Es una mañana de diciembre de trabajo frente al ordenador como cualquier otra, bueno, como cualquier otra hasta que suena mi móvil: “¡¡Bon día Elena, bonita, ¿cómo estás?!! “- al otro lado oigo el tono siempre cariñoso y lleno de energía de mi amiga Marta Bacardit - “Quiero proponerte algo muy importante para mí: ¿correrías el próximo año el Marathon de Sables con el equipo de Obrir-se al Món?”... La pregunta me deja momentáneamente sin palabras, al contrario que a Marta, que sigue hablando sin parar, desgranando argumentos y explicándome el porqué de su idea: visibilizar los problemas de las personas con autismo a través de Obrir-se al Món, una asociación que tiene, entre otros objetivos, mejorar la calidad de vida de los niños y jóvenes con autismo y sus familias (su hijo David, de 18 años, tiene autismo). Marta y yo compartimos unos días en el Marathon des Sables desde bambalinas: ella como fotógrafa oficial del MDS y yo como periodista para escribir desde fuera cómo era una de las pruebas de trail running más duras del mundo. “Elena, me haría mucha ilusión que vinieras, quiero formar un equipo y se lo he dicho a Blacky (Gerard Morales) y Manu y me han dicho que sí, y….”. Y yo ya no oigo a Marta: “claro, me haría igualmente mucha ilusión ayudarte a ti y a David, ¡con este motivo voy a donde sea!”. De mi boca salen estas palabras, pero mientras mi cabeza piensa: “pero ¿dónde te has metido?, pero ¿cuándo es el MDS? ¡si es ya en marzo!, si hace años que no entrenas en serio, si dijiste que nunca participarías en Sables, que te parecía muy duro eso de tener que correr en autosuficiencia, que al menos en la Transalpine tenías tu pasta preparada party al final del día e incluso unas cervezas, si a ti no te gusta el desierto, ¡¡si prefieres las montañas!!”. Pero, ¿quién puede decir que no a mujer tan generosa, todo amor, como Marta?
“Quiero proponerte algo muy importante para mí: ¿correrías el próximo año el Marathon de Sables con el equipo de Obrir-se al Món?”... La pregunta me deja momentáneamente sin palabras, al contrario que a Marta, que sigue hablando sin parar, desgranando argumentos y explicándome el porqué de su idea: visibilizar los problemas de las personas con autismo a través de Obrir-se al Món, una asociación que tiene, entre otros objetivos, mejorar la calidad de vida de los niños y jóvenes con autismo y sus familias (su hijo David, de 18 años, tiene autismo).
Así que, en contra de lo que dicta mi cabeza, pero siguiendo a mi corazón, aquí estoy, “Rumbo a Sables”, con una motivación increíble gracias a la posibilidad de aportar mi granito de arena (nunca mejor dicho) a disposición de Obrir-se al Món. Enseguida a Depa, igual de dispuesto a colaborar con la causa, se le ocurrió la idea de hacer este HUB "Rumbo a Sables" en trailrun.es junto a nuestra colaboradora y corredora Anna Comet, que también va a participar en el MDS 2022. “Anna te puede entrenar y guiar en estos meses, y ella contar su experiencia como profesional y tú la de popular”. Vamos, como en “Tú a Boston, yo a California”, pero en el caso de Anna y mío: “tú a intentar ganar y yo a intentar sobrevivir…”. A Anna, otra de esas personas generosas que te encuentras en el camino, le encantó también la propuesta de compartir camino al MDS. Ya he empezado a entrenar bajo sus sabias directrices para intentar llegar a final de marzo en unas condiciones aceptables y no sufrir (mucho) en esta dura carrera por etapas. Durante estas semanas os compartiremos nuestra preparación, nuestras dudas respecto al material qué llevar, al aspecto nutricional, a cómo enfrentarnos al calor y a las dunas… En definitiva, os contaremos cómo afrontar esta odisea en el desierto. Y también os contaré muchas cosas de Obrir-se al Món, conoceréis a Marta, a David y al resto de personas que forman parte de este gran equipo que quiere Abrirse al Mundo.