Apuntamos alto. Lo más alto que se pueda. Y por eso hemos sondeado el mapa mundial de las carreras por montaña para alcanzar las mayores cotas posibles. Cumbres que se pueden coronar a pie y con un dorsal en el pecho. Viajar, competir y disfrutar de altitudes que superan los 4.000 y 5.000 metros en muchos rincones del planeta. Ese es el objetivo.