Uno de los problemas eternos que persiguen a las corredores es el de minimizar lo más posible el rebote del pecho al correr. El auge creciente de actividades de alta intensidad en estos últimos años han llevado a las marcas fabricantes de ropa deportiva a prestar atención a esta necesidad de las mujeres y a día de hoy contamos con variados y eficientes tops deportivos que ayudan a la comodidad de las féminas en carrera. Si estás pensando en comprar un top deportivo para correr en estos meses de buen tiempo que se avecina, te damos cuatro claves para que aciertes con tu elección:
• Sujeción: es la principal función del sujetador deportivo. Correr por montaña es una modalidad de alto impacto, sobre todo por los desniveles y las pendientes, donde alcanzamos grandes velocidades y nuestro cuerpo se balancea en exceso, por lo que la sujeción de nuestro pecho debe ser prioritaria. Fíjate en que sin presionarte en exceso, tu top deportivo te sujete lo suficiente como para correr minimizando el impacto.
• Comodidad: otra de las prioridades, sin duda. Cuando vayas a comprar el top, pruébatelo durante unos minutos y ensaya el movimiento de correr en la tienda, el braceo, o el gesto habitual de tu carrera. Comprueba que es cómodo y suave, que los tirantes están a tu medida y que no te roza ninguna costura ni abroche con la piel.
• Ventilación: el tejido y las tecnologías que incorpore el top deben ser altamente transpirables y eficientes para evacuar el sudor al exterior y mantener la zona lo más seca posible. Infórmate sobre los sistemas que tiene la fibra de la que está construido el top.
• Talla: es imprescindible que acertemos con la talla que nos conviene para hacer deporte. Ten en cuenta el uso que le vas a dar al top. No es lo mismo un top para el día a día que para correr por la montaña. Dentro de una misma talla hay diferentes escalas y copas. Ten en cuenta también que la talla del top puede variar con las dietas o los estados de forma en cada momento del año, por lo que es imprescindible que cambies de top deportivo cuando te empieces a sentir incómoda.