Miguel, ¿Qué te ha parecido este Desafiosomiedo? Ya habías estado aquí hace un par de años, pero en la primera edición te tuviste que retirar…
Sí, vine en 2013, el primer año que se hizo, un poco por compromiso con Juan (Juan Fuego, el organizador de Desafiosomiedo), me apetecía estar en el estreno de su prueba, pero venía justo del Mont Blanc bastante cansado –antes el Desafiosomiedo se hacía en septiembre–, y a la siguiente semana iba a Cavalls del Vent, así que no corrí entera la carrera, pero vi una parte muy bonita de treinta y tantos kilómetros, y ayer ya pude verla entera y la verdad es que según te vas acercando a Somiedo con el coche ya te haces una idea de que lo que vas a ver va a ser muy bonito, y así es, y luego la organización se ve que va creciendo poquito a poco y que este Desafiosomiedo podrá ser un referente seguramente. Se ve que los que organizan corren, y eso se nota una pasada. Además hay mucho ambiente.
Se te veía muy bien y entero corriendo, casi parecía que corrías sin esfuerzo... que sé que no, que lo hacéis, pero lo parece (risas). En tus dos últimas pruebas (GTP y Desafiosomiedo) se te ha visto en un estado de forma increíble, ¿cómo te ves de cara al UTMB dentro de un mes?
¡No, no, sin esfuerzo no! (risas), pero bueno, el objetivo era ese. Por eso en la primera parte fui más reservón, bastante tranquilo, me lo tomé con un poquito más de calma, y ya en la segunda parte me apetecía sufrir bastante para hacer un entrenamiento bueno, de calidad. Esto no significa que le reste importancia a la carrera, al revés, digo “entrenamiento” porque es la mitad de la distancia a la que quiero enfrentarme en el UTMB, por eso lo llamo así, pero vamos, la carrera la disputo como si fuera el Mont Blanc. Y la verdad es que al final se hace dura. 86 km, aunque los hiciéramos andando son duros, pero si los haces corriendo más, y si encima vas disputando, todavía más.
¿Te ves con motivación para el UTMB? No has pasado una buena temporada, con lesiones varias, pero con estas últimas victorias tienes que estar de “subidón”, ¿no?
Sí, estoy contento, pero bueno,siempre hay que mirar en qué se puede mejorar en estos días que quedan, el acabar de sacar las pequeñas las molestias que pueda haber, y bueno, ahora en estos días que faltan me replantearé ya cómo entrenar hasta esa gran cita. De moral mejor, como tú dices, pero allí hay que ir con mucha precaución siempre, con las orejas gachas, con mucho respeto.
¿Vas a ir a Chamonix días antes para entrenar y “adaptarte”?
No, porque al final las condiciones allí no son especiales ni distintas de mi día a día. La carrera es a la altitud donde yo suelo entrenar, desde donde se sale incluso es más bajo de donde vivo, la carrera la conozco bien, y quizá ir allí muchos días antes sea contraproducente para mí, porque no me gusta mucho el agobio; me gusta estar tranquilo y salir a la carrera y hacerla lo mejor posible; sin embargo si estás allí mucho tiempo te puede incluso sugestionar alguna cosa y no me interesa.
Pues a ello, ¡muchísima suerte Miguel!