La edición 2021 ha tenido lugar del 29 al 31 de octubre con un recorrido desconocido para los 37 participantes. Y el ‘finisher’ de este año ha sido el atleta letón, afincado en Torredembarra, André Ansabergs que se ha convertido en el ‘Carrasclet’ moderno al ser el primer corredor capaz de recorrer los 185 kilómetros y 12.500 metros de desnivel positivo que componían la segunda edición de la prueba ideada por Marc Fernández.
Los corredores tenían un máximo de 50 horas para recoger los libros repartidos por la comarca del Priorat y la Serra de Llaberia. Ansabergs necesitó menos de 44 horas para completar las cinco vueltas. Una hazaña digna del Campeón del Mundo de Rogaines 2017 y sexto en el pasado mundial de Raids celebrado en Galicia.
La corneta del ‘Sunto’ sonó a las 22:41 del viernes dando la salida en una jornada donde la lluvia sería también protagonista hasta la mañana siguiente, dificultando todavía más el tramo inicial de la carrera por la Serra de Llaberia.
Un comienzo tan duro que únicamente once corredores pudieron superar el primer bucle. La segunda vuelta de las cinco calcaba la primera, pero en dirección contraria. Una sorpresa a la que solo hicieron frente nueve participantes.
La dureza y crueldad de The Bandit había podido con más de la mitad de los aventureros en un abrir y cerrar de ojos.
El grupo se dividió: al frente Albert Herrero, Javi Puit y Andris Ansabergs, seguidos de Víctor del Águila; y por detrás cerraban José Manuel Verdugo, Josep González, Antonio Morales, Rafa Betancourt y Oriol Antolí. Todos pudieron acabar el segundo bucle, aunque Águila se quedó fuera por no haber recogido las últimas páginas de los libros.
En este punto siguieron los abandonos, como el de Albert Herrero que renunció a seguir. Solo quedaban Andris Ansabergs, Javi Puit, Antonio Morales y Oriol Antolí. La segunda noche fue más plácida, sin las inclemencias temporales, pero con el peso del cansancio. Los cuatro pudieron acabar el bucle, aunque Morales y Antolí lo hicieron fuera de tiempo.
El mano a mano era entre el Ansabergs y Puit, que después de la tercera vuelta decía «basta». El letón era el último en mantenerse y, sin atisbo alguno de debilidad, completó el cuarto bucle con cuatro horas de margen y sin pegar ojo. Le bastaba una vuelta más para completar el reto.
Eran poco más de las 17.00 horas cuando Andris Ansabergs daba los últimos toques a la campana, junto a la estatua de Carrasclet, en la entrada de Capçanes con la satisfacción de haber podido culminar la aventura.
"No estoy enfadado de que haya conseguido ‘batirme’, para nada. Al contrario es un orgullo que el primer ‘finisher’ de The Bandit haya sido un profesional y campeón de Rogaines», aseguraba el organizador Marc Fernández".
