Cuando pensamos en los trastornos que entorpecen la práctica deportiva solemos centrarnos en los músculos o en las articulaciones, pocas veces nos detenemos a considerar el importante papel que desempeña la piel. El colegio Americano de Medicina del Deporte ha estimado que el 21% de las consultas médicas de los deportistas hace referencia a problemas dermatológicos.
Una de las afecciones más habituales entre los corredores que recorren medias o largas distancias son las irritaciones y rozaduras. Estas se producen por la fricción constante y repetitiva de nuestra piel con la propia piel, con la ropa o el sudor, sobre todo en las áreas de los pliegues cutáneos. Las rozaduras deportivas pueden manifestarse de diferentes formas, como abrasiones, erosiones, ampollas, callos o uñas encarnadas. En todo caso, se trata de lesiones cutáneas que si no se previenen o no se tratan adecuadamente pueden convertirse en un verdadero suplicio para quien las padece.
Consejos para evitar las temidas rozaduras
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Hidrata tu piel a diario. Una piel bien hidratada está más protegida frente a rozaduras. Al aplicar la crema insiste en aquellas zonas más vulnerables.
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Corta las uñas de los pies bien rectas. De esta forma evitarás que se claven en la dermis, inflamando y enrojeciendo la piel de alrededor, provocando lo que se conoce como uñas encarnadas.
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Usa un calzado deportivo adecuado, que se ajuste correctamente a tu pie. Igualmente, hay que usar calcetines absorbentes y polvos de talco astringentes. Otra estrategia es utilizar calcetines distintos, uno encima del otro, para evitar la fricción o bien de tejido acrílico y específicos para la práctica de ejercicio físico.
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Utiliza ropa técnica, diseñada para transpirar el sudor. Lo ideal es que las prendas se adapten al cuerpo –ni muy holgadas ni excesivamente ajustadas-, y que no tengan costuras, que sean termoselladas.
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Coloca almohadillas de fieltro en las zonas expuestas a un trauma o rozamiento repetitivo, así evitarás la aparición de callosidades. El uso de almohadillas de fieltro en la práctica deportiva también puede ayudar a prevenir el talón negro, una afección dermatológica que consiste en la aparición de pequeñas manchas oscuras, causadas por microhemorragias en el talón o en la zona carnosa de los dedos.
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Aplica crema anti-rozaduras antes de iniciar el ejercicio. Es importante que sea un producto resistente al agua, la humedad y el sudor, pero que al mismo tiempo deje que la piel transpire.
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Si eres un/una atleta o corredor de largas distancias, puedes padecer el pezón del corredor, una afección dermatológica que se produce por el roce continuo con camisetas o sujetadores de materiales ásperos. Como medida preventiva es aconsejable apostar por prendas blandas semisintéticas o de algodón. También es útil cubrir la zona con apósitos.