Para los amantes del deporte y para la población española y europea en general, Andorra siempre ha sido una referencia en cuanto al deporte de invierno, de nieve, debido a sus incomparables condiciones para la práctica del esquí en sus más diversas acepciones o modalidades.
También durante lustros el Principado se ha volcado en exponer y presentar la excelencia de sus instalaciones para disfrutar de estos deportes. Pero ni mucho menos Andorra es únicamente nieve ni deporte de invierno, su propuesta y su oferta turística centrada en la naturaleza y en la práctica deportiva al aire libre es mucho más amplia y extensa. Pruebas como el Trail 100 Andorra by UTMB® están sirviendo para dar a conocer otros valores de este increíble entorno para los que gustan de disfrutar los 365 días del año.
Los caminos y senderos de alta montaña nos van a llevar a través de bosques, lagos y estanys, paisajes glaciares, aristas, collados en los que las vistas se tornan infinitas... hasta las cumbres y los puntos más altos del Principado, entre los que destaca el techo del mismo, el Pico del Comapedrosa (2.943 m), majestuoso, jugando con las nubes prácticamente a 3.000 m de altura y al que se puede acceder desde Arinsal. Pero es innumerable el listado de cumbres en torno al mismo, como son el Pic de L’Estanyó, el de Tristaina, el de la Font Blanca.
Los accesos a todas estas altas cumbres en muchos casos no serían posibles si no contáramos con el apoyo, no sólo a nivel logístico, que por supuesto, sino también a nivel incluso espiritual, que nos aportan los refugios de montaña, verdaderos oasis y remansos de paz en los que recuperar fuerzas tras una ascensión o antes de afrontar la siguiente etapa de nuestro periplo pirenaico. El Principado de Andorra cuenta con una red de más de una veintena de refugios guardados, tanto en invierno como en verano. Hemos hecho referencia al espíritu y es que las experiencias gastronómicas y de confort en algunos casos superan lo puramente terrenal rodeados de la belleza y la singularidad de una naturaleza salvaje. Algunos de los refugios más solicitados son el refugio de L’Illa, el de Comapedrosa o el de la Borda de Sorteny.
En esta redacción, que duda cabe, nos guiamos por nuestras apetencias más traileras y nos pasaríamos días descubriendo a “golpe de alpargata” todos estos lugares pero no hay que olvidar que lo mejor de Andorra es que hay actividades para todos los gustos, edades y niveles deportivos y, además de las grandes ascensiones o recorridos de alta montaña, la propuesta para todos los públicos es más que considerable.
Pensada para los más pequeños, aunque en la práctica damos fe de que se convierte en una actividad para toda la familia y muchos grupos de amigos, está la búsqueda del Tamarro. Para que estos entes del bosque se materialicen en nuestros paseos hay que tirar de magia, leyenda y una pizca de imaginación para encontrar, al menos a estos siete seres mitológicos, esquivos y juguetones que se encargan de la protección de la naturaleza y de los bosques de Andorra. La búsqueda del Tamarro es una actividad que se puede realizar en cualquier momento de la temporada siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan y para lo que os recomendamos que paséis por cualquiera de las oficinas de turismo para recoger las pistas necesarias para dar con cada uno de estos seres del bosque. ¡Suerte!
También la búsqueda de paz, calma y tranquilidad se convierte en la naturaleza de Andorra en una de las actividades favoritas de muchas personas. En esta filosofía se encuadra el proyecto “Som muntanya” un circuito de orientación en el que las emociones y la potenciación de los valores que aportan estos entornos naturales son el denominador común de una experiencia que tiene su centro neurálgico en la Vall de Rialb, dentro del Parc Natural de la Vall de Sorteny. A partir de esta propuesta se trabaja en torno al bienestar, la diversión y las emociones positivas.
Y todo esto no es más que una pequeña muestra de un amplio catálogo que se abre ante nosotros en cuanto ponemos un pie y levantamos la vista en cualquiera de los entornos naturales de Andorra. Está muy bien leerlo y entrenar la imaginación pero sin duda que está mucho mejor vivirlo y compartirlo. ¡Visita Andorra!