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A PRUEBA | Scarpa Golden Gate Kima RT

Elegancia agreste

EL LABORATORIO DE JUAN @ELLABDEJUAN, DEPA Y @VEGRADOS

11 minutos

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El carbono llegó al trail, y originalmente lo hizo implementándose en modelos de un corte poco técnico, con el objetivo de correr rápido en un tipo de carreras con desniveles no demasiado verticales, y preferiblemente “corribles”.

Scarpa, ha arriesgado en ese sentido, al plantear un modelo de marcado carácter técnico y contrario a lo visto anteriormente en su escasa competencia, orientadas a la corta distancia. Así pues, sería la primera zapatilla de carbono para Skyrunning.

No es precisamente Scarpa una marca con diseños extravagantes o combinaciones imposibles en su haber. Más bien, mantienen un aspecto sobrio y ciertamente elegante. De hecho, sus zapatillas incluso llegan a pasar desapercibidas.

 

NOMBRE Y ORIGEN

Que Scarpa haya escogido el nombre de una de las carreras más técnicas del calendario internacional no es en absoluto casual. El mismo Kilian definió el trazado de los 52 kilómetros de la carrera bianual como “la más espectacular del mundo”.

Por tanto, el objetivo es claro: moverse rápido en terreno agreste, con elevada protección. Y al hablar de protección, lo hago en el más amplio sentido y carácter general, pues tanto el conjunto que forman los componentes de la mediasuela, acompañados por la placa de carbono, como el robusto y preponderante upper, hacen de esta Kima RT (Rebound Technology) una zapatilla de elevada resistencia y porqué no decirlo, durabilidad (por lo menos, en gran parte de sus componentes).

 

         

 

 

¿ESTÁ SIENDO AMENAZADA VIBRAM?

Vibram, el venerado creador de suelas, está en el punto de mira de cualquier fabricante, bien sea de cauchos (competencia), o generalista (resto de marcas que puedan crear sinergias).

Scarpa utiliza en varias de sus zapatillas, suelas de esta marca, lo que no impide que en modelos como esta Kima, se aventure a desarrollar compuestos propios.

En este caso, la suela de Scarpa denominada Presa, ofrece un taco bajo (normalmente de 3’5mm. aunque ocasionalmente, según el biselado, alcanza los 5mm.) con zonas diferenciadas.

En apariencia, esta suela no presenta un diseño barroco, pero si analizamos los tacos con detenimiento, se aprecia un bonito trabajo de modelado. No llega al nivel de La Sportiva Jackal, pero la ejecución es correcta.

En la zona media hay mucho espacio, y nos libramos de la incomodidad que puedan producir elementos propios del terreno, gracias a la protección que brinda la placa de carbono. De no ser así, las piedras nos castigarían con avieso interés. A cambio, el barro no presenta amenaza.

Es curioso que entre los segmentos de tacos en esa zona central, vemos 3 líneas de flexión, que aunque discretas, no me parecen pertinentes (¿líneas de flexión, cuando tenemos una placa interna de carbono de 1 milímetro?)

En el perímetro se observan unos tacos con buena base, en los que aparece un pequeño anexo, y esto me provoca pensamientos que se enfrentan con intereses opuestos:

  • La marca atribuye a todos los tacos laterales la función de frenado.
  • Si de retener se trata, lo mejor sería que estos anexos estuviesen en la zona trasera, cosa que no sucede, pues precisamente los tacos traseros muestran un diseño poco agresivo para ejercer la retención de forma contundente.
  • En la parte delantera, sí que pueden desempeñar un papel determinante en la tracción, y en ese sentido, me parece acertado, ya que la suela dibuja un perfil levemente curvado en sentido transversal, de modo que estos anexos en los tacos perimetrales, sí pueden ejercer con eficacia esa función tractora.
  • Ya que generalmente los tacos perimetrales realizan una función estabilizadora, la anchura que posee el taco, perfectamente alineado con la silueta de la suela, cumple con este cometido.

Por contra, la marca le da la misión de estabilidad a los 3 tacos que se acercan más a la zona de arco, por tanto, posicionados en el mediopié. En mi opinión, lo apropiado sería asignarles la misión de traccionar, pues se supone que para este modelo (de eso hablaré luego) se requiere una cierta técnica, y por tanto, pisaremos con esa zona, sometiéndola a estrés a causa del impulso.

Finalmente, y a modo meramente estético, vemos una pequeña ventana (justo detrás de esos 3 tacos que  acabo de comentar), a través de la que podemos admirar la fibra de carbono.

 

RADICAL PERO NO MUCHO. ¿O SÍ?

Los números no dejan lugar a dudas, y es que la Kima ofrece unos perfiles tirando a bajos. Por buscar un símil, rebaja 1 mm. el perfil de una Kaptiva, con una orientación similar, aunque sin placa de ningún tipo, evidentemente.

Buen trabajo de diseño se ha realizado en la mediasuela, donde encontramos un sándwich de doble densidad, que deja encapsulada la placa de 1 mm, que llega desde el talón a los metatarsos, dibujando una especie de pezuña, o “V” en la zona delantera, con el objetivo de que la placa tenga algo más de adaptabilidad, pero es algo que cuesta percibir debido a su grosor.

Además, tampoco le veo razón de ser; primero, porque esta zona, es esencial en la fase de impulso (y ahí sí que hemos de valorar una mayor consistencia de la placa), por lo que no merece esa forma, y segundo, porque si de adaptabilidad se trata, o se pronuncia más esa pezuña, o se retrasa la posición, lo que conlleva una falta de palanca, renunciando pues, a la función intrínseca de la misma, y ahí como se ve, entramos en un bucle sin fin.

 

         
¿Qué me ha aportado la doble densidad en la mediasuela?

Esencialmente un combo de buen equilibrio, ponderado, con un tacto muy bien balanceado, ya que mientras la zona negra del talón (más suave), nos ofrece un tacto dulzón en ese apoyo previo al impulso que dura micro-instantes, la parte superior en azul, unos grados más densa, refuerza la autoridad de la placa.

El mismo binomio de doble densidad lo encontramos también en los metatarsos, donde en la fase de aterrizaje (en el caso de la buena técnica deseable para este modelo) nos da un tacto suave, a pesar del poco recorrido, y que en definitiva, proporciona un uso más “terrenal” en cuanto a que no existiría una exclusión demasiado severa de corredores. Es decir, no es un modelo que se limite a una élite.

Parece un contrasentido tener esa doble densidad en el talón, si estamos hablando de un modelo en el que la prioridad es el rendimiento, y por tanto, términos asociados a la buena técnica de carrera.

Y sí, es cierto, pero también lo es el hecho de que si alargamos la salida, la Kima no nos va a martirizar. En salidas de algo más de 5 horas, me ha parecido confortable, y más utilizable fuera de “su rango”, que otros modelos con filosofías similares, que dejan poco margen a la improvisación a la hora de alargar nuestra salida al monte, y con  las que llegamos a casa más perjudicados de lo apetecible.

Aún así, está claro que esta zapatilla no va a maltratar en absoluto al corredor que talona, ni mucho menos. Pero va a premiar al que tiene una técnica más depurada, de eso no cabe duda. Al final, no hay que perder el foco de lo que es el concepto de la Kima.

 

CONSTRUCCIÓN ROBUSTA

El aspecto de la zapatilla está alineada con la imagen de la marca, como no podría ser de otra forma; colores sobrios, y una ejecución sobresaliente, pensando en el uso, y el marco en el que se va a desenvolver este modelo.

Para ello, se ha optado por una mayoría de zonas con termoencolados, y en menor medida, otras con costuras contundentes.

Confiar ciertas zonas a la seguridad que proporcionan los cosidos, es apostar a caballo ganador. Precisamente es en la zona trasera, donde esas costuras tienen presencia, pues calzar una zapatilla, no es la acción más delicada, precisamente.

La defensa que encontramos en la parte delantera, está fuera de toda crítica. Del mismo modo luce en todo el flanco. Por ello la percepción de que podemos aventurarnos entre piedras, ramas y lo que se nos ponga por delante con gran protección, es altísima.

El tejido es mucho más transpirable de lo que podamos notar al tacto, es realmente efectivo, pero es que además, no muestra síntomas de debilidad después de los kilómetros de test.

Así mismo, el aspecto irrompible, sorprende en dinámico, ya que proporciona sujeción, con un confort en marcha y gestión de la temperatura muy apreciable. Se muestra mucho menos caluroso de lo que podría parecer a primera vista. Hemos de tener en cuenta que son varias capas las que se sobreponen para dar cuerpo al upper. Y es que encontramos capas de TPU de diversos grosores, para no tener ni más de lo necesario, ni menos de lo recomendable.

Por debajo de esa capa de Poliuretano termoplástico (TPU) vemos la malla antiabrasión, que efectivamente, tiene muy buenas cotas de resistencia a tracción y abrasión. Pocas ramas y arbustos pueden llegar a comprometerla.

Más cercana a nuestro pie, ya en el interior, encontramos el exoesqueleto de microfibra que da estructura al conjunto, sin hacerlo rígido en absoluto y añadiendo un peso asumible.

La lengüeta tiene un diseño muy bonito, también en microfibra con insertos en TPU que recubren el acolchado. Aunque eso sí, a pesar de ir sujeta a los laterales (en un tejido que me ha encantado, por cierto), y los cordones pasan cruzándose en su interior,  tiende a moverse hacia abajo. Tanto es así, que llega un momento en el que la arruga se queda marcada, causando un efecto memoria, que será irreversible. Jamás la lengüeta volverá a estar en su posición original.

El acolchado del collar es altamente confortable, a pesar de su discreto (en apariencia) grosor.

En la parte trasera, toma protagonismo un apéndice que se alarga de forma un tanto aparatosa, detrás del Aquiles, que obtiene por cierto, un apoyo dinámico confortable, si el descenso decide desafiar a la gravedad.

Aunque el tirador que encontramos cosido justo detrás (algo excesivo a mi juicio), deja de tener sentido. El mismo apéndice blando, nos servirá para tirar de él, a la hora de calzarnos la zapatilla. Todo este conjunto, hace que el ajuste bajo el tobillo y zona de calcáneo sea absoluta, sin oscilaciones, y con un “sellado” férreo que hará infranqueable el paso frente a piedrecitas y tierra.

 

EN MARCHA

Quizá se acerca el momento en que Vibram, el iPhone de las suelas, empiece a estar seriamente “amenazada”. De hecho, Asics con su compuesto AsicsGrip, lanzó un órdago que hizo pupita, más en lo técnico que en lo práctico, ya que Asics se “auto-suministra”, mientras que Vibram provee a multitud de marcas, algunas de ellas líderes del sector.

En este caso, el Presa de Scarpa tiene un excelente rendimiento, pero de momento no llega a esos dos niveles. No está tan lejos, pero de momento, las ve pasar a distancia moderada. En todo caso, la valoración de la suela, en cualquier circunstancia, es muy buena. Aporta seguridad en todas las condiciones a las que las he sometido, aunque empezó a sufrir más de la cuenta (desgaste) a partir del centenar de kilómetros en terreno duro y seco.

La Kima muestra sus virtudes cuando de ir rápido se trata, y es que la velocidad y ritmo que se puede alcanzar, es sorprendente, más aún, cuando no es una zapatilla ligera precisamente.

Y es que toda la estructura y contundencia en su construcción, tiene penalización en la báscula, registrando 324 gramos en número 44 (10 USA).

A pesar de ello, la facilidad para movernos con agilidad, es evidente, y si nuestro físico y técnica nos lo permiten, la diversión alcanza unos niveles más que gratificantes.

En ascensos verticales, donde progresamos con las manos en los cuádriceps y pisando de punta, es donde encontramos parte del carácter que ofrece la placa de carbono. Es decir, a pesar de que podemos puntear sin aparentes problemas, la placa intenta volver a su posición por todos los medios y a la mayor brevedad posible, de modo que ésta, en su intento por recuperar, hace que notemos la presión o empuje del empeine, para acabar notando como la zapatilla tira de talón hacia abajo.

Es una sensación realmente curiosa (no llega a molestar en ningún momento), pero nos hace entender, que ahí abajo, sucede algo.

Afortunadamente el gran ajuste que ofrece, evita movimientos u oscilaciones en la caja talonar.

Ultratest Scarpa Golden Gate Kima RT ©Vegrados

 

ESTABILIDAD SÍ, PERO OJO A LA CONCENTRACIÓN

En este punto quiero hacer especial hincapié en este aspecto. Y es que valoro positivamente la estabilidad que proporciona. La placa la notamos y mucho. A cambio, pagamos un alto coste, ya que perdemos totalmente cualquier atisbo de sensibilidad. Esto, a su vez, hace que en zonas rotas, este elemento rígido quiera “volver” a su posición, ofreciendo poca (o nula) tolerancia a la adaptación, lo que causa un latigazo que canaliza el tobillo hasta llegar al gemelo como si de una descarga eléctrica se tratase.

En este sentido, el trenzado del carbono cobra especial relevancia, ya que según la disposición de las fibras, ofrece elasticidad, absorción o rigidez.

Por eso, en parte, llegan a percibirse leves vibraciones en esas situaciones tan forzadas.

Este dilema que me crea, pasa a ser del todo peculiar, pues esa estabilidad que notamos en la primera puesta, llega a convertirse en un enorme sable con dos filos perfectamente afilados. Es por eso que en el examen final, en el apartado “Estabilidad”, no se lleva la máxima puntuación, por esa ambivalencia. En definitiva, poca adaptabilidad, en favor del rendimiento de la placa cuando se le imprime cadencia y ritmo.

Por tanto, esta Kima requiere concentración. No admite distracciones, y nos exige “ir con todo”; tanto a la hora de ser lo más precisos posibles, como en lo referente a propiocepción y exigencia muscular. Es decir, podemos llegar a notar más castigo por la placa, que por la concepción (y elección) de los compuestos y construcción de la mediasuela.

Precisamente por eso, personalmente me hubiese gustado disfrutar de una plantilla interior 1 o 2 mm. más gruesa. No dispararía en exceso el peso, y a cambio, permitiría que los metatarsos tolerasen mejor la rigidez del carbono.

Y no me refiero a estirar las salidas más de lo que sería indicado para el modelo, pues para aquellas actividades de menos de 2 horas, también lo agradeceríamos. Aún así, insisto, podríamos sacarle más jugo (horas) a la zapatilla, ya que la mediasuela lo permite con creces.

EN RESUMEN

Zonas altas de cresteo y piedra puntiaguda, será un buen marco de acción de esta Golden Gate Kima. Sin distracciones. Atención 100%.

Con la seguridad que ofrece su chasis, y gracias a esa atención extrema por nuestra parte, obtendremos a cambio cierta sensación de control, aunque hay un pequeño margen del que no podremos adueñarnos, pues ahí, es donde la placa de carbono, acaba imponiendo sus normas.

En zonas de baja montaña, y sendero más favorable, ajústate bien la mochila, presto a acelerar, porque te dejará sin resuello. Cuando más le des, más te va a reclamar, en una espiral sin fin, donde al final, acabarás tirando la toalla.

Mejor no mires el pulsómetro. Lo que veas puede escandalizarte.

Las métricas obtenidas, aumentarán (o mejor dicho, disminuirán) en consecuencia. Y es que esta Golden Gate Kima, pide dorsal y sesiones explosivas. Va en su naturaleza. Más vale que estés a la altura. O por lo menos, que lo intentes.

 

¿ES PARA TODO EL MUNDO?

Puede llevarla casi cualquier corredor/a. Pero sé consciente de la distancia. Recuerda que va a premiar a un atleta que tenga una pisada óptima, pero no va a castigar a aquél que la desconozca. Hay modelos bastante más radicales, que poco margen dan a un público que se salga de ciertos comportamientos. Si tu peso es ligero, con unos centenares de kilómetros, acabarás olvidando que llevas en los pies un modelo de competición, y a pesar de su excelente ajuste y techo alto, no estarás buscando el momento de descalzarte.

Cuando nos acostumbramos y adaptamos a ella, tendremos unas sensaciones muy próximas a la comodidad de una zapatilla de entreno y larga distancia. Sorprendente. Únicamente la dureza del carbono bajo el metatarso se encargará de recordarte qué llevas en los pies.

 

VALORACIÓN FINAL

Lo más:

  • Una auténtica apisonadora en terreno roto.
  • Upper a toda prueba y más fresco de lo que aparenta.
  • Extraordinario ajuste en la zona media.
  • Acolchados de grosor acertado.
  • Durabilidad, protección y robustez del upper.
  • Más reflectantes de los esperados en un modelo de esta filosofía.
  • Calidad de construcción y ensamblajes perfectos.

 

Lo menos:

  • Plantilla algo fina.
  • Tirador para calzar la zapatilla innecesario.
  • La lengüeta se desplaza sin remedio hacia abajo.

 

EXÁMEN

  • Confort: 8’5/10
  • Sujeción: 10/10
  • Estabilidad: 8’5/10
  • Protección: 10/10
  • Ligereza: 6/10

 

DATOS DE INTERÉS
  • Peso: 290gr. 
  • Drop: 6 (16mm. metatarsos, 22mm. talón)
  • Precio: 189€

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