Probar los modelos de La Sportiva, compartir con los atletas de la marca italiana entrenamientos y conversaciones, dormir en un refugio de montaña -con concierto incluido- y disfrutar de los increíbles escenarios alpinos del Pirineo aragonés en todo su esplendor. En eso (y mucho más) consistió el primer Mountain Running Camp de La Sportiva.
Un fin de semana de puro disfrute del trail running en un escenario natural privilegiado como es el Valle de Tena, en el corazón del Pirineo aragonés. Probar las nuevas zapatillas de La Sportiva, como la Prodigio, compartir entrenamientos y carreras con los jóvenes atletas del equipo de La Sportiva, Irati Zubizarreta y Carrodilla Cabestre, y dormir casi bajo las estrellas en el refugio de Bachimaña. Este el plan resumido que proponía la marca italiana en su primer Mountain Running Camp. Un espectacular fin de semana de trail del que no sólo pudimos disfrutar nosotros, también varios clientes de La Sportiva, agraciados por el sorteo que hizo la marca entre todos los que compraron alguno de sus modelos de zapatillas en tiendas físicas adheridas a la promoción.
Pernoctación en refugio
La frase ‘fin de semana en el Pirineo’, ha de ir asociada de modo irremediablemente a dormir en un refugio de montaña. Es el modo más conveniente de sumergirse en una experiencia alpina, con todos sus matices.
En este caso, podríamos decir que la sede, o mejor, el “campo base” donde empezó y acabó el fin de semana, fue la Casa de Piedra, junto a los conocidos Baños de Panticosa. Hasta allí fueron llegando el viernes por la tarde desde diferentes puntos de nuestra geografía los agraciados “corremontes”. Y allí se/nos encontramos con la primera sorpresa que la marca nos tenía preparada: una carpa con decenas de zapatillas para elegir y poder probar corriendo entre ibones y bajo la atenta mirada de cumbres como el Garmo Negro. Podíamos escoger entre Akasha 2, Jackal 2 BOA, Bushido 3 o Prodigio. ¡Zapatillas “a la carta”!
Bien calzados, no tardamos en ponernos ‘manos a la obra’, ya que teníamos unos 4 kilómetros y casi 600 metros de desnivel positivo hasta nuestro segundo campobase: el Refugio de Bachimaña, a 2.200 metros de altitud.

Sábado: test de zapatillas y música entre “tresmiles”
Inmersos en el impresionante Valle de Tena, y rodeados de impresionantes “tresmiles” como el Infierno, Garmo Negro o Argualas, nos poníamos en marcha calzados con alguno de los modelos disponibles para probar. Y es que la marca había llevado hasta el Refugio Bachimaña varias unidades de los dos últimos lanzamientos de La Sportiva: Bushido 3 y Prodigio.
Lo interesante de esta actividad matinal, es que, en un relativamente corto espacio de tiempo, tendríamos la ocasión de volver a cambiar de calzado, de modo que la percepción de todo tipo de sensaciones al cambiar de Bushido 3 a Prodigio o viceversa, era total.
Ahí, el grupo pudo ver, sobre el terreno, qué modelo encaja más con su forma de correr y preferencias: la tecnicidad y sensación de control de la Bushido 3, o la agradable amortiguación y dinamismo de la Prodigio.
Después de esta ruta matinal, en el refugio nos esperaban unos huevos fritos con jamón. ¡¡Que no se diga!!
Comida, un tiempo para el descanso, fotos en el magnífico entorno, charlar con los demás compañeros… cada uno decidía qué hacer hasta la siguiente actividad que nos tenían preparada, una instructiva e interesante charla de la responsable de la campaña de seguridad en actividades en el medio natural ‘Montaña Segura’, para ser conscientes siempre de cómo movernos en un entorno que no por el hecho de resultar para todos nosotros maravilloso, deja de ser en cierto modo, peligroso.
De nuevo, entrada la tarde, nos esperaba una ruta de dos horas a través de la otra cara del valle, a más de 2.000 metros de altura, con zonas no demasiado aptas para los que tenemos vértigo. A cambio, las vistas eran la merecida recompensa. Y así avanzó la tarde y la ruta, con el sol menos castigador y una luz que disminuía en dureza, hasta adquirir tonos dorados. Quizá por ello disfrutamos tanto corriendo como parándonos para descansar y sobre todo, admirar las impresionantes panorámicas.
Tras la ruta, ducha rápida (hay que dejar agua caliente para el resto de grupo, que llegó estirado), y cena. Una cena amenizada musicalmente, ya que el grupo “Mountains of Music” (te recomiendo que los busques en instagram; @themountainsofmusic) nos ofreció un concierto en directo.
Curioso concepto musical de unos apasionados de la montaña y de la música, que llevan sus instrumentos a cuestas (amplificadores, cables, micros e incluso un contrabajo) hasta los refugios, para amenizar con sus versiones en acústico a quienes pasan la noche entre montañas.

Tras el desayuno, viendo cómo asomaba el sol, nos poníamos en marcha (de nuevo, con el modelo de zapatilla La Sportiva que mejor nos pareciese) para la última ruta del fin de semana. Cada uno se acoplaba al grupo de su ritmo, y así, con la respiración acelerada debido a la altitud, y con los chicos de Cordada Outdoor registrando y fotografiando todo lo que sucedía, fuimos completando el recorrido dominical.
Con ese entorno, no es difícil que las fotos sean buenas. Cuando sabes lo que tienes entre manos y tienes buen gusto, pasan de ser fotos buenas, a fotos extraordinarias.
Tras la visita a otro de los ibones, tocaba acometer el descenso al refugio en el que teníamos los vehículos, cargados ahora sí, con todas nuestras pertenencias.
Un fin de semana bien organizado, bien guiado, en un entorno totalmente espectacular, con buena compañía, montañas impresionantes, zapatillas y trail running.
¿Qué más queremos? Por pedir… otro La Sportiva Mountain Running Camp en 2025.