Puesto que el agotamiento de las reservas de glucógeno muscular supone un factor limitante en carreras que duren más de 90 minutos, los días previos a una competición se recomienda realizar una dieta de sobrecarga de glucógeno, a la vez que disminuimos la intensidad y el volumen del entrenamiento. Estas técnicas permiten casi duplicar la cantidad de glucógeno que hay almacenado en el músculo. Para ello, durante los tres días previos a la carrera debe primar el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono y debemos reducir el consumo de grasa y proteínas.
Además, hay que incidir en la importancia de llegar a la competición en un buen estado de hidratación. Para ello se recomienda consumir abundantes líquidos los días previos, mientras se sigue la dieta de sobrecarga (el cuerpo necesita 2-3 g de agua para almacenar cada gramo de glucógeno). El día de la competición se recomienda realizar una ingesta de unos 600 ml de líquido las 2-3 horas previas a la carrera, de forma que dé tiempo suficiente a eliminar el líquido sobrante mediante la orina antes de comenzar la competición.