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Se cumple un año de la tragedia de Ueli Steck

Repasamos la figura de un alpinista irrepetible

Daniel Sanabria

Se cumple un año de la tragedia de Ueli Steck
Se cumple un año de la tragedia de Ueli Steck

Fue a los pies del Everest, la montaña más emblemática del planeta, y haciendo lo que más le gustaba. En la mañana del 30 de abril el cuerpo sin vida de Ueli Steck aparecía junto al campo 2 del gigante nepalí. Llevaba unos días allí, aclimatándose para acometer el gran desafío del año, un proyecto vanguardista para el alpinismo: encadenar las cumbres del Everest y el Lothse en un solo envite, a través de una peligrosa arista.

Porque Ueli no era un alpinista más. También era inventor. Está considerado como uno de los pioneros del Alpinismo Speed, esa modalidad que busca registrar nuevos récords de velocidad subiendo y bajando –o simplemente coronando– las cumbres más emblemáticas del mundo. Por eso se hizo también conocido entre los aficionados al trail running. Era una de las pocas personas que en este tipo de empresas podía discutirle los cronos a Kilian. Junto al catalán realizó el trazado Grindelwand-Eiger-Grindelwand en menos de 10 horas y poco después dejaba el récord de ascensión en cordada del Eiger en 3 horas y 46 minutos. “Aquel reto con Ueli fue como recibir una clase magistral de montaña", comentó Kilian Jornet años después.

Y es que Ueli Steck convirtió el Eiger en su patio de recreo. Allí abrió varias vías a principios de siglo XXI y allí estableció uno de los récords de velocidad más alucinantes de la historia, cuando trazó los exigentes 1.800 metros de su pared norte en 2 horas y 47 minutos. Para ser conscientes de la dimensión de su marca basta con decir que la primera expedición en esta misma ruta, en 1938, tardó casi tres días.

“Se está rompiendo el tradicionalismo de ir despacio en la montaña, de la aclimatación, por eso doy la razón a quienes ven lo que hago como un nuevo deporte", explicaba el suizo cuando le preguntaban por este nuevo arte alpinístico bautizado como Speed Climbing. En su extenso palmarés encontramos otros sonados récords como la cara norte del Cervino (1h 56’ por la vía Schmid) o el registrado el 13 de octubre de 2013 en el Annapurna (8.091 m), cuando ascendió a esta cima mítica en solitario por su cara sur y regresó al campo base en apenas 28 horas. Esta tremenda actividad le sirvió para ser galardonado con el Piolet de Oro al año siguiente.

A sus 41 años, Ueli no pudo completar su último invento. Un accidental resbalón sobre una ladera de hielo terminó prematuramente con su vida. Junto a su inconfundible legado también nos dejó una cita para la historia del alpinismo. “Escalar va más allá del rendimiento, es algo que haces porque lo amas".