Alfredo Gil (Béjar, 1980) ha firmado una de sus mejores temporadas con dos grandes victorias en el Maratón Alpino Madrileño y el Marató Ultra Pirineu. Charlamos con él a horas algo intempestivas pero el atleta de La Sportiva no se esconde y se moja sobre los temas de actualidad: cree que Kilian se ha cansado de ganar, rechaza la fiebre de la ultradistancia y apuesta por el maratón, se siente un privilegiado por tener un patrocinador que le respalda y admite haber intentado bajar su musculatura pero no lo ha logrado nunca.
Hola Alfredo. Tu caso es curioso porque no vienes del atletismo en ruta ni del triatlón o el esquí de montaña como otros corredores, sino del mundo del fútbol.
Sí, toda mi vida he jugado al fútbol, pero un día descubrí las carreras de montaña. Fue más por la montaña que por la carrera en sí, porque a mí la montaña me gusta mucho y así fue como me picó el gusanillo. Mi primera carrera fue en 2006.
¿Ya empezaste con ese nivel tan alto que tienes ahora o eras uno más del pelotón?
No, yo empecé para disfrutar de la montaña y me importaba poco si me adelantaban dos o yo adelantaba a alguno. Fue a raíz de ser campeón de Castilla y León, en el año 2008, cuando ya empecé a tomármelo más en serio y entrenar de manera específica para esto. Dejé el fútbol porque no era compatible con esto porque es un deporte muy lesivo, y empecé a mejorar como corredor poco a poco.
¿Cómo y cuándo entrenas para compatibilizarlo con tu trabajo?
Llevo trabajando desde los 17 años de fontanero (y tocando madera para que no falte) y ahora en invierno es más difícil porque anochece antes, pero me pongo el frontal y al final saco una hora y media al día para entrenar. En verano tengo más tiempo y hago rodajes más largos.
Este año has ganado dos maratones importantes. ¿Es tu distancia predilecta?
Sin duda, sí. Las carreras de 30 a 42 kilómetros son en las que me siento más cómodo. Las que son más cortas y rápidas no me da tiempo a explota bien del todo, y es en maratón donde puedo sacar todo mi potencial. Ultras no hago, la gente me lo pide pero mi cuerpo no, y los entrenamientos que requiere un ultra son mucho más largos y ahora no tengo tanto tiempo.
¿Están infravaloradas en España las carreras que no son ultras?
Yo creo que sí. Ganas un ultra y parece que eres el más grande, y ganas una carrera más corta o un kilómetro vertical, que son muy exigentes, y no está valorado. Aunque sean carreras que duren 40 minutos te exigen más que un ultra porque son más agónicas y aquí en España nadie se fija en ellos. Sales fuera, por ejemplo a Italia, y los kilómetros verticales tienen la misma importancia que los ultras. Aquí hay demasiada obsesión con la ultradistancia.
Para ti, como para tantos atletas, es una carrera talismán. ¿Te ves ganándola algún día?
Zegama es especial, siempre van los mejores. No pienso en ganar pero tampoco pensaba que algún día sería campeón de España y lo fui. No sé, quién te dice que un día en Zegama no te vas a encontrar en el kilómetro 30 muy fuerte y puedas apretar para llegar el primero… Yo siempre que voy a Zegama voy con la ilusión de estar ahí delante.
¿Pertenecer al equipo de La Sportiva es un privilegio?
Sí, tener unos compañeros como los que tengo en La Sportiva es un verdadero lujo. Compartir con ellos muchos momentos y con todo el equipo de la marca es un privilegio. Nos ayudan con material y nos cubren gastos de desplazamientos a carreras, alojamiento y dorsales. Se ocupan de que no nos cueste absolutamente nada ir a las carreras, que ya es muchísimo en este deporte.
Eres de Béjar como Miguel Heras, ¿es un referente para ti?
Por temas de trabajo apenas coincidimos para correr, pero tengo muy buena relación con él. Alguna vez sí quedamos y entrenamos juntos. Yo creo que para todos los corredores de montaña Miguel es un referente. Es una persona en la que te acabas fijando porque en esto del trail running lo ha conseguido casi todo; es noble, sencillo, un ejemplo a seguir.
Para ser corredor, eres muy corpulento. ¿Trabajas mucho en gimnasio?
No, siempre he estado bastante musculado aunque he intentado bajarlo, pero no lo consigo porque es mi anatomía. No soy capaz de quitarme los músculos de encima, he intentado adelgazar pero es imposible jajaja.
¿En qué tipo de terrenos te mueves mejor?
Me gusta bastante bajar, me siento más cómo bajando en terreno técnico, en rampas con mucha piedra y complicaciones.
¿Ahora en invierno cómo entrenas?
En invierno siempre he estado enredando con la tabla de snowboard, pero ahora me estoy iniciando en el esquí. En estos meses prefiero meter más volumen que calidad.
Tú que has competido contra Kilian, dinos la verdad: ¿Es invencible?
Hay corredores que le pueden llegar a vencer en alguna prueba, como Luis Alberto en Transvulcania, pero si Kilian se propone ganar una carrera concreta, a día de hoy no existe un tío que le pueda vencer. Pero ya está a mil cosas y creo que las carreras ya no le llenan tanto como antes. Se ha dado cuenta de que cualquier prueba que se proponga la consigue y ya está buscando otro tipo de desafíos.
¿Da rabia que el trail apenas ocupe espacio en los periódicos deportivos?
La verdad que sí da pena, pero los que estamos en esto lo hacemos porque nos gusta. Si lo hiciéramos por dinero, lo llevábamos claro… Pero sí da rabia leer la prensa y no salir por ningún lado. Hay mucha más gente de lo que parece metida en esto del trail running.
¿Qué objetivos tienes en tu calendario de 2016?
Lo hablo con mi entrenador y con mi patrocinador, y ya concretamos objetivos. Me gusta el campeonato de España bastante a conciencia y este año creo que la Copa también la haré. Tal vez incluso la Copa del Mundo. Y por supuesto Zegama, que es innegociable.
