La oferta de alimentos que encontramos a nuestro alcance cada día es mayor, resultando habitual que surjan dudas a la hora de seleccionar el producto más saludable entre diferentes opciones. De esta manera, saber leer e interpretar el etiquetado correctamente es un aspecto muy importante que se debe conocer y llevar a cabo cuando se está realizando la compra. Por esta razón, se detalla a continuación una guía con los puntos más relevantes del etiquetado nutricional.
¿Cuáles son las menciones obligatorias que debe incluir el etiquetado nutricional?
Las menciones obligatorias del etiquetado nutricional en los productos envasados incluyen, según el Reglamento 1169/2011, la denominación del producto, los ingredientes en orden decreciente según la cantidad que contenga el alimento, los alérgenos marcados en negrita u otro tipo de tipografía especial, el porcentaje de alcohol, la cantidad neta, la fecha de duración o de caducidad, la conservación y modo de empleo, el nombre y dirección de la empresa, la procedencia y la información nutricional. A su vez, la información nutricional incluye la información por 100 g o 100 ml de alimento de: el valor energético expresado en Kilocalorías (Kcal) o Kilojulios (Kj), la cantidad de grasa total y grasa saturada en gramos, la cantidad de hidratos de carbono y azúcares, expresada en gramos (g), la cantidad de proteína expresada en gramos (g) y la cantidad de sal, expresada en gramos (g). Las cantidades de grasa monoinsaturada, polialcoholes, almidón y fibra se incluirán de forma opcional. Las cantidades de vitaminas y minerales podrán añadirse en productos sólidos cuando se encuentren en un porcentaje de 15 % o superior de las ingestas diarias de referencia y en bebidas, cuando estén en un porcentaje mínimo de 7,5 % de los valores de referencia.
¿Qué diferencia hay entre la fecha de duración mínima y la fecha de consumo preferente?
La fecha de duración mínima viene representada por “consumir preferentemente…” y se añade en productos que han podido perder propiedades organolépticas una vez pasado-dicha fecha, siendo muy difícil su contaminación. Sin embargo, la fecha de caducidad se añade en aquellos alimentos que suponen un riesgo potencial para la salud después de la fecha indicada, es decir, para aquellos que microbiológicamente resultan muy perecederos.
¿Cuántas menos calorías contenga el producto por porción o 100 g quiere decir que es más saludable?
¡No! Un alimento calórico nos puede aportar nutrientes saludables como el aguacate, sin embargo, otro que no contiene calorías como los “refrescos zero” únicamente nos aportaría edulcorantes que pueden perjudiciar la salud de la microbiota intestinal. Por ello, hay que priorizar la lista de ingredientes con respecto a las calorías del producto.
¿En qué nos tenemos que fijar para conocer si un alimento contiene azúcar añadido o intrínseco?
Principalmente, en la lista de ingredientes. Lo más idóneo es que no aparezca la palabra azúcar en la lista de ingredientes u otro nombre similar, como dextrosa, maltodextrina, miel, jarabe de maíz, sirope… Además, como se ha mencionado anteriormente, los ingredientes aparecen por orden de contenido en el producto, por lo que, si el azúcar aparece en primer lugar, querrá decir que el alimento está formado en su mayor proporción por azúcar.
Por otro lado, hay alimentos que tienen azúcar intrínseco, como la lactosa de la leche. Por ello, en los bricks de leche aparecerá en el apartado de información nutricional “Hidratos de carbono 4,5, de los cuales azúcares 4,5”, sin embargo, no estará la palabra azúcar o similar en la lista de ingredientes, ya que, en este caso, la lactosa, se encuentra presente de forma natural en los lácteos.
¿Qué tipos de grasas son las grasas “trans” y cómo las encontramos en el etiquetado?
Las grasas “trans” son un tipo de aceites líquidos a temperatura ambiente que al hidrogenarlos se convierten en grasas sólidas muy útiles en alimentos procesados pero muy perjudiciales para la salud. En la lista de ingredientes, las grasas trans aparecen como “aceite vegetal hidrogenado”, “grasa parcialmente hidrogenada” o “estabilizantes vegetales”.
En cuanto a los productos embutidos que contienen proteína cárnica ¿En qué debemos fijarnos?
En los derivados cárnicos es importante fijarnos en el porcentaje de carne que contiene, intentando que se aproxime al máximo por 100 g de producto, ya que el resto de los ingredientes serían almidones o grasas no deseadas.
¿Cuándo se puede nombrar que un producto es “fuente de X vitamina/mineral o contiene alto contenido de X vitamina/mineral”?
Un producto será fuente de X vitamina/mineral cuando el producto contiene al menos 15% de la Cantidad Diaria Recomendada de esa vitamina/mineral. Además, se podrá añadir la declaración nutricional “alto contenido de X vitamina/mineral cuando el alimento contenga como mínimo dos veces el valor de la fuente de vitaminas/minerales.
Una vez analizados los puntos más importantes a la hora de elegir un determinado alimento, es importante comparar en el supermercado entre opciones de un mismo producto para elegir siempre aquel que tenga una composición nutricional más idónea.