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Las 5 cualidades que debe tener una zapatilla de montaña

Calzado específico para trail

Redacción Trail Run

Las 5 cualidades que debe tener una zapatilla de montaña
Las 5 cualidades que debe tener una zapatilla de montaña

Para correr en la montaña es necesario contar con las mejores aliadas en nuestros pies, unas zapatillas que nos garanticen una actividad segura, nos ayuden a evitar lesiones y nos permita afrontar los terrenos que encontremos en nuestro camino. Aunque hay una gran variedad de zapatillas de montaña en el mercado debido al crecimiento de nuestro deporte y a las numerosas marcas que se dedican a su comercialización, debemos tener en cuenta una serie de cualidades básicas que debe poseer nuestro calzado.

▪ Amortiguación. Es sin duda la cualidad más importante de todo calzado para correr, ya sean en el asfalto o en la montaña. Su función es que el impacto en cada zancada se absorba de la manera más eficiente perjudicando lo menos posible a nuestras articulaciones. La amortiguación viene marcada por la cantidad de materiales que hay en la media suela, donde se suelen combinar varias espumas y otros materiales para lograr un almohadillado que garantice la comodidad y suavidad del pie al apoyar.

▪ Tracción. Esta es una de las grandes diferencias respecto al calzado para asfalto. En la montaña las complicaciones y variedad del terreno nos obliga a disponer de una suela todoterreno capaz de asegurar un buen apoyo, bien nos movamos en senderos, superficies más técnicas con piedras y raíces, o zonas de rocas. Fíjate que el taqueado de la zapatilla sea lo suficientemente agresivo para afrontar tus lugares habituales de entrenamiento.

▪ Estabilidad. Esta cualidad está directamente relacionada con el agarre, ya que un buen agarre nos permitirá una carrera más estable. El empaque y robustez de una zapatilla nos ayudará  a lograr esa estabilidad necesaria en la montaña, especialmente en terrenos técnicos y descensos, donde el apoyo dura menos tiempo y aumenta la facilidad para dar un ‘mal paso’.

▪ Durabilidad. Una zapatilla de montaña debe lograr un equilibrio no siempre fácil de encontrar: ser dura para resistir un terreno abrupto como la montaña a la par que ser cómoda para el corredor. La durabilidad permitirá que la vida útil de nuestro calzado sea más larga y el desgaste de la suela y la malla más lento. Es importante que tenga refuerzos en zonas como la puntera o el talón, e incluso en todo el perímetro de la zapatilla.

▪ Flexibilidad. Hablamos de la capacidad de la propia zapatilla para moldearse cuando la situación se lo requiere. En la montaña estamos constantemente pisando piedras y apoyando de mil maneras distintas según el terreno que encontremos en nuestro camino, y por ello la zapatilla requiere de ese plus de flexibilidad que nos permita mover el pie dentro de ella con la máxima naturalidad sin impedirle el giro o movimiento. Algunos modelos presentan algo más de rigidez por la placa anti rocas de la suela.