ni te lo planteas, pero ahora me da mucha pena haber acabado”, contesta Sonia con cara de añoranza. Y continúa: “Es que hay otro espíritu dentro de la Transalpine, no es competir –puedes hacerlo, claro- pero aquí se siente que la gente viene a disfrutar del ambiente, del equipo que formamos, eso es lo bonito. ¡Ahora sí que puedo decir que me ha faltado un poquito más!”. “Sí, eso es lo bonito”, añade Silvia, que fue quien propuso a su compañera de club liarse la manta, o mejor dicho, las zapatillas de trail a la cabeza, y presentar su “candidatura” a nuestro RETO LURBEL TRANSALPINE RUN2 que hemos podido realizar gracias a la colaboración de la marca valenciana especialista en tecnología textil Lurbel. La gente de Lurbel mostró el mismo entusiasmo -o quizás se lo contagiamos un poco Depa y yo- cuando les hablamos de esta prueba, vieja conocida de ambos (la corrimos juntos allá por 2010) y les propusimos la posibilidad de crear este reto juntos y dar así la oportunidad a una pareja de corredores/as no profesionales e inexpertos en carreras de varias jornadas de probar las mieles –y también sinsabores- de la prueba por equipos y etapas más famosa del mundo, y una de las más especiales que un corredor
de montaña puede hacer en su vida deportiva. Siete días, tres países, dos corredores y un sueño común: ser finishers tras casi 269 km y 33.000 m de desnivel acumulado por las espectaculares montañas de los Alpes comenzando en Austria, cruzando Suiza y terminando en SudTirol italiano. 64 km y 3.900 m de desnivel acumulado en el caso de la RUN2.
“Es que hay otro espíritu dentro de la Transalpine, no es competir –puedes hacerlo, claro- pero aquí se siente que la gente viene a disfrutar del ambiente, del equipo que formamos, eso es lo bonito. ¡Ahora sí que puedo decir que me ha faltado un poquito más!”. Sonia.
No sólo convencimos a Lurbel –no nos costó mucho, como os digo- para que colaborara en este pedazo de reto, también les convencimos para que un miembro “pro” del Lurbel Team de trail corriera la RUN2 con alguien no tan pro... para ponérselo un poco más difícil, ¿no? Y además, para que ese atleta tuviera un desafío extra, algo que contar más allá de que fuera una simple carrera más en la que participar, debía tener algún obstáculo más… como, por ejemplo, “Un, dos tres responda otra vez”: haber sido madre recientemente. Y los elegidos para ese equipo híbrido entre “pro y amateur” (¡pero vaya amateur!) fueron la corredora albaceteña Ana Tauste - que, un poco antes de la TAR hizo historia en el Gran Trail Aneto-Posets al convertirse en la única persona en ganar las cinco pruebas del evento- y su pareja Javi Lurbe, director general de Lurbel, que, todo hay que decirlo, al principio no quería correr “por el qué dirán”. Pero a nosotros nos pareció que el reto tenía que ser compartido también como pareja sentimental (“en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza…”) y que afrontaran el reto como padres primerizos de separarse del pequeño Arán, de 9 meses, por primera vez en su corta existencia.
Y es que lo que hace especial y única a esta prueba, además de los paisajes espectaculares, es que se hace por parejas. Al reto físico y mental de correr durante una semana a una media de casi maratón por día se une el de trabajar en equipo –algo casi contradictorio en un deporte marcadamente individualista como es el correr-, en un auténtico ejercicio de compañerismo y generosidad.
Correr con alguien (hay que pasar los puntos de control juntos, con menos de dos minutos de diferencia entre uno y otro) supone aceptar tus debilidades y fortalezas y las de tu pareja, y al igual que hay tramos en los que tienes que caminar por una afilada arista, también hay que hacer equilibrios emocionales y ejercer de psicólogo o paciente según el estado de ánimo de cada miembro de esa cordada de dos. Y quienes superan la prueba y llegan a la meta más unidos que al principio, forjarán un vínculo especial para siempre entre ellos. Sé de lo que hablo…

Cuatro más en la gran familia TAR
"Con Silvia coincidí hace un par de años en una carrera y conectamos, corrimos en la misma categoría y fuimos casi toda la carrera juntas, fue muy divertido, ese mismo año fuimos juntas a un europeo master que se celebraba en Francia. Yo me quedé sin alojamiento y ella me invitó a ir en su autocaravana, y la verdad es que fue toda una aventura porque estuvimos seis días juntas, congeniamos muchísimo y desde entonces hemos ido coincidiendo en algunos otros eventos". Así empezó la relación de amistad entre Silvia y Sonia, y el germen de su participación –por aquél entonces ni se les pasaba por la cabeza - en nuestro Reto Lurbel RUN2. "Cuando propusisteis este reto en Trail Run vimos la oportunidad de visibilizar el deporte femenino y además master, porque a nuestra edad (50 años) es bastante complicado que te tenga en cuenta alguien... Muchas veces terminas las carreras y ya no hay nadie en meta esperando, no sales en las fotos aunque hayas hecho una buena carrera, no hay visibilidad del deporte master, en poner en valor sobre todo el esfuerzo, la motivación, el equilibrio entre lo profesional y lo personal, familiar, y luego simplemente poner en valor el deporte como tal. Y un deporte no a nivel no profesional, porque somos amateurs, pero le metemos horas y ganas. Aparte, poder hacer este reto juntas ya ni te cuento...”, nos contaba Sonia cuando la llamamos por teléfono para comunicarles que habían resultado seleccionadas en mayo.
Tenían que prepararse para esas dos etapas alpinas, así que las pusimos en mano de una de las mejores entrenadores de corredores de montaña de nuestro país, Laia Díez (y sí, nuestra entrenadora de cabecera en Trail Run) para que les diseñara un plan de entrenamiento específico. Un entrenamiento que no sólo se basaba en el físico: " En este tipo de carreras es fundamental resaltar el trabajo de grupo y el mental, por lo tanto, aparte de conocerse bien, han tenido que entrenar juntas para conocerse aún mejor en carrera. Y el trabajo mental lo hemos basado en entrenamientos de trail consecutivos para trabajar el cansancio acumulado y entrenar con fatiga, ya que será la sensación que tendrán en carrera en la segunda etapa”. Un verano entrenando juntas y pasaban los días hasta el “Día D” del desembarco en la preciosa localidad de Lech am Arlberg, en el corazón del Tirol austriaco, el punto de partida de la TAR este año.
Recogida de dorsales y de la bolsa del corredor, primeras impresiones de la organización, del ambiente festivo y deportivo que se vivía en Lech y sobrecogidos por el escenario natural que nos rodeaba, nuestros equipos se fueron a la cama con ganas de empezar ya su reto particular.
#TARfamily ha sido el hagstag de la Transalpine Run este año, y no puede describir mejor lo que se siente aquí: esta carrera por parejas y su ambiente te envuelven y te hacen sentir en familia, creando lazos de amistad para siempre. Hay participantes venidos de todas las partes del mundo (México, USA, Argentina, Nueva Zelanda…), pero aquí eres de un mismo planeta, sin nacionalidades, sin fronteras, un planeta en el que se comparte camaradería y la misma pasión por las montañas. Enhorabuena a los dos equipos que hemos
llevado a afrontar el reto Lurbel RUN2: Javi, Ana, Silvia y Sonia, esperamos que os hayáis contagiado también del espíritu de la Transalpine y forméis parte ya de esta “familia”.
¡Así que larga vida a la TAR y keep on running!

Cuatro miembros más en la #TARfamily