El fabuloso cresterío de Bèrnia emerge agreste y desafiante desde el desfiladero de Mascarat como el espinazo de un mastodonte jurásico sobre la costa de Alicante. El Paisaje Protegido de la Sierra de Bernia y Ferrer es una afilada línea de crestas, torres calcáreas y collados de vértigo entre las comarcas costeras alicantinas de la Marina Alta y la Marina Baixa, un extraordinario balcón del Mediterráneo aireado por los vientos costeros con unas vistas fantásticas de las bahías de Calpe, Altea y Benidorm. La cumbre principal de la sierra es un pico escarpado con paredes verticales en las vertientes norte y sur. El tramo de altura del trail pasa visitar el vértice geodésico es un entretenido paseo técnico y atrevido por la cresta de la montaña en sentido este/oeste, con pequeñas trepadas y un par de pasos aéreos asegurados mediante cadenas para dar confianza a los corredores y montañeros con vértigo. El tramo más popular del recorrido es el Forat de Bèrnia, un túnel natural que atraviesa la sierra de un lado al otro en el sector más estrecho de la montaña.
Datos
- Punto de partida y llegada: Casas de Bèrnia (Alicante).
- Distancia: 9,4 kilómetros.
- Desnivel positivo: 740 metros.
Rutómetro
Casas de Bèrnia 0 km. 620 m. 30 756961/4284520
Casas de Bèrnia es un antiguo caserío agrícola serrano en la carretera de Benissa a Xaló (CV-749) por la sinuosa ruta del puerto de Bèrnia, muy frecuentada por los aficionados al ciclismo y buen territorio para el senderismo de montaña y el trail running, disfrutando buenas vistas de la costa del Mediterráneo. El trail sale de la explanada del aparcamiento por el itinerario del sendero de pequeño recorrido PR-CV 7 en dirección al Forat de Bèrnia. El camino es una pista de tierra estrecha para acceder a las antiguas plantaciones organizadas mediante bancales construidos en la ladera de la sierra hace siglos. El paisaje de terrazas es una muestra de identidad de las serranías alicantinas desde la época árabe, reflejando el aprovechamiento tradicional de los recursos y los usos comunales del territorio para pastos ganaderos, recolección de plantas y leña, instalar colmenas o plantar algarrobos, viñas, almendros, higueras, manzanos o cereales. Los muros de los bancales, las vallas de las fincas y los taludes de los senderos tradicionales están levantados en piedra seca, una técnica de construcción ancestral declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2018.
Forat de Bèrnia 2,6 km. 850 m. 30 758279/4282750
En los pilones de la Font de Bèrnia hay que dejar la pista de tierra y continuar hacia la derecha por una senda de montaña que comienza en unos escalones al lado de la fuente. El desvío está indicado con un poste del PR-CV 7. El sendero es estrecho y aumenta la pendiente, todavía se puede trotar pero es imposible correr y contemplar el magnífico panorama de la costa de Calpe al mismo tiempo, hay que estar pendientes de cada paso. La senda pasa por una pequeña meseta con mirador y panel de interpretación y continúa la ascensión hacia la base de la muralla calcárea de Bèrnia. En varios tramos hay escalones rocosos y riscos que pueden estar resbaladizos cuando están húmedos o mojados, el camino sube por la umbría de la cara norte y es fácil encontrar barrillo y piedras mojadas. La senda lleva directamente hasta la entrada norte del Forat de Bèrnia, un agujero de apenas dos metros de altura por otros dos de ancho que enseguida se estrecha y no queda más remedio que avanzar en cuclillas varios metros. El túnel tiene unos 30 metros de largo y no es necesario llevar linterna o frontal, es una cavidad natural de la montaña y está suficientemente iluminada con la luz que entra por la boca de la vertiente sur. La salida es espectacular sobre las bahías de Altea y Benidorm, el “Manhattan del Mediterráneo”. Y al fondo el Puig Campana, el Ponoig y la sierra de Aitana sobre el valle del Guadalest, una imagen fascinante de la Costa Blanca.
Cantalar de Rellotge 4,2 km. 760 m. 30 757099/4283057
El trail deja la bonita entrada sur del Forat por el sendero PR-CV 7 hacia el Fort de Bèrnia. El suelo en esta vertiente tampoco deja margen para el despiste, el lapiaz calizo de la sierra obliga a mantener toda la atención en el sendero. El caminito faldea en ligero descenso por la ladera de la sierra hasta el desvío de las pinturas rupestres de la Penya de l’Ermita del Vicari. La senda sale por la derecha del camino principal y sube unos cien metros hasta el abrigo donde están las pinturas, pertenecen al arte esquemático y son del periodo Neolítico, hace unos cinco mil años. El yacimiento está protegido por una reja y las pinturas apenas son visibles, recomendable para auténticos interesados. El trail continúa por el PR-CV 7 y en la pedrera del Cantalar de Rellotge se desvía hacia la derecha por un sendero con trazado claro y bastante empinado. En la ladera de rocas sueltas hay huellas de subida y bajada, cada uno debe encontrar su ritmo y trazado, al final los hitos suben hasta la brecha del Portitxol, un fabuloso balcón de la vertiente norte entre las torres de la Penya de Rellotge y la Penya del Portitxol. En este punto no hay que entrar en la cara norte, por ahí baja un senderito directo hacia la Font de Bèrnia, el “sendero” del trail gira ligeramente hacia la izquierda para seguir la orientación de la cuerda y sube por una trepada sencilla hasta la primera cima de la cresta en el recorrido del trail. En el inicio de la trepada (I+) hay dos flechas pintadas en la roca y después puntos azules durante el resto de la travesía.
Bèrnia 5,5 km. 1.128 m. 30 756241/4283546
El sendero tiene hitos de piedras y puntos azules pero no hay confusión posible, sigue la cresta de la sierra hacia el oeste y no se puede tomar ningún desvío hacia el norte o el sur porque son abismos imposibles. Las vistas son extraordinarias en cualquier dirección. La cumbre principal todavía no aparece a la vista. El trail pasa una cima sin dificultad después de la trepada, continúa por una línea de riscos que forman un collado y cambia a la vertiente norte, mucho más escarpada y vertiginosa que la sur. En un tramo vertical algo expuesto hay una cadena “quita miedos” para evitar resbalones y después una rampa pedregosa sencilla hasta la cima de la siguiente torre, donde aparece el vértice de la cumbre de Bèrnia (1.128 m) en la pingorota del torreón más inaccesible, separado de la cresta por una brecha con una trepada (II) de cinco metros algo expuesta y sin cadena. El sendero sigue unos metros por el filo de la montaña y llega hasta el punto más alto de la sierra, un magnífico mirador de las cumbres de Aitana y gran parte de la Costa Blanca. Los nueve kilómetros de la cresta de Bèrnia aparecen casi completos a la vista y detrás el monolito gigante de roca caliza del simbólico Peñon de Ifach. El descenso sigue hacia el oeste por la cresta buscando los mejores pasos en los relieves calcáreos. En una canal hay una cuerda para salvar el escalón, aunque se puede bajar bien sin agarrarse, y poco después otro tramo de cadena en un paso aéreo con un gran ambiente que marca la entrada definitiva en la cara sur y el inicio del tramo final de la bajada. El sendero está marcado con hitos de piedras.
Fort de Bèrnia 6,6 km. 840 m. 30 755646/4283262
El sendero salva una pedrera incómoda y baja hasta el Fort de Bèrnia, un castillo militar de estilo renacentista construido en 1562 por orden de Felipe II para controlar las incursiones de los piratas otomanos. El fuerte estuvo cumpliendo misiones defensivas hasta 1612, que fue demolido. En las ruinas quedan restos del foso en forma de estrella de cuatro puntas, tres arcos de la planta inferior, restos de las murallas, la capilla, el aljibe y otras estructuras del castillo original. El trail conecta con el PR-CV 7 en el recinto del castillo y continúa hacia Casas de Bèrnia por un sendero excelente para correr. El camino pasa por el Coll de l’Orenga y continúa por la falda occidental de la sierra de Bèrnia volando sobre las cascadas rocosas del Morro de l’Aspre y sus sobrecogedoras laderas sin fondo.
Casas de Bèrnia 9,4 km. 620 m. 30 756961/4284520
El sendero pasa por otro collado y desciende directo por un pinar y antiguos bancales de cultivo hasta las Casas de Bèrnia.