Esos barbudos que lucen abdominales y melenas al viento no pasan desapercibidos cuando vienen a España. Son los corredores americanos más queridos en nuestro país, a los que se les piden más fotos y autógrafos. Los tres hacen gala de una ostentosa barba que les hace inconfundibles en cualquier montaña del mundo. Hemos querido profundizar con ellos y hablar sin tabúes de sus barbas. Krupicka y Olson reconocen ser unos dejados y directamente pasan de afeitarse. Rob Krar tenía un motivo de más peso: conquistar a una mujer. Estas son sus historias… Bueno, las de sus barbas.
1. ¿Qué importancia le das a tu barba?
2. ¿Cuándo fue la última vez que te la cortaste?
3. ¿Te ayuda a recorrer largas distancias?
4. ¿Cortarías tu barba por alguna promesa?
KRUPICKA: “Cortarme la barba no es una experiencia traumática”
1. En realidad, no es tan importante, pero tener la barba larga es más cómodo que estar afeitándola.
2. No tengo demasiada barba ahora mismo, me la corté en noviembre, pero creo que de cara al invierno volveré a dejármela crecer.
3. Jajaja, no, creo que no.
4. Como decía antes, no tengo un cariño especial por mi barba, por lo que cortarla no suele ser una experiencia demasiado traumática.
TIM OLSON: “Mi barba, como las montañas, es escarpada”
1. Sinceramente, es una cuestión de pereza. No me gusta afeitarme, pasarme la mano por la cara y estar suave. Las montañas son escarpadas, por eso mi rostro también debe serlo.
2. Me la recorté hace unas pocas semanas pero en cuanto me descuido se riza demasiado y se pone pelirroja, y la verdad es difícil dominar. No me la corto entera desde hace varios años.
3. ¡Por supuesto, me sirve de almacén, puedo guardar geles en ella! Y también la uso como calefacción en los días fríos e incluso almaceno capas de hielo en ella para estar fresquito.
4. Ni hablar, ¡la barba es dopaje!
ROB KRAR: “La barba me aporta seguridad y confianza”
1. La mejor manera de describir lo que mi barba significa para mi es diciendo que me siento muy cómodo llevándola. Es un aspecto más de mi personalidad que me conecta con la naturaleza.
2. El nacimiento de mi barba es muy original… Me la dejé para impresionar a la que luego fue mi futura mujer cuando nos conocimos en 2009 en las montañas de Colorado. Cristina me dijo que la barba le parecía sexy y entonces la mía empezó a crecer sin medida…
3. En los momentos duros, sí. La barba me aporta seguridad y felicidad, y eso me da confianza y energía para conseguir mis objetivos en los entrenamientos y en las carreras.
4. ¡Lo dudo mucho…! Pero en la vida he aprendido que nunca hay que decir nunca.