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Sobre los pacers, los americanos y el futuro del trail

Artículo de opinión de Joel Aubeso

Joel Aubeso. Foto: Transvulcania.

Sobre los pacers, los americanos y el futuro del trail
Sobre los pacers, los americanos y el futuro del trail

El debate sobre las diferencias del trail running en EE.UU y Europa está a la orden del día. Y es que si nos fijamos en los dos últimos años la corriente americana está llegando a Europa con corredores rápidos y preparados pero menospreciados por su técnica, aunque lo cierto es que están dando mucho que hablar en cada una de las pruebas a las que asisten. Es el caso de UTMB, Alto Sil, Tres Valles o la última Transvulcania.

Y no me voy a detener en el sinfín de diferencias entre unos y otros, porque está claro que las hay solo por el simple hecho de la larga historia en el continente americano y el gran boom del trail en el continente europeo gracias al mejor corredor de todos los tiempos, Kilian Jornet.

Pero hay algo en lo que sí me quiero detener, porque tengo curiosidad en saber hacia dónde va el trail running… Quizá se dirija hacia un deporte cada vez más extremo donde el sufrimiento sea el principal protagonista o quizá nos dirijamos hacia un trail muy rápido a ritmos vertiginosos y con cierto carácter de espectacularidad  y profesionalismo.

Personalmente tengo claro hacia dónde me gustaría que se dirigiese y hacia donde se debe dirigir si queremos que se incluya como uno de los deportes con más espectacularidad que existen, porque tiene todos los ingredientes necesarios.

¿Y que me decís de los pacers? “Pace runner” o “pacer” se define como “compañero de ruta” o “liebre”. Se permite únicamente como una consideración de seguridad para los corredores fatigados. No pueden aportar ninguna ayuda física o mecánica en ninguna de las zonas más técnicas ni pueden hacer de muling con  alimentación, hidratación o material obligatorio.

¿Por qué USA sí y Europa no? ¿Os imagináis UTMB con pacers? La mítica Western States, considerada la madre de todas las 100 millas, permite que los corredores puedan ser acompañados en ciertos tramos por pacers. Sin ir más lejos, Tim Freriks, el ganador de Transvulcania 2017, estuvo acompañando a su amigo Jim Walmsley, quien finalmente se retiró cuando iba encabezando la carrera.

¿Os imagináis a Miguel Heras haciendo de pacer para Kilian Jornet en el próximo UTMB? ¿O ver pasar a Luis Alberto Hernando por Champex-Lac acompañado de su inseparable mentor Sergio? ¿Y si a los americanos les hacemos jugar con las reglas que tienen en USA podrían estar en ventaja?

Pues esa situación, por desgracia, es difícil que la veamos. Sin lugar a dudas el grado de estrategia y espectacularidad aumentaría en un porcentaje muy alto, las carreras interminables de 100 millas se rebajarían en tiempo y sería mucho más fácil “paquetizar” y dinamizar las retransmisiones de más de 20 horas que se hacen en Chamonix. ¿Os imagináis que algún día vemos bajar de 3:40 en Zegama? Como en cualquier maratón del mundo salen las liebres para lanzar la carrera y después cada uno juega sus cartas en la parte final.

Está claro que el debate está servido. Es raro que aquellos que piensan que las carreras de montaña  deben ser una lucha contra uno mismo en el que la asistencia rompe con el misticismo del circuito en solitario se apunten a pruebas tan multitudinarias en las que entran por sorteos o pagando unas cuotas -a mi juicio desorbitadas- para correr por la montaña.

Por lo tanto, siguiendo la línea de ser un deporte respetuoso con el corredor y sobre todo con el medio en el que nos movemos, debemos de evolucionar hacia formatos que realmente enganchen y tengan un factor diferencial.