Ayer por la tarde la organización de la Val d’Aran by UTMB® anunciaba la suspensión de las dos grandes pruebas de su programa, la CDH y la VDA, por una fuerte tormenta con rayos, truenos, viento, lluvia e incluso granizo. Más de 1.000 corredores se encontraban en la montaña en ese momento y las malas condiciones meteorológicas y del terreno obligaron a tomar una decisión difícil y pero 100 por 100 acertada.
Un total de 544 participantes tomaron la salida de la VDA, la prueba de 163 kilómetros y 10.000 metros de desnivel, a las 4 de la tarde desde Vielha con un tiempo totalmente diferente al que se encontraron horas más tarde. En los primeros kilómetros de las 100 millas los corredores ya sumaban en sus piernas más de 1.200 metros positivos, ascendiendo al Tuc de Letassi a 2177 metros para crestear hacia el Montcorbisón (2.173m) y de ahí empezar a bajar a Bassa d'Oles, km 11 de carrera y primer avituallamiento. En las imágenes ofrecidas en el UTMB LIVE se vió cómo poco a poco lo que era un disfrute de carrera con espectaculares vistas de esta zona se fue convirtiendo en algo incómodo con lluvia y un viento molesto que complicaba ese primer fuerte ascenso y su posterior bajada. Una primera tormenta pasajera de verano que también apareció en las calles de Vielha, entre las cinco y seis de la tarde, y que las vació del público que habían presenciando la salida horas antes de la VDA y habían recibido a los primeros corredores de la CDH.
Los rayos del sol se iban colando entre las nubes y parecía que todo había pasado, sin embargo,no hay predicción exacta y en esta zona pirenáica nunca hay que fiarse, el tiempo es caprichoso y estamos hablando de zonas alpinas donde en cuestión de minutos el escenario cambia por completo. Y así fue. La tormenta se convirtió en una pesadilla para todos, corredores, organización, voluntarios, acompañantes, público...
Había que tomar una decisión ya que el recorrido de la VDA superaba cimas de más de 2.000 metros y ahí no se juega ni se duda. La organización decide neutralizar la VDA, de tal manera que todos los corredores que lleguen a la Artiga de Lin serán parados 40 minutos. Así como aquellos que se encuentren próximos a otros puntos de control en la otra carrera que había salido a las 6 de la mañana, estamos hablando de corredores que ya llevaban más de 12 horas en la montaña con el desgaste que eso supone tanto físico como mental.
La cosa no parecía que fuera a mejorar y los meterológos apuntan que tanto para la VDA en la zona de Poilaner dirección al Portilhon se iba a poner más fea y que para aquellos corredores de la CDH en la parte de Colomers, tampoco pintaba diferente. En el propio Vielha, que después un fuerte viento tiró abajo el podio y una carpa del 'Village' y las vallas de la zona de meta.
Con ese panorama, llegó el comunicado oficial de la carrera con la suspensión de ambas carreras. En el caso de la VDA concentrar al máximo de participantes en la Artiga de Lin, aquellos que estaban llegando, unos 188, e indicar a los que ya habían pasado este punto km 25 de carrera, que retrocedieran porque seguir hacia el Tuc Dera Escaleta, a 2.468 metros, se convertiría en un "auténtico infierno", como el tramo siguiente de carrera. Así expresó un corredor francés que era de los pocos corredores que ya habían pasado por Poilaner, entre ellos el portugués Miguel Arsenio, que iba liderando la carrera en ese momento. Pero ante esta situación, lo deportivo queda fuera, lo importante es la seguridad y ayudar en lo máximo posible la evacuación rápida de todos los participantes y voluntarios, especialmente aquellos que en ese momento se encontraban en las zonas más altas del recorrido.
Entre familiares, vecinos de Vielha y pueblos implicados, las personas que formaban el equipo de fotógrafos y video y todo el engranaje de seguridad de la carrera formado por la organización, voluntarios, Mossos, Bomberos, Gendarmes y el servicio de rescate del GREIM, se empezó a trasladar a todos los participantes a Vielha. Muchos de los corredores sin donde alojarse esa noche pensando que iban a pasarla en la montaña no contaban con hotel y se habilitó el polideportivo para que pudieran descansar y olvidar esta pesadilla.
Un trabajo paralelo de saber que todos los corredores estaban a salvo, tanto de la VDA como de la CDH, donde el grueso de la carrera se encontraba entre Colomèrs, Mont-Romies y Arties. Había que localizar a todos para que se fueran aglutinando en los puntos de control donde serían atentidos por la organización. Llamadas telefónicas desde el Centro de Mando (CECOR), al máximo de corredores posibles para saber cómo se encontraban, si estaban acompañados por otros corredores e indicarles que se dirigieran al punto de control más cercano, fuera retroceder o avanzar. En el algún caso hubo llamadas a corredores que ya estaban sanos y salvos en sus camas durmiendo pero al no haber avisado a la organización de ello, aparecían en carrera. De ahí la importancia siempre de estar atentos al teléfono, avisar y siempre poner el número de contanco de emergencia en el formulario de inscripción. Un gesto con el que se tarda muy poco pero que ayuda mucho en una situación tan compleja y complicada para la organización de una carrera. Añadir en este punto que la obligatoriedad del material es por algo y que muchos ayer agradecieron que el reglamento hubiera sido tan exigente.
Sin duda una decisión muy difícil de tomar pero la más acertada de todas y agradecida por la mayoría de los corredores, que ayer sumarán una anéctoda más en su vida para contar y de la que aprender.
La carreta de la CDH terminó con tan sólo 47 corredores finishers de los 1.263 que habían tomado la salida. La victoria fue para Raul Butaci y Azara García de los Salmones.
COMUNICADO DE PRENSA
En la tarde noche de ayer, viernes 7 de julio, el dispositivo de seguridad de Val d’Aran by UTMB® formado por Mossos d’Esquadra, Pompièrs d'Aran, médicos, y dirección de carrera, decidió suspender dos de sus carreras, la VDA de 163 kilómetros, y la CDH, de 110 kilómetros, debido a una climatología adversa. Una tormenta eléctrica, granizo, fuertes ráfagas de viento, y las bajas temperaturas ponían en peligro la seguridad de los participantes, voluntarios y organización.
Gracias a la implicación y colaboración de las instituciones, Mossos d’Esquadra, Pompièrs d'Aran, vecinos, y participantes no se ha tenido que lamentar ningún accidente de gravedad.
La evacuación se pudo realizar con la máxima celeridad posible, dadas las condiciones meteorológicas y del terreno. Gracias a la colaboración de los voluntarios y de los propios corredores que mantuvieron en todo momento la calma, la evacuación se pudo realizar de manera ágil y ordenada.
El sábado 8 de julio se desarrollará el Trail Festival Baqueira Beret tal y como estaba programado, y se disputará la SKY, la carrera de 15 kilómetros, mientras que el domingo saldrá la EXP, la prueba de 32 kilómetros.
Lamentamos las molestias que se hayan podido ocasionar. Las condiciones imprevistas que se dieron en la tarde de ayer exigían la toma de una decisión tan difícil. No obstante, creemos que fue la mejor dada la cantidad de corredores que se encontraban en ese momento en carrera. La prioridad de la organización siempre ha sido la seguridad de los participantes.