El Parque Natural de Somiedo está en el corazón de la Cordillera Cantábrica, paso ancestral entre la costa del Cantábrico y los territorios de Castilla y León. Los senderos y veredas pastoriles de Somiedo no se crearon para los deportistas de montaña, fueron diseñados por los vaqueiros de alzada para subir rebaños hasta las brañas de verano y aprovechados por los ingenieros de los antiguos imperios cuando abrieron las calzadas que atraviesan la Cordillera Cantábrica. Los valles y montes somedanos son tan atractivos y seductores que es imposible resistir la tentación de vestir las mejores galas de runners y correr por las viejas calzadas entre brañas y prados que parecen auténticos óleos de la cultura tradicional en las montañas asturianas.
Y también es una gran reserva de fauna cantábrica, hay osos, lobos, ciervos, rebecos, jabalíes, urogallos, nutrias, águilas reales… pero es difícil ver animales salvajes durante un apacible día de actividad montañera, hay que tener suerte o ser especialistas en el comportamiento y costumbre de la fauna para esperar los momentos adecuados. El oso y el lobo siempre están en la montaña, ocultos, vigilando al resto de los seres vivos que frecuentan su imperio y pueden aparecer en cualquier momento. Con osos o sin ellos Somiedo siempre regala paisajes naturales extraordinarios que harán las delicias de los aficionados al trail running y el senderismo montañero.
El siguiente recorrido circular nos lleva por los paisajes excepcionales por el Parque Natural de Somiedo a través de 18,7 kilómetros y 1.000 metros.