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Historias para dormir…bajo tierra

Una historia que podría ocurrir hoy en día……..o no

Gobitu.

Historias para dormir…bajo tierra
Historias para dormir…bajo tierra

Esta podría ser la historia de cualquier pueblo o localidad que tiene sus raíces en las entrañas de la tierra y que viene forjada por muchos de sus paisanos que durante años arriesgaban su vida por un bienestar en múltiples formas. Formas que, sin embargo, también subyacen en los turbios sueños de cualquier pesadilla provocada por las malas conciencias o un trago de más en esas tabernas donde se derramaban litros de vino, para remojar los sedientos gaznates después de una dura jornada bajo la tenue luz de un candil. En cualquier caso, la realidad siempre supera a la ficción…….o no.

Esta es una historia de encuentros y desencuentros, de amistad y de rechazos y también de todas esas ‘virtudes’ que nos rodean y por las cuales nos significamos. Ira, venganza, envidia, avaricia y orgullo son algunas de nuestras prendas de vestir que ninguno lucimos pero que muchos mostramos.

Hace ya un tiempo que suenan tambores de guerra en el reino y se debaten entre el querer y el poder. Hubo un día en el que 4 amigos tenían un juego, una idea, un proyecto en común que gracias a su buen hacer lograron sacar adelante. Esa carrera de montaña nos encandiló a todos creo yo. La recuerdo con cariño porque la magia residía bajo tierra. El esfuerzo y el compañerismo cuando tu labor se encuentra en apenas unos centenares de galerías es la clave de la convivencia para todas las gentes de bien. Solo esos héroes tiznados de negro saben lo que conlleva el trabajar unidos.

Unos años después, al igual que todo en la vida, ese proyecto se resquebraja para dar paso a nuevas variantes que nos logren deleitar. Ya nunca será lo mismo. Ahora todo esto se ha transformado en unas formas circulares que se cortan en triángulos y se guardan en cajas cuadradas. El mensaje es claro. La incoherencia es deliciosa.

Hace ya más de 500 años Galileo demostró que el mundo NO gira a nuestro alrededor, pero es evidente que la humanidad aún no ha captado el mensaje. En esa bonita localidad alguno o algunos quisieron pasar la mopa antes de barrer y así no es. Todo empezó el día que dejaron de saltar encima de los charcos porque se manchaban la ropa. En una historia de estas siempre tiene que aparecer el benévolo impostor, ese que reparte la bondad de sus mentiras como si un panadero fuese.

Y la ruptura llegó por culpa de la mentira y la desconfianza. En el momento en que se puso el cocido al fuego la perola estalló, y vaya si estalló. A día de hoy todavía siguen recogiendo el caldo esparcido cada vez más. Al maléfico impostor ya no le querían en el poblado y él entendió que el poblado era suyo y que no podrían subsistir sin él. Entonces sacó de su aterciopelada chistera todo tipo de conjuros malvados que se encargaba el viento de disipar como la niebla en las montañas. Logró persuadir a los más agnósticos de conciencia y la separación se hizo inevitable. Solo un bando, el amparado por la gran mayoría del poblado, quiso rehuir la lucha y buscar un nuevo sueño, mientras el otro, el menos fuerte, se perdía y se sigue perdiendo en las luchas en el barro. Solo hay una realidad y muchos jueces. Tarde o temprano, todos acabamos siendo la moraleja de la fábula de alguien y en ese pueblo minero tan bonito todavía quedan personas que ahora tienen los pies en la tierra pero por dentro nunca dejaron de volar.

Ahora en el bando contrario saben que el ‘no’ ya lo tienen, por lo tanto sólo les falta ir a por el ridículo. Mientras tanto las gentes de los pueblos de alrededor que también les llegaba el caldo derramado les dejaba en el abismo que separa las dos realidades. Nadie aparte de los más cercanos a ambos bandos sabe del todo cual es la realidad, y yo les digo que si nadie ha probado a meterse nunca en un laberinto, nadie sabe lo que se pierde. Yo ya dicté mi propia justicia y es que a día de hoy si crees que lo has visto todo, prueba a cerrar los ojos...............

Esto es una historia de amor.......................o no.