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Correr por montaña y sus riesgos

El martes se producía el rescate de dos corredores en Picos de Europa con amplia experiencia

https://youtu.be/9BhSYmSUKw0

Correr por montaña forma parte de nuestras vidas, y al igual que en otros ámbitos de la misma se mima la seguridad sobre todas las cosas. En montaña hay que hacerlo más si cabe, ya que eso va a ser determinante para que haya el final feliz que todos queremos.

Da igual que seas un corredor principiante o un corredor muy experimentado, ya sea por inexperiencia, despiste o por exceso de confianza el resultado puede terminar siendo el no deseado. Es por ello que siempre, debemos planear muy bien nuestras rutas, (si son en alta montaña nunca debemos realizarlas en solitario). Hoy día existen muchas formas de que nuestros familiares sepan constantemente en qué punto de la ruta nos encontramos, pueden hacer un seguimiento en vivo a través de aplicaciones como Komoot o incluso Whatsapp (aunque muchos relojes GPS ya traen esa opción), en caso de que suframos cualquier tipo de percance, sabrán donde estamos.

Debemos de ser muy conscientes de que el entorno de montaña y la climatología son muy cambiantes, razón de más para prestar atención a los cambios que vayamos notando en el entorno que nos rodea y en nosotros mismos. No debemos escatimar en material. Esto siempre tiene que ir en la mochila:

  • 1 litro de agua.
  • Frontal.
  • Teléfono.
  • Manta térmica
  • Barritas energéticas, frutos secos, dátiles.
  • Chaqueta con columna de agua.
  • Silbato.
  • Reloj GPS con una batería que dure varios días.
  • Brújula (en caso de que el GPS no disponga de ella).

Una historia con final feliz

Rescatados dos corredores en el macizo central de Picos de Europa

El martes se publicaba en los medios, el rescate de dos corredores de montaña en el macizo central de Picos de Europa: Ramón González y Jose Antonio García. Ambos con una amplia experiencia partían el domingo de Poncebos para realizar la Ruta del Cares, recorrer la Canal del Agua, Jou de los Cabrones, Amuesa, Bulnes y regresar a Poncebos.

Todo iba bien hasta que la niebla les desorientó, comenzaron a destrepar una pared, y cuando se dieron cuenta estaban enrisacados a 1.600 metros de altitud, bastante alejados de la ruta inicial.

El mismo domingo por la noche se dio el aviso, el lunes comenzaba el operativo de rescate por parte del SEREIM, UHEL y el SEPA. Ese primer día la búsqueda no obtuvo resultados. Sí lo hizo en la jornada del martes, cuando unos montañeros lograron escuchar la llamada de auxilio gracias a los gritos y al silbato de emergencia de las mochilas de los dos corredores. Ambos fueron localizados en una repisa, abrazados, con síntomas de agotamiento y deshidratación.

Según sus propias palabras: “Decidimos no movernos y es lo que nos ha salvado. Pudo haber salido mal, si llegamos a estar otra noche no sabemos lo que hubiera sucedido. Sufrimos mucho, lo pasamos muy mal, sobre todo por las noches, hacía mucho frío. Llevábamos un pantalón corto. Esta mañana comimos la última mitad de barrita energética. El sitio estaba muy complicado, salimos rozando las peñas. Hemos tenido suerte hasta en el rescate”, concluyeron.

Fuente: El Comercio

En este caso, el conocimiento de la zona, el no tomar decisiones apresuradas y el llevar un mínimo de material, posiblemente ha librado a ambos de un final no deseado. La experiencia ha estado de su favor. Ramón González es un gran corredor de montaña cántabro, vencedor del Desafío Cantabria a punto estuvo de robarle a Santi Obaya la victoria en el Desafío Somiedo de 2013 cuando se quedó a tan sólo 11 segundos en uno de los Desafíos más emocionantes que se recuerdan.