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Conversaciones con un americano

Una semana con Dakota

Gobitu Bode

Conversaciones con un americano
Conversaciones con un americano

Semanas atrás tuve la suerte, gracias a Depa y a la revista Trail Run, de poder enseñar los Picos de Europa al americano Dakota Jones, uno de esos corredores que hemos visto en las portadas de los medios especializados en innumerables ocasiones y que está pasando dos meses en Europa. 6 días por las montañas que me vieron crecer y que forman una parte muy importante de mi vida.  6 días de convivencia donde nos dió tiempo a; charlar, aprender y compartir unas cuantas experiencias que os contaré a continuación.

Dakota no es un tipo especial ni distinto a lo que ya conozcamos, pero es que corre la de dios y quizás eso, y esa idolatría que tenemos en Europa con los deportistas de alto nivel le haga ser un poco diferente. Lo primero que me llamó la atención es que cuando Depa me dijo que estaba en España, era él mismo, el que quería venir a Picos de Europa. Cierto es que de toda esta pléyade de grandes corredores que vienen de fuera durante la temporada de carreras, es la primera persona que se interesa por los Picos de Europa por sí solo. Obviamente ese interés fue una de las primeras preguntás que le formulé. La respuesta fue clara; "No sé, busqué en internet, montañas en España y me fijé en ellas".

El resto de la devoción que ahora mismo tiene por los Picos de Europa cayó en los siguientes días por su propio peso. El primer día me puse en contacto con algunas de las jóvenes promesas de los concejos colindantes a Picos de Europa, para darles una sorpresa y que pudieran salir a entrenar con él unas horas. Al encuentro vinieron Alejandro Rozalen y Pablo Sierra. El resultado fue un día de monte muy especial donde hicimos una clásica, la integral del Picu Boru al Valdominguero, una  ruta donde tienes un poco de todo con desnivel, aéreas crestas y algún paso de trepes y destrepes que convierten la ruta en un juguete. Que decir tiene, que nos divertimos un montón y con la gran jornada de sol que tuvimos, todos pudimos admirar la belleza de unas montañas que son únicas en el mundo.

El martes era el día que le tenía preparado para darse cera, por eso quedé con Julio Cernuda, pero la lesión que arrastra el corredor de Durango (Colorado), no le dejó dar la gran vuelta que les tenía programada por el central, aún así la visita a Urriellu era obligada y el resultado fue el esperado, auténtica admiración por una pared que forma parte de la historia viva del alpinismo en nuestro país. Mientras Julio y Rafa Reina seguían hasta Cabrones, nosotros nos dábamos la vuelta a Pandebano y de ahí a Sotres.

El miércoles decidió no acompañarme y aprovechar a descansar y escribir para los medios en los que colabora y trabaja como son iRun Far, Trail Running y Trail Run, y el jueves para finalizar su estancia en la zona me lo llevé al macizo occidental para que al menos pisara los tres macizos de Picos tan cercanos y tan distintos.

Para ello hicimos la mitad de la Ruta del Cares y subimos por la Canal de Culiembro hasta la majada de Ostón para bajar por la Canal de la Raya y regresar a Poncebos. De esta manera podía ver un trocito de cada macizo montañoso de los tres que conforman nuestro buque insignia.

Y por las tarde-noches teníamos tiempo para conversar y aprender el uno del otro. Su "español" me lo puso bastante fácil. Tengo que decir que es una persona extremadamente voluntariosa, generosa y educada con un sentido del respeto hacia la naturaleza que echo de menos en mucha de la gente más cercana. Pudimos hablar largo y tendido de las diferencias entre Europa y U.S.A en cuanto a las carreras de montaña. Una de las cosas que mas me llamaba la atención es que en U.S.A salvo Leadville y unas pocas más ,(muy pocas) , apenas salen 250-300 plazas para correr por lo que poder participar en una de esas carreras, para ellos supone toda una celebración y entienden que son unos privilegiados. Ellos creen que poder correr una carrera en un espacio natural conlleva un compromiso con la zona mucho más alla de ponerse un dorsal. Una cosa que me llamaba la atención es que me decía que no pasa como en Europa, donde cuando no vamos en la posición que esperamos nos retiramos. Los corredores americanos creen que es una falta de respeto a ellos mismos y al escenario por donde corren. Muy jodidos de lesión tienen que estar para hincar la rodilla. Un ejemplo bien claro lo tuvimos hace poco en Transvulcania con el petazo de Haiden Hawks, pero el tío le echó dos huevos y acabó la carrera arrastrándose.

Con esto no pude dejar de esbozar cierta sonrisilla acordándome de algunos "pros" que cuando no salen las cosas como ellos piensan se retiran aduciendo mil y una excusas. Algunos vivimos en una burbuja de cristal y a veces la realidad es dura de aceptar.

Otra cosa que me llamaba mucho la atención es que en Estados Unidos, los municipios se hacen cargo de casi todos los gastos de la carrera (como aquí) y el dinero de las inscripciones va en su mayor parte para el organizador.

Lamentablemente aquí todavía existe algún lumbrera que le molesta y critica sin saber que esto sea en muchos casos un negocio y que la gente pueda vivir de ello dignamente como un trabajo más. ¿Quién sabe? Igual ellos trabajan gratis.

Otra de las cosas que desconocía era que este rollo idolatría que existe en Europa allí no es muy común. En U.S.A se conoce obviamente a Killian, un poco a Heras y un poquito a Luis Alberto. Dakota es un tipo sencillo y él mismo se sorprendía de cómo era posible que fuese tan querido en España por haber ganado dos o tres carreras importantes.

Si es verdad que su victoria en Transvulcania le catapultó en Europa pero bueno, aquí no corrió mucho más. Pero vamos que tiene un segundo y un tercer puesto en la Hard Rock, una victoria y un segundo puesto en Lago Sonoma y unas cuantas más por ahí.

También  es verdad que puede ser según nos contaba que el vive y convive en Colorado con una amplia variedad de corredores de primerísimo nivel (15-20) y que la gente se comporta de manera distinta con ellos. Todo esto es porque en U.S.A no hay carreras tan multitudinarias como en Europa por lo tanto no ocurren escenas tan bochornosas como las que vivimos a veces con nuestros deportistas de élite. Será una cuestión cultural. No considero que sea ni mejor ni peor.

La verdad es que fue una semana distinta con una persona muy especial donde no hizo más que justificar la buena fama que atesora por la gente que bien le conoce y que en cierto modo ha valido para que ambos conociésemos un poco más de nosotros mismos y de  todas estas cosas que tanto nos gustan.

Le veremos muy pronto en España y en Los Picos de Europa otra vez, os lo prometo.