comitium

Pablo Villa y Oihana Kortazar estrenan el nuevo recorrido de Tres Valles

La prueba salmantina, ahora de carácter bienal, celebró la cuarta edición luciendo su espectacular Sierra de Francia

Daniel Sanabria. Fotos: Arte Deportivo.

Pablo Villa y Oihana Kortazar estrenan el nuevo recorrido de Tres Valles
Pablo Villa y Oihana Kortazar estrenan el nuevo recorrido de Tres Valles

Había ganas de Tres Valles. Muchísimas ganas. Porque la espera había sido más larga de lo habitual. Concretamente de 728 días. Y es que, por decisión de la propia organización y para otorgar el valor merecido a un producto que en solo tres ediciones se había convertido en un fenómeno, el evento adquiere carácter bienal. Se celebrará cada dos temporadas, como el prestigioso Trofeo Kima. Y en esta tocaba.

Ha sido una edición cocinada a fuego lento, en la que se ha tenido mucho tiempo para pensar, analizar y decidir. Y entre las decisiones un nuevo recorrido para la prueba larga, con un trazado más técnico y montañero que antes, aumentando mil metros el desnivel acumulado (5.000 ahora) en una distancia similar cercana a los 35 kilómetros. Unas cifras que erizan el vello. Junto a la clásica Tres Valles su hermana pequeña, llamada Skyline, con 21 kilómetros y 2.600 metros de pendientes. Un menú que en la provincia de Salamanca solo puede ofrecer la Sierra de Francia.

Ambas pruebas nacen y mueren en La Alberca. Hablamos de una reliquia medieval en la que uno pierde la noción de la era en la que vive. El silencio de sus callejones y sus adoquines desalineados confluyen en la plaza del Ayuntamiento, lugar de recreo y ocio de nativos y forasteros. En el corralito de salida el más aplaudido fue Miguel Heras, atleta de la tierra. Lucía el dorsal número 1 y ejerció como tal durante más de 25 kilómetros. Entre las rocas del Parque Natural de Las Batuecas el bejarano se abría paso a un ritmo que nadie pudo seguir. Lo previsible. Coronó con facilidad la Peña de Francia y su majestuoso santuario para deleite de sus paisanos, que disfrutaban de la exhibición. El día acompañaba. Brilló el sol como nunca antes lo había hecho en una edición de Tres Valles, dibujando un marco que contrastaba con la última, donde la niebla hizo imposible ver más allá de tu propia zancada. Que se lo digan a Tommy Rivers, el hipster de Arizona. Llegó desde Estados Unidos y regresó a su carrera preferida para correr con dos trapos mal puestos. “Para mí buen tiempo es lo que pasó la última vez", espetó socarrón en la línea de meta.

Una meta en la que vecinos del pueblo, curiosos y turistas se arremolinaron durante toda la jornada. Hubo jarana. Sobre todo cuando se anunció la inminente llegada de Miguel Heras a La Alberca y pocos minutos después aparecía ante la sorpresa de todos Pablo Villa. Fallaron las previsiones en carrera, la tecnología, la lógica o las fuerzas de Miguel. Tal vez todo a la vez. Pero sin que nadie lo imaginase el corredor leonés tiraba abajo la cinta de meta, que no estaba ni preparada. En menos de cuatro horas Pablo completó el nuevo recorrido de Tres Valles, y lo hizo en silencio, con misticismo, fiel a las normas de este valle magnetotérmico. Cogió a Miguel subiendo al Portillo, último punto de control, ya pasado el kilómetro 30, y voló cuesta abajo multiplicando su ventaja. Es la primera gran victoria del año para él tras su plata en Transgrancanaria. Otra dosis de confianza.

Unos minutos más tarde, roto físicamente, sin nada dentro, llegaba Miguel Heras. La estampa del abrazo entre ambos podría entenderse como un relevo generacional. Con la camiseta roja de Salomon un tipo que ha sido podio en UTMB, con varios títulos nacionales y triunfos en Transvulcania, San Francisco o Templiers. Con la negra de Nike un chaval campeón del mundo con la Selección Española, ganador de Ultra Pirineu y la ilusión de conquistar la meca del ultra-trail europeo: Chamonix. Son el pasado y el futuro del trail fundidos por un presente que les unió en la cuarta edición de Tres Valles. A la fiesta se sumó poco después el joven Guillermo Ramos, con un bronce con sabor a oro puro. Nunca se ha subido a un podio con tantos quilates a su lado.

En categoría femenina dos corredoras acaparaban toda la atención y las apuestas: Oihana Kortazar y Paula Cabrerizo. La atleta vasca, que ya no se prodiga como antes en competición, peleó contra una Paula que ha firmado un primer cuarto de temporada espectacular, con victoria incluida en Louzan Trail (Golden Series). Y suya fue la iniciativa y el ritmo de carrera durante gran parte del recorrido. Hasta que reventó. Con Oihana siempre al acecho, la atleta madrileña se retiraba en el tramo final cediendo en bandeja el triunfo a la corredora guipuzcoana. Completaron el podio femenino Desirée Parajón y Raquel Ronco.

Mucho antes que Pablo, Miguel, Oihana y compañía habían llegado los primeros atletas de la modalidad Skyline. Entre los hombres la victoria fue para Antonio Martínez (segundo en el Maratón Transgrancanaria y ganador en la Mitja Pirineu) mientras que entre las féminas reinó la castellana Patricia Muñoz.