Elige un buen frontal. Lo primero que debemos saber es el uso que le vamos a dar, si vamos a correr esporádicamente con él, elegiremos una gama más baja y económica, pero si lo vamos a usar diariamente y en competición, elegiremos uno que tenga buenas prestaciones funcionales. Recomiendo adquirir uno que sea ligero, sobre todo cómodo, que no nos produzca rozaduras y que no se mueva mucho al correr o saltar. Si estas entrenado muchas horas quizá te interese uno de mayor duración de la batería, que puede ser de batería en la misma cabeza, o batería externa para que pese menos en la cabeza y tenga menos oscilaciones. También es muy importante saber elegir la potencia, yo aconsejaría a partir de 120 lúmenes para tener más campo de visión al correr rápido.
Ajustarlo antes de salir. Antes de salir a la montaña, practica antes con él, ajústalo bien a la cabeza, ni muy arriba ni muy en los ojos. La banda elástica hay que saber posicionarla y que no te oprima mucho, ya que si lo tienes con mucha presión al cabo de las horas empezará a molestarte. Comprueba muy bien cómo aflojarlo y ajustarlo, recomiendo usarlo con alguna prenda como gorro o cinta, ya que si tiendes a sudar en exceso se te irá cayendo y terminará molestándote.
Lleva baterías de repuesto. Cuando salgas a entrenar varias horas, lleva siempre una batería o pilas de repuesto, puede pasar que te quedes sin batería y no puedas volver a casa. Al igual que es importante saber cambiarlas con los ojos cerrados, practica a hacerlo en casa. Así luego sabrás hacerlo en condiciones reales.
Ahorra batería. Cuando las condiciones de luminosidad aumenten, ahorra batería. La mayoría de los frontales vienen con un dosificador de potencia, por lo tanto cuando pases por un poblado, o una zona iluminada, o incluso cuando hay luna llena, baja la intensidad y multiplicaras la duración de la batería.
Mejora tu seguridad. Cuando entrenando pases por alguna carretera o tramo urbano donde haya circulación de vehículos, fíjate en llevar y adquirir una luz roja posterior, la mayoría ya lo traen incorporado, con esto los vehículos que circulen en tu misma dirección, te verán mucho mejor y con mayor facilidad, por lo que mejorarás tu seguridad.
Una anécdota en la noche
Terminando un entrenamiento y ya de vuelta a casa, serían las 7 de la mañana. A la entrada de mi urbanización suelo terminar el entreno con algo de ímpetu, vamos que bajaba a todo trapo sin mirar mucho al frente para no tropezarme. De repente y cuando levanto la cabeza, me encuentro con una especie de espada laser como las de la guerra de las galaxias de color amarilla fluorescente… Y una voz que dice “Alto”. ¡El susto fue increíble! Pues era una patrulla de la guardia civil realizando un control de alcoholemia. Ellos por lo visto también se asustaron, ya que al ver la luz que se acercaba y no se detenía me confundieron con un ciclomotor jajajaja. Menos mal que esa noche solo bebí isotónico y salí airoso…