Kilian Jornet parte hoy hacia el Himalaya un paso intermedio antes de lanzarse a conquistar el Everest, tras haber terminado segundo en Mezzalama formando equipo con Marti Werner y Martin Nthamatten.
El Cho Oyu
El Cho Oyu es la parada previa que hará Kilian antes de ir a por el Everest, es la sexta montaña más alta del planeta, estará acompañado por Emilie Fosberg, y esta montaña fue elegida por la accesibilidad de su campo base.
Según explicaba Jornet: “Será interesante ver cómo nos sentiremos, ya que la aclimatación deberá ser muy rápida. Hemos estado preparando esta expedición desde hace unas semanas, pero no será hasta que lleguemos allí que sabremos como reaccionará nuestro cuerpo. Será una experiencia interesante pues será el primer 8.000m de Emelie y me gustará estar allí para acompañarla. Por mi parte, también será una buena preparación con vistas al Everest, ya que llegaré allí más aclimatado”.
Everest, el gigante que queda
No será hasta mediados del mes de mayo cuando Kilian vuelva al Tibet para conquistar la montaña más alta del planeta y así culminar el proyecto Summits of My Life, con un equipo mucho más minimalista y la única compañia del fotógrafo Sébastien Montaz-Rosset.
Seis años lleva Kilian Jornet intentando establecer récords de ascenso en las montañas más icónicas del planeta, primero fue el Mont Blanc, después vendrían el Cervino, Denalí y Aconcagua. Este sería su segundo intento en el Everest, ya que las condiciones meteorológicas no permitieron que esto fuera posible en septiembre del pasado año.
La idea era viajar al Himalaya en la temporada de otoño, pero al no poder obtener los permisos, se decidió avanzar la expedición para esta primavera: “Este año la experiencia será diferente a la de 2016, ya que en el campo base habrá más gente, pues el año pasado estábamos solos. Nuestra idea de hacer el intento en agosto-septiembre tenía su explicación y es que en esos meses las temperaturas suelen ser un poco más cálidas y hay menos riesgo de congelaciones. A pesar de todo, la experiencia del año pasado nos aportará un conocimiento que será vital para aplicarlo en la expedición”.
Al igual que el año pasado, Kilian tratará hacer cumbre por la vertiente norte del Everest, esta es la cara más desconocida, con menos transito de alpinistas, puesto que las expediciones comerciales ascienden por la vertiente sur, se desconoce que ruta empleará Kilian para su ascensión, esto es algo que varia en relación con las condiciones meteorológicas del momento, aunque su idea es intentarlo o por el corredor de Norton o por el Horbein.
Durante los primeros días el equipo estará instalado en el Campo Base Avanzado (6500m), desde allí podran hacer diversas salidas de aclimatación antes de descender al Monasterio de Rongbuk (5000m) desde ese punto, que es el último que hay habitado se contabiliza la conquista del Everest.
Los puntos más a tener en cuenta en semejante reto, son la altura y las condiciones meteorológicas: “Hay muchos factores que están en el aire y que dependerán de como me encuentre en altura y las condiciones que se den durante nuestra expedición. Será allí donde tomaremos las decisiones, pero sabiendo que queremos hacer como lo hemos hecho hasta ahora: ligeros y rápidos. Hay gente que se piensa que es un reto de locos, pero para mí la montaña es un espacio de libertad donde cada uno hace lo que cree que debe hacer. Yo busco ir ligero para poder moverme con rapidez. De esta manera, pasamos menos tiempo en altitud y nuestro cuerpo se fatiga menos, aunque somos conscientes que eso añade un punto de riesgo a la expedición. Sin embargo, poniendo todos los elementos en la balanza, esta es la manera que escogemos y la que intentaremos hacer de nuevo en el Everest”.
Kilian Jornet tiene previsto pasar un mes en el Everest para poder hacer la tentativa antes de regresar a Europa.
Our Everest, una campaña global
Durante la expedición se usará el hastag #OurEverest para seguir la evolución del reto. De esta manera se quiere unir a la comunidad de seguidores que han impulsado el proyecto desde el primer día y que han contribuido a hacer que el Everest sea hoy una realidad.
Jornet explicaba: “Hace cinco años que empezamos este reto juntos, y con los valores y nuestra manera de ir a la montaña hemos llegado hasta aquí. Aunque no sabemos qué pasará tengo claro que este no es mi Everest, sino nuestro Everest, de todos los que de alguna manera han aportado un grano de arena para que este proyecto sea una realidad”.
Se podrá seguir el proyecto en everest.summitsofmylife.com.