De la mente de un loco aventurero por las dunas de Erg Chebbi, los viajes a Merzouga y la compra de víveres en Rissani, nació un evento deportivo que se sitúa tras 11 años de vida, en una experiencia deportiva para todo tipo de corredores populares.
La Desert Run es una carrera de tres etapas por la zona geográfica de Arfoud, disfrutando de los paisajes, “sufriendo" lo necesario y siempre con la mejor gastronomía, cultura y la buena gente que habita esa zona de Marruecos, tan lejos y tan cerca de nuestras urbes al otro lado del estrecho.
Desde el año 2009, la Desert Run sale en un avión chárter a Errachidia cargada de ilusión, esperanza y unos corredores que aún no sabían a lo que se iban a enfrentar. Muchos nerviosos por los nervios del debut, otros incapaces de dormir pensando en las marcas en medio del desierto, las banderolas y los GPS que marcarán una ruta en la hamada, palmeras, oasis y campamentos nómadas.
Estábamos a sólo 5 kilómetros de la ciudad de Arfoud, en el corazón de la región del Tafilalet y estratégicamente ubicados entre el gran palmeral del valle del Ziz y las majestuosas dunas del Erg Chebbi. Nadie imaginaba que “las puertas del desierto" se abrieran de esta forma a los corredores populares. Por donde cruzaban las pistas y rutas del París-Dakar corrieron nuestros participantes día tras día desde aquel lejano 2009 hasta 2019 y su 11º aniversario. Once años de desierto del Sahara rodeando las más de 300 pequeñas kasbahs y poblados de tradición nómada, beduinos y bereberes.
No les hablamos de superhombres, etapas “maratón" o en autosuficiencia. La Desert Run es compañerismo, naturaleza, recuperar el viejo sabor de los viajes de aventura con una experiencia única en el fascinante Marruecos, y alejados de los clásicos Marrakech y Casablanca.
En lo meramente deportivo o competitivo, los ganadores de la prueba fueron los atletas Anna Comet y Alejandro Rosario, siendo Anna la 1ª mujer que termina campeona absoluta de la prueba por delante de todos los hombres. Tras ellos, solo 99 atletas concluyeron las tres etapas y pudieron recoger su medalla conmemorativa de la XI Desert Run, un trofeo en forma de fósil y con su nombre grabado, que seguro que será un recuerdo para toda la vida de la experiencia vivida en los 62 km de esta edición de la prueba africana.
La prueba contó con la organización de Sportravel, la colaboración de Xaluca, el patrocinio de 226ERS y las revistas del grupo Motorpress Ibérica: Corredor, Oxígeno y Trail Run.