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Entrenando para el Mundial, por Yeray Durán

“Así tanteamos el terreno Pablo Villa y yo"

Yeray Durán

Entrenando para el Mundial, por Yeray Durán
Entrenando para el Mundial, por Yeray Durán

Hace tres semanas y casi sin pensarlo puse rumbo a Braga, al norte de Portugal, para entrenar el recorrido del VI Campeonato del mundo de Trail IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) que tendrá lugar el próximo 29 de octubre en el parque nacional de Peneda-Gêres, dentro de la carrera Trans Peneda-Gerês, con 85km y 4500 m. de desnivel positivo.

Ese fin de semana iba también a entrenar el recorrido Pablo Villa, compañero de la selección española, así que nos juntamos para “explorar” lo que íbamos a encontrarnos a finales de Octubre…  

Tuvimos la suerte de que la semana anterior el mallorquín Tòfol Castanyer, otro compañero de equipo, había ido a reconocer el terreno, así que nos dio buenas referencias del mismo. La impresión de Tòfol fue: “¡El recorrido me sorprendió! Pensaba que sería más rápido de lo que pude ver cuando estuve entrenando. No es que sea nada técnico, pero lo encontré muy “pastoso”, quiero decir, con mucha subida y bajada, y con muchos cambios de ritmo y tipos de terreno. Esto aparte de lo “sucio” que estaba el circuito, aunque supongo que habrá zonas que limpiarán”. Cabe decir que tras esos comentarios nos dijo que fue con la intención de hacer 40kms y que sólo hizo 20, así que nos hicimos una idea de lo complicado que podía ser ver el recorrido.

Pablo y yo quedamos para vernos en Rio Caldo, punto donde comienza la carrera, para hacer así los 15 primeros kilómetros. Mientras le esperaba me di cuenta de que tras todo el día de viaje estaba “muerto”, y tenía más ganas de dormir que de correr… Así que le propuse un cambio de planes de last minute para que empezáramos el entreno en Soajo (km 65 de carrera), donde yo me quedaba a dormir, y ver así los últimos 22 kms del recorrido. Y así fue, comenzamos con el track en las calles del pequeño y auténtico pueblo de Soajo para seguir entre casas rurales y terrenos de cultivo e ir encaminado el sendero. ¡Ya en estos primeros kilómetros nos acordamos de Tòfol! Varias veces tuvimos que dar la vuelta y parar para poder ubicarnos. Desde allí comenzaba una subida de unos 500m de desnivel positivo por un sendero poco marcado, y que en ocasiones dejábamos para seguir campo a través. En esa zona fuimos pasando por áreas quemadas por el último incendio de este verano. Pasamos Mezio, última cima de la carrera (640m) alrededor del km 70, donde seguíamos en la misma línea, con  bifurcaciones muy juntas y sin saber por dónde ir, dando vueltas a un circuito con vegetación muy cerrada que nos dejó las piernas todas cortadas. Casualidades de la vida, allí nos encontramos con Carlos Sá, organizador de la carrera, que estaba marcándola para que limpiaran esa zona de vegetación para el paso de los corredores. Nos contó que al ser un parque natural no podían hacerlo hasta una semana antes de la carrera.

Ya cerca de Arcos de Valdevez, donde estará la meta y donde iban a recogernos, nos perdimos otra vez. Entre que se hizo de noche, y que la vegetación no ayudaba mucho al paso, tuvimos que dar la vuelta y pedir a las chicas que nos mandaran un punto de referencia para así orientarnos y encontrarlas. Al final fuimos corriendo por asfalto y enganchamos el track ya a la entrada del pueblo. ¡Ufff, y nos salieron 25kms! ¡Menos mal que tenía más ganas de dormir que de correr!

Al día siguiente queríamos aprovechar para hacer todo lo que pudiésemos, pero a la vista de la experiencia del día anterior, que más que un entreno de trail había parecido un raid de aventura, fuimos realistas y quedamos en Fafiao (km 15 de carrera) y fijamos 2 puntos de recogida según avanzara el día. Si íbamos bien de tiempo llegaríamos hasta Soajo (km 63), pero si nos costaba avanzar nos quedaríamos en Lindoso (km 54) .

Salimos mentalizados de que debíamos estar atentos al track en el reloj (¡Suerte que Pablo pudo meter el GPS en el reloj!) para intentar ir más rápido.

Pasamos por Serra Amarela, punto más alto de la carrera, km 46 y 1.336m, desde donde había unas vistas espectaculares y desde donde podías apreciar la frontera entre España y Portugal. Durante el recorrido también disfrutamos de la ganadería de la zona, sobre todo de vacas con unos cuernos enooooormessss. Yo las miraba con miedo (algún susto he tenido ya con las vacas mientras entrenaba) así que a Pablo le tocaba controlarlas y protegerme, jejeje. Al final estuvimos casi 7 horas para hacer 40kms, así que en Lindoso desistimos y acabamos el entreno. Ya con los km vistos teníamos claro el tipo de terreno y volvieron a nuestra mente las “sabias” palabras de Tófol: “con eso ya me hago una idea”.

Pablo tenía que volver a casa así que, visto lo visto y sin track en mi GPS, decidí tomarme  los días que me quedaban de “relax y disfrute” de la zona, visitando los espigueiros (así llaman a los hórreos en Portugal), viendo más “amigas” vacas con súper-cuernos, eso sí, de lejos, y visitando pueblitos perdidos por las montañas portuguesas. 

Resultado del fin de semana: además de una idea de la carrera, me llevo dos días de “convivencia” con Pablo, María y Alba.

Ahora ya a una semana de la prueba, me encuentro con la mente en la carrera, preparando “la logística” desde casa con la ayuda del equipo técnico de la selección española y de los compañeros de equipo. Ya con ganas de reunirme con el resto de corredores y con el staff para seguir con esta convivencia y con la experiencia de organizarme con un equipo distinto del habitual y vivir el ambiente de un mundial.

Siempre había pensado que un Mundial y unas Olimpiadas eran de las competiciones que más satisfacción podía darle a un atleta, ¡y aquí estoy, a punto de cumplir un sueño! Aunque shhhhh.... les voy a contar un secreto: Ya con 21 años (sólo algunos añitos menos, jejeje) rocé la oportunidad de cumplir este sueño. Fue con la Federación Española de Pelota, en la modalidad de Frontenis, y estando seleccionado para el mundial Sub21. Pero el mundial era en agosto y yo cumplía los 22 en mayo, así que por un par de meses... ¡No pude ir!

Dicen que las oportunidades sólo pasan una vez en la vida, así que tendré que aprovechar ésta que para mí es la segunda vez.

En unos días pondré rumbo a Portugal para unirme a mis compañeros de aventura durante una semana. Sígannos para saber el final de la historia ¡Y pronto volveré por aquí para contarles la experiencia!

http://carlossanatureevents.com/eventoDetalhe.aspx?idEvento=cm&idProva=TWCHAMP