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Devotos del running en la III Doñana Trail Marathon

Más de 300 corredores “peregrinando" hasta El Rocío

Juan Antonio Alegre 'Chinotto'. Fotos: Finidi Blanco.

Devotos del running en la III Doñana Trail Marathon
Devotos del running en la III Doñana Trail Marathon

La Doñana Trail Marathon sigue creciendo y su tercera edición, celebrada el pasado sábado 7 de noviembre, resultó ser un éxito de participación y organización. Una prueba que empieza a ser bien conocida  entre los corredores andaluces de ultradistancia, de la misma manera que va ganado participantes del resto del país y del extranjero.

Cerca de setecientos corredores se reunieron a las ocho de la mañana en la Puerta de Jerez, en la cercanía de la catedral de Sevilla, con la intención de alcanzar la meta situada en la aldea de El Rocío, enfrente de la Ermita de Nuestra Señora de El Rocío. Una  auténtica peregrinación deportiva de 73 kms, prácticamente llanos, los conduciría por campos de cultivo, olivares, algún naranjal, plantaciones de eucaliptos o pinares así como algún tramo urbano al principio o al cruzar la localidad de Hinojos. En estas zonas el firme estaba asfaltado, mientras que en el resto se trataba de pistas de tierra o mayormente arenosa, como en los últimos veinte kilómetros.

El día salió soleado y caluroso, superando los veinticinco grados en la parte central del mismo. Sin lugar dudas, esto endureció la jornada y los atletas tuvieron que planificar bien la jornada para evitar deshidrataciones o que el agotamiento llegara antes de tiempo. La organización ofrecía avituallamientos aproximadamente cada diez kilómetros con la posibilidad de enviar una bolsa al situado en mitad del recorrido.

Tras el pistoletazo de salida, la competición discurría de forma neutralizada tras el coche que abría carrera. De esta forma, los corredores pudieron disfrutar más tranquilamente del paso por el puente de San Telmo sobre el río Guadalquivir, que les conduciría al barrio de Triana. Sus calles y finalmente un parque, llevaron a la serpiente atlética multicolor al puente de hierro que cruza un ramal del Guadalquivir para alcanzar la localidad de San Juan de Aznalfarache. Es aquí donde se dio la salida lanzada con el imponente Monumento del Sagrado Corazón de Jesús como testigo. Buen momento para santiguarse o para las últimas jaculatorias porque la aventura rociera acababa de iniciarse.

El asfalto dio paso a pistas de tierra que discurrieron por un entorno campestre. Este año las calles de la localidad de Villamanrique de la Condesa estaban de obras y no se pasó por ellas, siendo Hinojos, con sus calles empedradas, las únicas que vieron pasar a los corredores  En la parte final, estos no sólo acusaron el cansancio acumulado, sino también el firme más arenoso de las pistas que discurrían por el Parque Natural de Doñana. Finalmente, tuvieron su recompensa al cruzar emocionados el arco de meta.

Pocas carreras pueden tener la meta situada en un emplazamiento tan singular como la aldea de El Rocío. Un lugar, con encanto rural, que mezcla su atractivo turístico con la devoción mariana. En el camino además los corredores se han ido encontrando creyentes en peregrinación, ya sea andando, a caballo o en carreta. El último kilómetro resulta inolvidable, discurriendo por sus calles sin asfaltar, donde destacan los amarres de madera para los caballos en todas las casas. Todo ello le confiere la magia de ser un pueblo salido de una película.

Para mayor disfrute y poder visitar el lugar con calma, los organizadores, OF Sport, daban la posibilidad de quedarse a dormir en alguna de las Hermandades de El Rocío. Estaba incluido en la inscripción, como el desayuno andaluz del domingo y por un suplemento de seis euros, también ofrecían la posibilidad de regresar a Sevilla en autobús. Facilidades logísticas que posibilitan una mayor participación y que uno sólo tenga que ocuparse del tema deportivo.

En total fueron 339 corredores los corredores que cruzaron la meta dentro del tiempo oficial de doce horas, ya que alguno más alcanzo la ermita de El Rocío posteriormente. Los ganadores en la categoría individual fueron Rafael Delgado (5h26m07s), que repetía triunfo, y la portuguesa Patricia I. Veigas (6h34m45s). Les acompañaron en el pódium respectivamente, Luis Alonso y Juan A. Alegre así como Beatriz Delgado y Marta Díaz. En cuanto a la categoría por relevos, los ganadores fueron Francisco Castillo y Oscar Sierra con 5h 09m29s. Les acompañaron en el podiúm, A. Marquez/Lorenzo Gomez y la pareja de Antonio y Agustín Romero.

A la buena labor de los organizadores, OF Sport, se sumó este año el patrocinio de la marca de prendas deportivas Coreevo. Tampoco faltó el apoyo de las Diputaciones de las dos provincias por las que discurrió el evento, Sevilla y Huelva; ni de los ayuntamientos de Sevilla, San Juan de Aznalfarache, Tomares, Bormujos, Bollullos de la Mitación, Aznalcázar, Villamanrique de la Condesa, Hinojos y Almonte. Clara muestra del prestigio de este singular evento deportivo, que acabará haciéndose un destacado hueco en el calendario atlético.

Info: www.donanatrailmarathon.com