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La metamorfosis del doping

“Doparse sale casi gratis, es relativamente fácil"

Gobitu. Foto: archivo UTMB.

La metamorfosis del doping
La metamorfosis del doping

Hace unas semanas saltaba una vez más la polémica sobre el doping con la participación en una carrera de montaña de un corredor (en este caso, Sergio Sánchez) que estuvo sancionado por dopaje dos años por consumo de Epo. Las redes sociales se incendiaron con todo tipo de salidas de tono entre defensores y detractores del atleta en cuestión, en algunos casos incluso rayando la lesión cerebral.

Llegados a este punto y sin entrar a valorar quién tiene la razón,  lo que más me llamó la atención esos días es que, para bien o para mal, no hay una conducta universal para digerir esto precisamente porque nuestro bendito país ampara este tipo de actuaciones. Nuestras leyes permiten que doparse te salga casi gratis y no promueve que los controles antidoping sean asequibles, así que el que quiera doparse y hacer trampas lo tiene relativamente fácil.

Ya no me voy a meter en los prejuicios personales que acarrea esto para los deportistas en cuestión. Que asuman las consecuencias. A la vista está en los últimos años las muertes en extrañas circunstancias de algunos de ellos por "depresión" y por esa poderosa y  mentirosa metamorfosis. Desde luego no somos plantas que hacemos la fotosíntesis de manera natural. ¿Creemos que vamos a ser mejores así? Si te dopas, te jodes y asumes las consecuencias. Como dicen mis amigos de Valdeón: "si no sabes, pa qué te metes".

A mí personalmente no me gustan los tramposos, no soporto la mentira ni los mentirosos y no de ahora. Yo tengo las cosas muy claras al respecto pero ahora vayamos por partes.

En casos de dopaje "la ley" después de dos años de sanción te permite volver a competir como antes. LA LEY, no el organizador de una carrera. Y aquí es donde quiero incidir. A muchas carreras se les está criticando incluso faltando al respeto por "permitir" que compitan tipos que han cumplido con su sanción. Entonces es cuando experimentamos nuestra propia metamorfosis y nos rasgamos las vestiduras demasiado rápido con ciertos personajes, pero después en función de si nos conviene o no adoramos y vanagloriamos a otros deportistas que TAMBIÉN HAN SIDO SANCIONADOS POR DOPAJE. Ahí los tenemos disputando el Tour por poner los ejemplos más reconocidos. Pensar es mucho más difícil de lo que creemos. Hoy leyendo un artículo muy interesante sobre esta frase hablaba de que debemos desconfiar de nuestras opiniones de hoy por la sencilla razón de que, en el mejor de los casos, son la rémora de nuestras opiniones de mañana. Y además, porque una opinión es tan sólo eso: un pensamiento detenido y, con el tiempo, un prejuicio anquilosado.

El corredor que un día se dopó cumplió su sanción. ¿Qué hacemos ahora? ¿Lo amarramos a un árbol para toda la vida? ¿Se merece una segunda oportunidad? ¿Nos la merecemos nosotros cuando cometemos un error? Nos resulta muy fácil emitir juicios de valor cuando hablamos de los demás pero en cambio nos cuesta un huevo y parte del otro asumir nuestras culpas. Y ojo que no los estoy defendiendo, pero sí me llama poderosamente la atención nuestra actitud frente a este problema. Me jode bastante escuchar, en muchos casos por envidia o por ignorancia, "este tío va hasta las cejas"o cosas por el estilo. Me parece gratuito totalmente escuchar esto de algún corredor de montaña que se piensa que es muy bueno porque alguien al que ganaba hace unos meses ahora le somete carrera tras carrera. Creo que esto lo hemos vivido todos alguna vez. Esa es la razón por la que al cerebro le conviene ejercitar una actitud mental siempre rebelde. Pero rebelde con los demás y rebelde consigo mismo. Porque cuando esa rebeldía se transforma en certidumbre, deja de inspirarnos para tan sólo afianzarnos. Y es entonces cuando el pensamiento transformador desaparece y perdemos la razón.

Utilizamos (yo también) las redes sociales como un arma de doble filo: nos permitimos interactuar con millones de personas procedentes de todo el planeta, informarnos en tiempo real y compartir trabajos con una comunidad activa, pero al mismo tiempo creamos alienación y egodependencia… El virus del narcisismo parece habernos golpeado a todos pero con este tema ‘cuidao’.

No juzguemos sin causa. No sabemos tanto como pensamos.