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Masaje deportivo: ¿Capricho o necesidad?

Beneficios antes y después de competir

Redacción Trail Run

Masaje deportivo: ¿Capricho o necesidad?
Masaje deportivo: ¿Capricho o necesidad?

Si bien aspectos como el entrenamiento, la alimentación o el material necesario están siempre presentes en la mente de los corredores, hay ciertas facetas que rodea al deportista que no se llevan la atención que merecen. Una de ellas es el masaje, de quien muchos corredores piensan que es para atletas profesionales o de elite. Y no es cierto. El masaje deportivo es un bien del que puede disfrutar cualquier persona que haga deporte, independientemente de su nivel.

Todos los corredores de montaña exigimos a nuestro organismo grandes esfuerzos, especialmente a nuestro aparato músculo-esquelético, por lo que el masaje debería convertirse en una necesidad, no es ningún capricho. Nuestras fibras están sometidas a un gran estrés, lo que puede provocar –y de hecho, provoca– contracturas o microrroturas musculares. A partir de ahí, nuestra capacidad muscular descenderá y, por tanto, nuestro rendimiento.

Para lograr nuestros objetivos debemos cuidar este aspecto de manera tan importante como la alimentación o el descanso, y para ello encontramos al masaje deportivo como máximo aliado. Entre los beneficios que podemos obtener con este tipo de masajes están los siguientes: lucha contra la fatiga muscular, optimiza el rendimiento muscular, aumenta la oxigenación de los músculos, estimula la circulación de la sangre, ayuda a prevenir lesiones, acelera la recuperación de las lesiones, evita molestias generales.

La duda que presentan muchos corredores que incluyen el masaje deportivo en su programa es el momento adecuado para ir al especialista. ¿Se deba hacer antes de competir para rendir al máximo en la carrera? ¿Mejor después porque estaremos más cargados? Lo cierto es que las dos opciones son válidas.

Si nos damos el masaje antes de competir lo ideal es que el masaje sea corto y no nos producirá excesivo dolor. Recomendamos acudir a al menos dos sesiones (aunque mejor si es alguna más) durante el mes previo a la competición. Con estos masajes conseguiremos aumentar nuestro tono muscular, estimular la musculatura, reforzar la circulación sanguínea y eliminar las toxinas producidas debido a la acumulación de kilómetros.  Además, lograremos retrasar la aparición de la fatiga en carrera y reduciremos el riesgo de lesionarnos.

En cambio, si optamos por un masaje después de competir, debemos saber que será algo más largo, profundo y doloroso, ya que después de una mayor exigencia deportiva nuestras fibras presentan mayor fragilidad. También necesitaremos varias sesiones y los beneficios que obtendremos son estos tres: relajación de la musculatura, reducción del lactato y evitar espasmos musculares.