Gorka Cueto volvió a romper su récord personal en 12ELVE, un evento en el que el atleta castreño ascendió y descendió del pico Cerredo desde la plaza del Ayuntamiento de Castro Urdiales ocho veces en apenas 24 horas. Esta tercera edición de 12ELVE, celebrada el pasado 10 de junio, cumplió los objetivos para los que Gorka Cueto la planeó: recaudar fondos para los más necesitados con la ayuda de Cruz Roja, promocionar el municipio de Castro Urdiales y concienciar de la importancia del cuidado del medio ambiente.
Gorka, graduado en CAFyD, debía completar un recorrido circular de 15 kilómetros y unos 650 metros positivos junto a sus acompañantes, los cuales iban rotando con cada vuelta completada. Tras 24 horas de marcha, Gorka logró superar los 108,38 kilómetros y 4546 metros de desnivel positivo (7 vueltas) de la edición anterior.
La primera vuelta arrancó a las 20:00, lo que permitió que Gorka y sus siete acompañantes disfrutaran de una hermosa puesta de sol en su llegada a Cerredo. Llegó la noche y surgieron las primeras complicaciones: Gorka tuvo que ser atendido por su fisioterapeuta para tratar unas molestias en los isquiotibiales que venía arrastrando desde hacía días. Un buen vendaje y calor en la zona serían remedios suficientes para seguir adelante.
Durante la segunda vuelta, dos de los tres compañeros de equipo de Gorka que repetían recorrido hubieron de retirarse de forma prematura tras sentir dolores que podían agravarse. Esta vuelta culminó con un recibimiento masivo de toda la gente que se encontraba en el casco viejo de la ciudad disfrutando de la noche con una copa en la mano.
Las dos siguientes vueltas fueron más tranquilas, pero el esfuerzo físico y mental comenzaba a cargar los músculos y a turbar la mente, lo que las convirtió en las más duras de todo el reto. Gorka Cueto y sus acompañantes llegaron a la plaza del Ayuntamiento de Castro Urdiales a las 6:00, cumpliendo los tiempos programados en el Plan A, es decir, completar nueve vueltas, para intentar superar el objetivo deportivo con creces.
Durante la quinta vuelta comenzó a amanecer. Gorka marchaba en compañía de sus filmmakers, Nico Baun e Iñigo Morentin, y determinaron cumplir el Plan B, consistente en batir su récord con ocho vueltas. La decisión fue tomada con el fin de disfrutar lo máximo posible de la experiencia del reto y de la gente.
En la sexta vuelta, Gorka fue acompañado por dos triatletas y colaboradores del evento. A partir de aquí, los ascensos fueron más livianos y las horas transcurrieron con buenas sensaciones y alborozo: el objetivo cada vez estaba más cerca.
Lograron completar la sexta vuelta hacia las 13:00. Para la siguiente vuelta, que supondría igualar el récord del año pasado, se unieron compañeros del trabajo de Gorka, su primo y su mismo padre, acaso movido por el instinto paternal para cerciorarse del buen estado de su hijo. Pero Gorka no podía encontrarse mejor: seguía bajando de las tres horas en cada una de las vueltas pese a los nuevos contratiempos: tormenta, lluvia y, por lo tanto, barro.
Para la última vuelta, regresaron dos compañeros de equipo de Gorka y otro corredor de montaña veterano. Los últimos metros hasta la plaza del ayuntamiento, Gorka y sus compañeros corrían mientras sonreían y festejaban que se llegaban a los 124,04km y 5442m+. Las ocho vueltas eran una realidad.
Como no podía ser de otra manera tras semejante hazaña deportiva, Gorka Cueto fue recibido en su llegada a meta en el ayuntamiento por centenares de personas. Durante largo rato y pese a la lluvia, el atleta fue recibido con aplausos y mensajes de felicitación y agradecimiento.
Al día siguiente, Gorka se sacudió la resaca y los calambres y participó en la marcha popular de 12ELVE, en la que el público pudo disfrutar activamente del evento y la montaña.
