Pura vida y Pura Aventura en Costa Rica. Amanecer junto a los imponentes volcanes, sentir su presencia y belleza intacta. Bajar hasta los caudalosos ríos y cruzar sus selvas. Convivir en plena naturaleza en una experiencia única. Estas son algunas de las sensaciones que se viven en la Volcano UltraMarathon by Jimbee, la carrera más dura del mundo: 230 kilómetros, diez mil metros de desnivel positivo a completar en seis etapas y en autosuficiencia.
La Volcano UltraMarathon by Jimbee te da la oportunidad de conocer la abrumadora naturaleza de Costa Rica cruzando el país en una prueba "bella y bestia" a partes iguales que busca los paisajes más recónditos y salvajes del país tico, y donde los volcanes serán los protagonistas, corriendo en alguna de las etapas a más de 3.000 metros de altitud y durmiendo cerca de los cráteres. Es sorprendente la variedad de paisajes y de ecosistemas diferentes que se dan en este pequeño territorio encajado entre el océano Pacífico, al este, y el mar Caribe, al oeste; entre Nicaragua al norte, y Panamá, al sur: montañas, volcanes, las playas del Pacífico y del Caribe, bosques tropicales secos, lluviosos, la selva... ¿Te imaginas correr a los pies de los volcanes, cruzar caudalosos ríos, adentrarte en la misteriosa selva, cruzarte con la espectacular fauna del país tico (osos perezosos, monos aulladores, ranas de ojos verdes –el símbolo del país- o incluso jaguares (este año la carrera pasa por un santuario de jaguares, eso no quiere decir que te cruces con uno de ellos, ¡son esquivos y difíciles de ver!).
Los volcanes de Costa Rica se erigen en protagonistas de esta exigente y espectacular carrera por etapas
Otra de las cosas que hace especial a la Volcano Ultramarathon es la convivencia que se crea entre los corredores, que duermen en campamentos itinerantes donde tras una dura jornada de competición podrán recuperar energías y descansar en entornos naturales únicos, que les harán sentir en plena naturaleza como privilegiados, al pie o en la cima de volcanes, a la orilla de lagos, ríos o en el interior del bosque, tapados con un manto de estrellas en sus cabezas. En el campamento podrán convivir ellos solos o en grupo, con el personal de organización pendientes de las pocas necesidades que les puedan surgir, pero cuidados al 100%. Serán atendidos por médicos especializados en eventos deportivos extremos y por personal de logística experimentado. Un evento de esta disciplina no trata solamente de correr y competir, busca esa amistad que genera el sufrimiento mutuo en situaciones complejas, amistad que perdurará para toda la vida.
Todo un recorrido único y que ¡atención! no se desvela hasta el día antes de la prueba, especialmente diseñado por Andrés Lledó, director técnico de la prueba corredor y corredor de ultradistancia, para el disfrute de los osados corredores que se apunten a vivir esta experiencia Volcano Ultramarathon, y que se celebrará del 3 al 13 de abril de 2020, y en la que ya han confirmado su presencia Chema Martínez, siempre ávido de aventuras diferentes, Zaid at Malek y los ganadores del año pasado, Remigio Huamán y Eugenia Gil.
Una carrera “bella y bestia" a partes iguales
La Volcano UltraMarathon by Jimbee es una carrera llena de belleza, pero también plagada de dificultades que harán que cruzar la línea de meta superando los obstáculos que impone la naturaleza sea aún más emocionante. Una dificultad que se añade al reto ya de por sí exigente de terminar la prueba es que los detalles del trazado se mantienen en secreto hasta el día antes de empezar la prueba, el día de la presentación oficial, el 4 de abril, donde cada corredor recibirá su roadbook que deberá de acompañarle durante toda la carrera.
La mayoría de las etapas tienen entre 30 km y 40 km, excepto las dos últimas, que tienen más: 48 km la penúltima y 70 km la etapa final y “reina": una jornada especial NonStop que lleva desde el volcán Turrialba hasta el río Pacuare, uno de los cinco mejores ríos del mundo para practicar aguas bravas. También hay una etapa que la organización introduce como novedad este año: Rancho Margot – La Fortuna, en la que se llega hasta el mismísimo Arenal y el Cerro Chato, dos volcanes uno al lado del otro que une el trazado de la prueba atravesando bosque y jungla hasta llegar a una de las cataratas más fotografiadas de Costa Rica, La Fortuna. Las diferencias de ecosistemas imprimen aún más dureza a la prueba: los participantes tendrán que enfrentarse a microclimas y cambios extremos de temperatura, pasando de los 30º C y humedad de la selva a los 5º C en las zonas altas de la montaña y volcanes. Cada corredor deberá de soportar largos periodos de calor, humedad y soledad solamente acompañados de la diversidad natural y animal que ofrece Costa Rica, y además, cargando con todo el material en su mochila... El corredor es responsable de llevar todo su equipo encima en cada jornada, incluidos los alimentos, el equipo de seguridad y un mínimo de 2,5 litros de agua que se pueden volver a llenar en los puestos de control a lo largo de las etapas.
Para más información de la prueba puedes leer el completo artículo publicado en Trail Run, y de momento, recrearte con las imágenes de la edición del año pasado...
