Entrenar en ciertas épocas del año, cuando las temperaturas están en un extremo o están en otro, es complicado. Si en verano las recomendaciones van más encaminadas a no entrenar en las horas centrales del día, a hidratarse correctamente, o a protegerse del sol. En invierno casi podríamos hacer lo contrario (exceptuando la hidratación, que esta siempre es importante).
Obviamente en escenarios extremos con hielo y nieve, hay que protegerse bien del sol.
Los constantes cambios de temperatura debido a la altitud, rachas de viento (en muchas ocasiones muy frías), lluvias, nieve, etc. hacen que nuestro organismo se tenga que enfrentar a muchas variaciones térmicas. Es por ello que tanto para entrenamientos como para competiciones, debemos aplicar la teoría de las capas.
Esta teoría, en la que cada capa cumple una función, nos ayuda a crear un microclima personal.
1. Primera Capa (Capa Base): La gestión de la humedad
La función de esta primera capa ha de protegernos de nuestro sudor, y para ello debe alejarlo lo más rápidamente de nuestro cuerpo para que este no se enfríe. Para esta primera capa lo ideal sería irse a una prenda fabricada con Lana merino, ya que regula la temperatura de manera excepcional y resiste muy bien a los olores. Las fibras sintéticas como el poliéster o la poliamida también pueden formar parte de esta primera capa, ya que son tejidos que secan muy rápido (el algodón, por el contrario, absorbe la humedad, lo que haría que nos enfriásemos más rápido).
2. Segunda Capa (Capa Intermedia): Aislamiento térmico
El objetivo de la segunda capa, es retener nuestro calor corporal y aislarnos del entorno.
Dependiendo de la actividad que se realice y donde se realice, podemos optar por una chaqueta de entrenamiento, o un forro ligero que nos permita correr con flexibilidad. También es conveniente que tenga cremalleras para en un momento dado poder ventilar de forma rápida si fuese necesario.
3. Tercera Capa (Capa Exterior): La Coraza contra los Elementos
La tercera capa es la de protección, y va a ser muy útil en las condiciones más extremas, en altitudes elevadas o en días en los que la lluvia, el aire, o la nieve estén presentes. El objetivo de esta capa es bloquear esos elementos, permitiendo además que el vapor y sudor generado por las dos primeras capas pueda escaparse.
Aquí puedes optar, dependiendo del día, por un cortavientos ligero o uno con Gore-Tex (en caso de lluvia o nieve).
Las mejores tres capas en la guía de material
Que no se escape el calor
Además de protegernos con estas tres capas, es importante saber que tanto cabeza como extremidades son los puntos por los que se pierde más calor, así que es recomendable utilizar calcetines de lana merino, mallas, gorro ligero y guantes.






