Rumbo al Marathon des Sables

Anna Comet: entrenando para el Marathon des Sables

Los aspectos clave de la preparación para el gran reto en el desierto

Por Anna Comet/Elena Moro

3 minutos

Foto: José Miguel Muñoz

Para entrenar una carrera de estas características hay que tener en cuenta muchos aspectos. Ya sea para afrontarla en busca del mejor resultado posible y poniendo a prueba el rendimiento deportivo desde un enfoque profesional o para afrontarla y conseguir terminarla con dos garantías: no lesionarse y disfrutarla tanto como sea posible.

Tres aspectos clave

1. Hay que llegar preparado mentalmente y esto es algo que no se consigue de un día para otro. El trabajo mental es largo y, casi, inconsciente. La cabeza tiene que tener muy claro cada aspecto, haberlos pensado, soñado y asimilado durante semanas y meses.

2. Hay que llegar preparado físicamente. Son muchos kilómetros, muchas horas. En condiciones meteorológicas complicadas. Los pies sufren mucho por el terreno. Se va cargado con una mochila que rondará los 7 kg de inicio.

3. Hay que llegar preparado logísticamente. Las comidas, la gestión del peso en la mochila, el material.

Parece que únicamente podamos entrenar la parte física, pero las otras dos son igual o más importantes. Estamos intentando no dejar nada al azar. Todo aquello que podamos controlar, estamos procurando tenerlo bien atado. Y cuando hablo en primera persona del plural es porque detrás de mi hay un equipo de personas que velan para que cada pequeño detalle esté bajo control: mi entrenador, los fisios, el médico, la nutricionista, mi marca y el apoyo incondicional de mi marido. En carrera podrán pasar muchas cosas que no tendremos controladas y es por ello que debemos contar con el plan A, B y C si cabe.

Seguramente suene un poco obsesivo, pero es que nada es gratis en esta vida. El otro día leía un post de Oriol Cardona tras su segunda victoria en los sprints de la Copa del Mundo de esquí de montaña: “Difficult things take time” y pensé que tenía mucha razón

Mi gran objetivo es llegar allí muy fuerte físicamente, con la cabeza muy serena, pero dura y bien preparada y que cada cosa que haya cargado en la mochila tenga su sentido y su función. Para ello, hace meses que combinamos el entrenamiento de los tres aspectos de los que os he hablado, pero hoy nos centramos en el aspecto físico. Terminé la temporada a mediados del mes de noviembre, me cogí dos semanas enteras de descanso absoluto y después iniciamos un período de dos meses de trabajo muy intenso. Meses durante los cuales nos centramos en el cros y en alguna carrera de 10k de asfalto, pero siempre con el objetivo de Marathon des Sables en el horizonte. Había que sacar la carbonilla. A partir de entonces empezamos a sumar: muchas horas de picar piedra, que me gusta decir: km de correr con y sin mochila y a diferentes intensidades. Desde largas jornadas hasta entrenamientos cortos y muy intensos. Muchos km en bicicleta y muchos metros de desnivel en esquí de montaña para evitar el impacto y poder entrenar muchas horas evitando lesiones y sobrecargas. Muchas horas de gimnasio tanto para prevenir y evitar lesiones, algo clave para tener esa continuidad tan necesaria para mejorar el rendimiento, como sesiones de fuerza pura y dura para dar pasos adelante.

Seguramente suene un poco obsesivo, pero es que nada es gratis en esta vida. El otro día leía un post de Oriol Cardona tras su segunda victoria en los sprints de la Copa del Mundo de esquí de montaña: “Difficult things take time” y pensé que tenía mucha razón. Pero no todas las personas que estaremos en la salida de la 36º Marathon des Sables estaremos con los mismos objetivos y tengo el privilegio de acompañar a Elena Moro en su preparación. Elena quiere vivir esta experiencia y que cuando cruce el último día la línea de meta, sea una experiencia positiva y para ello nos centramos en dos aspectos muy importantes:

  • en preparar las articulaciones y los músculos para que estén acostumbrados al impacto y que puedan aguantar bien esos 250 km.
  • en aumentar su capacidad aeróbica para que pueda gozar de las etapas sin sufrir demasiado el cansancio.

¡Pero le dejo la palabra a ella y le cedo su protagonismo para que os cuente un poco qué es lo que estamos haciendo!


 

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