El estadio lleno por la libertad de la montaña, la portada de la prensa deportiva por una noticia breve en la última página y las fiestas de champán con desconocidos por las cervezas con compañeros de travesía. El viaje del futbolista a practicante del trail run es uno hacia el pasado como el de Back to The Future, en donde el ídolo retrocede en el tiempo para experimentar el placer del deporte y no el del espectáculo de masas como los futbolistas de 1955 al que marchó Marty McFly. Sin necesidad de subirse al DeLorean, los hay que han encontrado esa satisfacción plena con el simple cambio de disciplina: Luis Enrique Martínez, Bea Calero, Yngvild Kaspersen...
Luis Enrique corrió en Vall del Congost
El fútbol al máximo nivel es lujo, dinero, reconocimiento y fana. Nada que ver con el trail run. Única en su especie, esta es un disciplina en la que por la línea de salida parten todos juntos, profesionales como Kilian Jornet y corredores amateurs, y entre dos polos tan opuestos, hay espacio para rostros conocidos del balón que pasan desapercibidos entre la multitud. Posiblemente, el caso más sonado en el plano nacional sea el de Luis Enrique Martínez. Una vez colgó las botas, el que hasta principios de 2019 fuera el seleccionador nacional y al que la RFEF sustituyó por Robert Martínez, se aficionó a participar en carreras de trail, de fondo y ultra fondo. Allá por 2008 participó en el Maratón de Sables y aquello dio para un reportaje de Informe Robinson, pero posiblemente la mayoría desconozca que se preparó en la montaña para encarar aquel ambicioso reto, participando en la conocida prueba del Vall del Congost por los practicantes de trail.
Satisfacción interna
Luis Enrique encontró la manera de aunar dos mundos tan agónicos al combinar durante años su faceta como entrenador con su presencia en pruebas de trail. A principios de año desapareció de la primera plana periodística, cuando renunció a su cargo como seleccionador por motivos que aún se desconocen. Es, en cualquier caso, el reclutador del grupo con el que su relevo irá en busca del título de la Eurocopa de 2020. Por lo tanto, si España gana dicha competición- y las casas de apuestas como Betway lo dan como factible porque, a fecha de 6 de agosto de 2019, su victoria se paga a 8,00- parte del mérito será del hombre que ahora se refugia, de cuando en cuando, en la montaña, para saborear el deporte más real y puro. Hablamos de uno que requiere de más sacrificios y horas de entrenamientos, pero con una satisfacción interior incalculable y que no se puede pagar ni con el salario de Neymar. Es el premio al esfuerzo.
Kaspersen acumula victorias importantes
Atraídos, tal vez, por esa recompensa espiritual y mental otros a una edad más joven han cambiado también la bota de tacos por la zapatilla. Ahí están casos menos mediáticos como los de Bea Calero, exjugadora del Levante, o la noruega Kaspersen. La historia de esta última bien podría ser el relato de un best seller. Dejó el fútbol profesional, buscó equipo de atletismo por internet y ahora triunfa, fuera del foco de la cámara, en la altitud. Sin pasar por el bisturí, ha sufrido un cambio de imagen total para bien que ha obtenido gracias unos hábitos alimenticios muy estrictos. Deportivamente, no ha dado un paso atrás sino todo lo contrario, ya que ahora es una de las reinas de las cumbres. Así lo atestiguan triunfos de prestigio, como los que ha atesorado en lugares emblemáticos como el Montblanc o en Zegama.
Para conservar esa esencia, existen voces muy críticas con la posibilidad tender la mano a los Juegos Olímpicos como ya han hecho el surf, la escalada o el skate. A este grupo pertenece, por ejemplo, Jornet, el hombre de los récords. Y es que ese escaparate puede apartar al trail run de su singularidad, esa que coloca en la línea de salida a Jornet al lado de todos los participantes, independientemente de sus resultados y tiempos previos. El ambiente familiar es su mayor virtud y los exfutbolistas lo saben. ¡Qué siga así mucho tiempo!