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Salomon fabricará zapatillas personalizadas

La revolución del concepto S-LAB ME:sh

Daniel Sanabria

Salomon fabricará zapatillas personalizadas
Salomon fabricará zapatillas personalizadas

Hace una semana asistimos en exclusiva al Art Design Center de Salomon, pulmón tecnológico de la marca francesa ubicado en Annecy. Allí, entre sus paredes, nacen ideas que se transforman en zapatillas, ropa o complementos varios para corredores de montaña. Impresiona entrar en este inmenso edificio, feucho por fuera, pero mágico por dentro. Es un auténtico santuario del trail. Y de sus atletas. Los pasillos están adornados por cientos de imágenes del que –probablemente– es el mejor equipo del mundo: Kilian Jornet, Dakota Jones, Caroline Chaverot, Francois D’Haene, Mira Rai, Miguel Heras…

Aunque Kilian merece un capítulo aparte. Le tienen auténtica devoción. Y no es para menos. De hecho, la zapatilla que nos presentaron en exclusiva se inspira en su figura y en una petición que el atleta le hizo a los especialistas de producto en el año 2008. “¿Podríais construir una zapatilla que tenga exactamente la forma de mi pie?”. Unos meses después el equipo de diseño de Salomon le entregaba a Kilian un prototipo de zapatilla que a día de hoy -firmada por su propio puño- luce en los laboratorios de la marca.

Casi diez años después, la idea de tener una zapatilla personalizada para correr ha dejado de ser exclusividad de Kilian. No hace falta ser un elite. Para eso ha nacido el S-LAB ME:sh, así, con dos letras en mayúscula y dos en minúscula separada por los puntos. El nombre es lo de menos, lo que importa es el concepto. Hablamos de obtener una zapatilla única, tu zapatilla, construida a imagen y semejanza de tu pie. Para ello Salomon propone un método revolucionario en el que se estudiará el pie del corredor con una serie de máquinas y análisis para después -asesorado por un especialista en biomecánica- elegir los parámetros de calzado que mejor se adapten a sus necesidades.

Así, se podrá optar por hasta 7 especificaciones técnicas, incluyendo la cantidad de inserciones de amortiguación, el drop, la anchura de la horma o el tipo de suela; un conjunto que será rematado por un corte de malla que envuelve nuestro pie a modo de calcetín, alejándose del tradicional concepto de upper. Por supuesto, también podremos elegir los colores e incluso serigrafías personales que serán visibles (nombre del corredor, un eslogan, una firma, etc). El número total de combinaciones posibles entre el abanico de componentes y la gama de colores disponibles es de 531.441. Es decir, podrás tener una zapatilla única en el mundo.

Para lograr esta fabricación personalizada Salomon construyó dos máquinas robóticas llamadas Mauricio y Bea. La primera se encarga de construir el tejido S-LAB ME:sh que recubre la zapatilla mientras que la segunda hace el ensamblaje del conjunto de piezas. Para tener una idea de lo que estas dos máquinas suponen para la marca francesa daremos unos datos. El total de operaciones por las que pasa una zapatilla en su proceso de fabricación (incluyendo las mecánicas y las manuales) es de 180. Para crear un par de S-LAB ME:sh se necesitan solo 30. Cuando Kilian pidió aquel prototipo en el año 2008 fue necesario invertir 30 horas de trabajo en conseguirlo. A día de hoy el tiempo completo para procesar una zapatilla personalizada en los laboratorios de Salomon es de 112 minutos y 47 segundos.

Sin duda, podemos estar ante un momento que marque un antes y un después en la producción de zapatillas deportivas. El proyecto llegó a la calle el 1 de junio. Tan solo 9 establecimientos del mundo (ocho en Francia y uno en Bélgica) cuentan en sus instalaciones con la maquinaria necesaria para realizar el estudio a los atletas y empezar a construir zapatillas basadas en el concepto ME:sh a gente normal.

Este complejo proceso de fabricación personal de zapatillas tendrá –lógicamente– un coste elevado. Hablamos de precios que oscilarán entre los 200 y 300€ y un tiempo de espera de unas 3 semanas desde que se realice la petición de la zapatilla hasta que la recibamos. La llegada del concepto ME:sh a España está estimada para el 2018, aunque a partir del 1 de septiembre se podrán concertar citas en la web de Salomon para visitar la central de la marca francesa en Annecy y, en sus laboratorios, conseguir una zapatilla personalizada.

“Este proyecto nació porque pensamos que la individualización del calzado en el futuro será crucial. Queremos convertir las zapatillas en extensiones del pie del corredor y desplazar la producción de la propia zapatilla lo más cerca posible del usuario”, aseguró Jean-Marc Pambet, presidente de Salomon.