[Artículo publicado en el número 55 de la revista de Trail Run]
Cada vez que pronuncio la palabra Parkinson, se me eriza la piel como en el mismo momento en que la neuróloga nos dio el diagnóstico de Alberto. Me llamo Ana. Os escribo desde un pueblo de Cádiz, Chiclana de la Frontera. El 15 de septiembre de 2022, nuestra vida cambió de una forma brutal.
Hacía meses que esperábamos la ansiada cita con la neuróloga, que tuvo lugar el 3 de mayo, tras meses de espera. Alberto llevaba tiempo teniendo síntomas bastante preocupantes y decidimos acudir a un especialista. La neuróloga nos expuso varios posibles diagnósticos que podrían ser.... Y uno de ellos sonó así: “Posible parkinsonismo”
Desde ese día, era un constante comedero de cabeza, “verás que eso no es, nos ha dicho que pudiera ser, pero hay otras cosas que también pueden ser”. Nos animábamos mutuamente. Tras pruebas y pruebas para descartar otras posibles enfermedades, en agosto le realizan un Screan scanner para detectar que fuera o no lo que temíamos.
El 15 de septiembre, cita con la neuróloga para que nos dé un diagnóstico: "Alberto, las pruebas del Screan han salido positivo. Tienes Parkinson".
No sé si fue él o yo o los dos, que dimos un bote en la silla. Nuestras caras se inundaron de lágrimas. La cara de Alberto estaba blanca y seguro que la mía también. Lo recuerdo que miraba para un lado y otro, buscando otra respuesta que no fuera esa poralgún lado. Mi cuerpo estaba totalmente erizado. No podía articular palabra. La neuróloga hablaba y hablaba y había momentos que recuerdo que no la estaba escuchando. Mi cabeza sólo pensaba en nuestros niños, en nuestro futuro, en su futuro...
Al salir de la consulta, nos abrazamos. Abrazo que sentí diferente a los de antes. Su cuerpo estaba débil, sin fuerzas, pero yo tenía que guardar la compostura y recomponerme para transmitirle toda mi fuerza. Hacía meses que había conseguido un dorsal para la trail del valle del Genal. Tuvo momentos de flaqueza en los que se propuso dejar de entrenar ya que psicológicamente no se encontraba bien. Otras se venía arriba y se ponía sus zapatillas y salía a entrenar.
Hasta que se decidió a prepararla y disfrutarla. Habíamos leído muchos artículos sobre el Parkinson y el deporte. Todos coincidían en que era muy beneficioso para la enfermedad, a nivel psicológico y físico. Eso le dio un chute de energía. Llegó el día de la carrera. Tuve mucho miedo que la enfermedad le jugara una mala pasada, que sus piernas no le respondieran, que perdiera el equilibrio... Lo vimos en varios avituallamientos y su sonrisa ¡Nos conquistó! “Está disfrutando, Pepe”. Le dije a mi suegro.
Así, sonriendo llegó a meta. Meta que la hizo acompañado de nuestros niños, Darío y Ángela. Consiguiendo una 5° posición de la general. Independientemente del puesto, ese día aprendió que es más fuerte que esta maldita enfermedad y es lo que con esta historia que hoy compartimos con todos vosotros y vosotras, queremos hacer ver.
Hace unos meses, conocimos por las redes sociales a un hombre que también lleva algunos años enfermo de Parkinson. Nos comentó que en julio se celebra en Barcelona el congreso mundial de Parkinson y que él y unas cuantas personas más, harán el camino de Valencia a Barcelona en bicicleta por etapas y le propuso participar en el proyecto, ya que así serían más y darán visibilidad a la Enfermedad de Parkinson temprano. Alberto no dudó en decirle que sí. El 26 de Junio, junto con más ciclistas, Alberto emprenderá su aventura hasta Barcelona, donde seguramente en el camino se vivirán momentos de muchas emociones,
aprendizaje y sobretodo, compañerismo.
Él es una más de tantas personas que a día de hoy luchan contra alguna enfermedad. Se ha refugiado en el deporte y lo practicará hasta que pueda. Así que si padeces alguna enfermedad, he de decirte que busques unas “alas”para volar que te evadan de todo aquello que te quita la felicidad que mereces y luches por conseguirla.
Hemos creado una página de Facebook e Instagram, que se llama A MI MANERA CON EL SEÑOR PARKINSON, en la que diariamente me dedico a escribir palabras de ánimo a todas aquellas personas que nos quieran leer, que tengan o no una enfermedad o simplemente un mal día. Sé que a las cosas que vienen torcidas, debemos buscarle el lado bueno y positivo, ya que siempre hay un motivo por el que seguir adelante y siempre habrá alguna persona para la cual, seas muy importante.
Siempre termino las publicaciones diciendo: ¡Que nada ni nadie te pare!