GPS.
Uno de los aspectos decisivos. Fíjate en la precisión a la hora de medir distancias, busca información sobre su estabilidad, así como el tiempo que tarda en recibir la señal. Por otro lado, asegúrate de los datos que el reloj-GPS te proporciona en tiempo real y a posteriori: ritmo, velocidad, distancia recorrida, ruta sobre mapa, etc.
Batería.
Uno de los grandes retos de las marcas. Antes de adquirir un reloj, asegúrate de la duración de su batería con el GPS en uso, que varía mucho en función de cada uno. Es importante que la batería tenga autonomía suficiente para cubrir al menos la cantidad de horas que estemos en carrera.
Información.
Es imprescindible conocer todos los datos que nuestro reloj-GPS nos va a ofrecer tanto en tiempo real mientras corremos como después al descargarlos al ordenador. También si dispone de altímetro, brújula, vuelta al inicio y otras funciones que pueden interesarnos como corredores de montaña.
Almacenamiento.
Hablamos de la capacidad del reloj para guardar los entrenamientos o carreras que hagamos y el modo de clasificarlo, así como la recuperación de los datos de cada entrenamiento en el propio dispositivo, sin necesidad de conectarlo a un monitor externo. Ten en cuenta que si eres aficionado a carreras por etapas necesitas un reloj con un almacenamiento interno bastante grande, ya que con el paso de los días podría quedarse sin memoria para seguir guardando datos.
Conectividad.
Puede ser inalámbrica o mediante un cable que conectamos del reloj al ordenador. La finalidad en todo caso es descargar los datos de nuestro dispositivo a un monitor y poder almacenarlos ahí, ya sin problemas de espacio. Asegúrate de que el reloj cuente con un programa o lugar en el que alojar los datos recogidos y poder almacenarlos con facilidad y según nuestras preferencias.
Comodidad.
Se logra equilibrando tres aspectos: dimensiones, peso y material con el que está construido. El tamaño importa, ya que cuanto más ligero sea más lo agradeceremos en situaciones límite. Muchos de los relojes-GPS actuales pesan entre 80 y 100 gramos. La correa debe ser suave en el tacto con la piel pero a la vez resistente para que aguante los embistes de nuestras aventuras. La sensación de comodidad debe garantizarse con el paso de los kilómetros. Al probártelo, muévelo de forma enérgica para ver cómo responden con el braceo de la carrera; algunos son angulosos y pueden resultar molestos.
Acabados.
Los detalles de la construcción del reloj deben ser examinados. El tipo de correa, el enganche de la correa, así como su integración en el cuerpo del reloj. Por otro lado, si en su dorso hay algún compartimento, la protección de esa zona, así como los botones.
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