Si hay un corredor que siempre da la talla en el UTMB ese es Javi Domínguez. El atleta vasco es uno de los mejores especialistas de Europa en pruebas de 100 millas y el pasado fin de semana volvió a demostrarlo en Chamonix. Se libró de la plaga de abandonos. Y no fue casualidad. Pocos tipos gestionan de manera tan inteligente todos los factores que intervienen en un ultra. Por eso volvió a ser top-10 y segundo mejor español en meta tras Jordi Gamito. Clavó su pronóstico.
Entonces… ¿contento, no? “No te creas, más que con el resultado me quedo con las sensaciones. A mi me gusta dominar la carrera, ir al ritmo que quiero, y no fue así. En los últimos kilómetros la carrera hizo conmigo lo que quiso, me dominó por completo. En la bajada de la Flegérè a Chamonix, donde la gente aprieta para intentar ganar alguna posición, yo fui más pendiente de que no me cogieran desde atrás", sentencia. “En realidad, en todas las carreras tienes altibajos. Lo ideal sería ir igual desde el principio hasta el final, como una línea recta, pero en este caso he tenido algún pico que ha llegado demasiado bajo. Después del lago de Champex me dio un pajarón tremendo. Llegué al décimo puesto porque fueron pinchando por delante, por eso no le doy un mérito especial", confiesa con sinceridad el atleta de Vibram.
Ha sido una edición atípica en el Mont-Blanc, con muchos desconocidos en los puestos delanteros tras el abandono colectivo de los favoritos. Ojeando el top-10 masculino encontramos atletas cuyos nombres son auténticos desconocidos. También para Javi. “No sabía quién era el rumano, la verdad, y me sorpredió bastante, sobre todo porque le ves corriendo con un pantalón largo que parece un chándal. Y ya no es por la estética, sino que piensas ‘coño esto se le va a mojar y se le va a caer’. Y el tío acaba segundo".
Y justo detrás de él llegó Jordi Gamito, con quien Javi ha compartido línea de salida en varias ocasiones esta temporada. Por eso no le sorprende en absoluto su medalla de bronce. “Jordi estaba muy fuerte y cuando le vi cómo iba en los primeros compases de carrera pensé que entre los cinco primeros iba a llegar. Es un tío que no se rompe. Me alegro mucho por su podio".
Una vez llegado a meta, con un crono de 23:27:08, Javi también estuvo pendiente de Uxue Fraile, su compañera de equipo, que por entonces peleaba por el podio femenino. “La carrera de las chicas fue mucho más igualada y reñida. Uxue ha tenido un año complicado de lesiones y parece que ahora está bien. Mentalmente también estaba fuerte y su segunda posición tiene mucho mérito. Es una pena porque ha tenido ya varios podios en UTMB y este año todas las chicas llegaron muy juntas. Lo ha tenido más cerca que nunca", comenta.
Javi Domínguez se incorporó al curro el martes. De hecho, le pillamos en la oficina mientras mantenemos esta charla con él. Está descansando de la paliza alpina de 170 kilómetros, haciendo algo de bici y trotando poco y suave, porque en menos de dos semanas encara una de las pruebas más técnicas de Europa, Glen Coe Skyline. “Aquello es otra película muy diferente, 55 kilómetros con mucha piedra suelta y terreno abrupto. A ver qué tal responden las piernas".