Capacidad de adaptación y voluntad para reinventarse no le faltan a uno de los más grandes animadores de eventos y carreras de trail en nuestro país. Salió desde Ronda, su lugar de nacimiento, hacia Londres pasando por Dublín, en busca de un futuro profesional que finalmente encontró en su propio pueblo y es que ya se sabe que como en casa... Huyó de la redacción de un cadena de TV donde la mayoría de las noticias no eran demasiado “bonitas", para colocarse en la línea de salida y meta de las mejores carreras de Andalucía y contar cada historia, contar la esencia de lo que hay detrás de toda persona que culmina un reto, a veces un sueño. Su objetivo cada día es el de llevar ese esfuerzo del deportista hasta el corazón del público que allí se encuentra. No os extrañe si le veis apagar el micrófono para acercarse al último que acaba de cruzar la línea de meta y darle un abrazo mientras se le escapan un par de lagrimitas. Pasión, alegría y emoción garantizadas.
"Yo no soy corredor, pero llevo toda mi vida disfrutando del sencillo placer de subir y bajar montañas. Siendo niño me diagnosticaron asma alérgica e hiperactividad. Mis padres pensaron que una buena solución para mejorar sería sacarme a dar bandazos por el monte, sólo tendrían que llevar el inhalador a mano. El resto era dejarme fluir y tener cuidado de que no me despeñara.
Desde 2007 soy speaker de los 101 kilómetros de Ronda, algo que seguía haciendo cada mes de mayo de una forma casi mecánica. Era un trabajo agotador que afrontaba con la inercia de eso, de un trabajo. Pero disfrutaba y me lo pasaba bien. En 2012 unos amigos me llaman porque van a organizarla primera edición de la Gran Vuelta Valle del Genal, una ultra de 130 kilómetros. Yo decliné la oferta, pero finalmente me convencieron y de un día para otro me vi aceptando hacer carreras por montaña por toda Andalucía y compartiéndolo con Cristina, mi pareja, que se encarga de que en cada carrera todo sea más fácil y llegue a más gente.
Tengo mucha ilusión por poner mi granito de arena para que la gente sepa que en Andalucía también se puede correr por la montaña
Ser speaker de carreras por montaña es un verdadero regalo. Es tan sencillo como disfrutarlo, sentirlo, vivirlo… es sacudirte los miedos y los complejos, y hacer de la llegada de cada corredor/a una fiesta. No importa el tiempo que hayas invertido, no importa que seas el último. Importa que has llegado, que te has esforzado y que, finalmente, lo has conseguido. ¡Brindemos por eso!.
Estar en la línea de meta de este tipo de carreras supone compartir con la gente el fruto de meses de esfuerzo a cambio de ser el contador de su historia. Si eres Zaid, genial. Si eres Paco, taxista que vive en un tercero sin ascensor en Fuengirola, también me vale.
Muchos domingos, cuando estoy en la cama con la radio sonando muy bajita, repaso antes de dormirme todos los momentos que he vivido durante el fin de semana y voy recapitulando todo lo vivido, y sobre todo, lo sentido. Para mi ese es el capital intangible tras cada carrera, lo que me llevo a casa, lo que me anima a pegarme cada madrugón. El trail es un deporte lleno de sorpresas, donde el factor humano lo condiciona todo. Imprevisible. A ese respecto recuerdo una Euráfrica Trail en la que andábamos haciendo sesudos análisis y quinielas de cómo podría quedar la etapa marroquí. No contábamos con que en este deporte también funciona el entusiasmo. Así las cosas, vimos cómo un grupo de corredores locales con zapatillas de asfalto, mochilas tipo gym-sac (ajustadas al pecho con alambres) y camisetas de algodón reventaban la carrera y hacían suyo el podio. La alegría era desmedida y fueron a celebrarlo con los que habían sido sus propios rivales, a los que veían entrar con la cara desencajada por el esfuerzo de intentar seguirles."
