Del 8 al 18 de abril, el desierto del Sahara será, un año más, el escenario del Marathon des Sables, prueba que este año celebra su 31ª edición.
1.200 corredores, provenientes de países de todo el mundo, competirán en el trazado más largo en la historia del MDS. Durante 10 jornadas deberán recorrer 257 km, divididos en 6 etapas. A lo largo de esta competición de autosuficiencia alimentaria, podrán ver las diferentes facetas del Sahara: cruzarán campos de dunas, djebels, mesetas de piedra, lagos, oasis, campamentos nómadas, típicos pueblos de adobe... El desierto tiene sus jardines secretos y los competidores del MDS podrán contemplar la recompensa por todos sus esfuerzos.
La rueda de prensa celebrada este viernes 11 de marzo en Barcelona contó con la intervención de Patrick Bauer, fundador y organizador del Marathon des Sables. Durante el acto Bauer desveló que esta edición contará con el trazado más largo de su historia gracias a la 5ª etapa, llamada Marathon, que será toda una revelación con sus 42,2 km. Completamente nueva, atravesará el esplendor y permitirá una lucha severa por los primeros puestos. Los que vayan sin prisa podrán admirar el paisaje. Bauer tuvo palabras de agradecimiento hacia Marruecos, país que “nos acepta desde hace 30 años en su maravilloso desierto”. A lo que añadió: “Es uno de los lugares más seguros del mundo. Todas las fuerzas militares están pendientes de los corredores”.
Españoles en el desierto del Sahara
Esta edición contará con la participación de 66 españoles, entre los que destaca la presencia de Chema Martínez (6º en la edición del 2015), Fernanda Maciel (brasileña con nacionalidad española), Nicole Ribera y Manuel Soto. Corredores que también estuvieron presentes en la rueda de prensa.
Con la mirada puesta en el Marathon des Sables, Chema Martínez confesó sentirse entusiasmado: “Estoy encantado, feliz de participar en un reto distinto. Es la competición más dura y a la vez más bonita”. Martínez, que pisará desierto marroquí por segundo año consecutivo, afirmó que “el año pasado fue una experiencia brutal” y quiere repetir porque “me quedé con ganas de más. Esta aventura me hace sentir vivo y con ganas de levantarme cada mañana”. Martínez, ilusionado por una nueva vivencia en esta prueba de autosuficiencia, remarcó la importancia de cumplir retos, puesto que, de esta forma, evoluciona “como persona y deportista”. Durante el acto, Bauer le dedicó unas palabras de respeto y admiración “Tu sonrisa es el reflejo del sol que llevas en tu corazón”.
Fernanda Maciel aseguró que, para esta prueba, es vital “tener mucha cabeza y ganas de acabar” la prueba, llegar hasta el final. Se trata del primer año que Maciel participará en el Marathon des Sables, pero afronta el desafío con entusiasmo. Con apenas tiempo para entrenar, aseguró estar dispuesta a darlo todo. “No sé si tengo entreno suficiente, pero estoy muy motivada”, clave esencial para convertirse en finisher.
Nicole Ribera, que también repite por segundo año consecutivo en el Marathon des Sables, tiene como objetivo clasificarse entre las 10 primeras: “si no te pones un reto, cuesta entrenar”. Según afirmó durante su intervención, “MDS ha sido la experiencia más importante de mi vida porque me puso en mi sitio como persona y deportista”. Aseguró haber cometido algunos errores en 2015, entre los que destacó llevar una mochila demasiado pesada o no tener los pies en condiciones (semanas antes participó en la Transgrancanaria). Pero aseguró haber hecho los deberes y haber aprendido del pasado: “Este año he preparado mucho la velocidad, la alimentación y mis pies”.
A continuación, fue el turno de Manuel Soto, uno de los benjamines de esta 31ª edición. Junto con su padre y otro participante, Manuel competirá por primera vez en el MDS. Manuel fue tratado de un linfoma de Hodgkin cuando tenía tan solo 11 años. Lo trataron y teóricamente la enfermedad remitió, pero a los dos años detectaron que la enfermedad había vuelto. Durante el tratamiento su padre, que ha competido en tres ocasiones en el MDS, le ponía esta prueba como símil a su enfermedad, intentando establecer un paralelismo de lucha y superación. De este paralelismo, una vez terminado el tratamiento y todo superado, propuso correr el Marathon des Sables para demostrar que se puede superar a la enfermedad y para concienciar a todo el mundo la importancia de donación de médula ósea. Soto afirmó que su objetivo no es hacer podio, pero sí divertirse, disfrutar y correr en el desierto.
Finalmente, Jordi Solé, de la firma Compressport International, que ha participado en varias ocasiones en el MDS, cerró el turno de intervenciones afirmando que esta prueba “es una experiencia única e inolvidable, la cual recuerdas para toda la vida. Difícilmente no puedes no volver a hacer”. Y, finalmente, tuvo palabras para los participantes de esta edición: “Buena suerte a todos”.
Una aventura convertida en una épica competición
Durante tres décadas, el Marathon des Sables ha reunido a más de 19.000 corredores en el Sur del Sahara marroquí. Esta aventura nació en enero de 1984 cuando Patrick Bauer, fotógrafo de 28 años, atravesó el Sahara completamente solo y de forma autónoma: en 12 días recorrió 350 km. Más tarde decidió compartir esta experiencia atemporal. Considerada una de los más difíciles en el mundo, esta carrera es un evento deportivo, individual o en equipo, con autosuficiencia alimentaria. Cada participante debe llevar su equipo (comida y material obligatorio) para la carrera.
