Actualidad

Uxue Fraile: "Lo más duro de Hardrock 100 fue el calor"

La corredora vasca se estrenó en las 100 millas de Colorado

Teresa Sánchez Santamaría @telesilla82

5 minutos

Uxue Fraile en Hardrock 100 2025. Foto ©️Bryon Powell www.irunfar.com

Hace una semana Uxue Fraile participaba por primera vez en Hardrock 100, las duras 100 millas con 10.000 metros de desnivel positivo, que se celebran en las Montañas de San Juan, en el sur de Colorado. Una dureza que se agrava porque durante parte del recorrido, en 13 pasos, los participantes corren entre los 3.600 y 4.000 metros de altitud; ya solo la salida y llegada, en Silverton, está a unos 2.800 metros y el punto más alto, Handies Peak, a 4.200 metros.  

La corredora vasca se estrenaba en esta prueba que tenía desde hace años en mente. Días después de conseguir realizar Hardrock 100 en sexta posición con 34:55:44, ha respondido a las preguntas de Trail Run. 

Trail Run (TR): ¿Cómo ha sido tu experiencia por Hardrock?

Uxue Fraile (UF): Mi experiencia por Hardrock ha sido muy buena, aunque no tenía muy claro que podía llegar a hacerla. Ha sido una carrera dura, he sufrido un montón por el calor, el estrés y la falta de energía por no comer. Pero tenía una motivación muy fuerte, darle el beso a la piedra. 

Tenía muchísimas ganas de venir desde hace años, era algo que buscaba. Corrí la Ehunmilak para intentar poder apuntarme hace dos años; el año pasado justo corrí la Zegama y la Mariren Kobak Trail y alguna carrera de casa y poco más. Me sorprendió cuando en diciembre me tocó el sorteo, me entró angustia, me entró ilusión y me entró un poco de todo. 

La Hardrock es otro mundo, es algo que creo que a la gente que nos gusta correr por montaña hay que vivir. Es conocer otra experiencia, cómo lo viven allí, cómo lo transmiten, esa sensación de comunidad, su organización. La verdad es que estoy muy contenta de haber podido vivirlo y soy una afortunada de poder seguir viviendo estas experiencias. 

Uxue Fraile en Hardrock 100 2025 Foto ©️Bryon Powell www.irunfar.com

 

TR: ¿Qué consideras que fue lo más duro? ¿Cómo gestionaste el sueño y las altas temperaturas? 

UF: Lo más duro fue el calor que pasamos, pensé que tendríamos un poco de frío por la altitud. Sin duda el calor es lo más insoportable de gestionar, eso y el polvo que había bajado a Ouray. El recorrido es verdad que también exige gran esfuerzo, pero para mí el calor fue lo más duro de gestionar, más la altitud y el sueño. 

A esto sumo que siempre he tenido malas experiencias en torno a la nutrición. He llegado a hacer muchísimos kilómetros sin poder comer y sin poder beber en muchísimas carreras. Casi te diría que en todas las carreras y esta no fue diferente. Soy un poco caótica en esto de entrenar la hidratación y nutrición en carrera, no sé cuántos carbohidratos me tomo a la hora ni llevo ningún tipo de control. Fui pasando kilómetros y me encontraba bien, pero a partir del kilómetro 50, creo que a raíz de calor, llegué a Sherman con muchísima sed y muchísima hambre, hice el avituallamiento demasiado rápido y a partir de ahí fue todo un poco odisea. Me pasó mucho antes que en otras carreras. Esto también fue duro y lo llevé peor. Se juntó que justo teníamos que subir al punto más alto de la carrera, a Handies Peak, a 4.200 metros, y ahí yo ya estaba pasando un poco de miseria. Tuve que ponerme en modo "keep going", aguantar, y llegar a Animas Forks, que allí es cuando me iba a encontrar con Amy Sproston, que me hacía la asistencia, y con Stephanie Howe, que iba a hacerme de pacer. El objetivo era llegar hasta allí, ver cómo llegaba, cómo lo gestionaba, cómo estaban ellas, qué me hacían y decían y ver si respondía. 

Aquí empezó otra experiencia nueva, además de correr en Estados Unidos, correr con pacer. Y fue una gran alegría que Stephanie estuviera allí. Teníamos que subir al Engineer por una pista y me fue animando y fuí bebiendo; paramos en el avituallamiento y ahí ya comí, me dieron algo de sopa, y la bajada siguiente la hicimos bastante bien hasta Ouray, excepto por lo que he comentado antes del polvo. 

La verdad que esta experiencia de correr con pacer estuvo muy bien, porque te ayuda también a gestionar un poco el sueño. A partir de Ouray tuve a otro pacer, Mikey, y fue cuando me entró un poco más de sueño, ya era más de noche, pero supo ayudarme y entretenerme. Me decía: "para un minuto y nos vamos". Y así hacíamos, paraba un minuto y seguíamos de nuevo. En resumen, aguantar e ir pasando kilómetros, intentar en los avituallamientos comer y beber cuando tocaba, aunque costaba, pero tomaba un poco de sopa, un poco de puré de patatas, ya que eso me asentaba el estómago y me daba algo de energía. 

 

TR: Ha sido tu primera vez en una carrera en USA como corredora, ¿qué es lo qué más te ha llamado la atención? 

UF: En cuanto a las carreras en Estados Unidos, pasa como en Europa, que hay muchas y muy diversas. Pero sin duda esta es una carrera que cala hondo en la comunidad en la que está inmersa. Hay mucha gente de otros estados de EE. UU. que está como voluntarios, que lo llevan haciendo años, como pacer, dentro de la organización, o que un año son corredores y que otros son pacer. Es algo que me ha impactado, la gran comunidad que hacen y como se implican, la sensación de estar en una gran familia de ciento y pico corredores, pero con muchísimos voluntarios, muchísimo trabajo de campo. Quizás en Silverton hay muchísima gente que no se entera de que hay una carrera, pero la comunidad que está implica es increíble, en los avituallamientos son muy pocos los corredores que llegamos, no llegan 20 o 50 corredores a la vez, tienes sillas para sentarte, tienes un menú y te llenan los botellines. Eres el protagonista en esos minutos. Me ha encantado esa sensación de comunidad y familia. Lo había oído de otros corredores y corredoras que han pasado por Hardrock, pero creo que es genial poder vivirlo. 

con Amy Sproston y Stephanie Howe. Foto ©️Bryon Powell www.irunfar.com

 

TR: ¿Cómo fue tu preparación para Hardrock? ¿Hiciste algo de entrenamiento de altura? 

UF: La preparación de Hardrock no ha sido la ideal. El año no me ha acompañado, siempre pasan cosas, no he podido cumplir con lo que tenía previsto y he tenido que ir enfocando los entrenamientos de otra manera, buscar otras alternativas y he ido salvando el año como he podido. Este año Higinio Arribas ha estado un poco más de acompañamiento y Esther Morencos me ha ayudado mucho en la planificación, con el gimnasio y con ciertas cosas que tenía que tener en cuenta de cara a Hardrock, la altura, el calor... Creo que las cosas hay que hacerlas en terreno y esa posibilidad no la he tenido. Fui a EE. UU. dos semanas antes, justo cuando terminé de trabajar -el curso escolar se terminaba el treinta y yo me vine veintiocho-, y, bueno, algo de altura sí pude hacer en casa, y en ese sentido me he encontrado bien, otra cosa es hacer actividad física en altura. Quizás una buena preparación es ver cómo responde el estómago o cómo toleramos la altitud y la temperatura en terreno y eso, como digo, no lo he podido hacer en los últimos meses. Sí que semanas antes he subido a un 4.000 y no me he encontrado mal, mi cuerpo reaccionaba, pero reaccionaba a ritmos muy bajos. Y quizás esto sí que hay que trabajarlo en terrero. 

 

TR: ¿Volverías a hacerla? 

UF: Una pregunta muy buena cuando ahora mismo estoy hecha polvo, estoy bajando ahora mismo de altitud, donde te recuperas mucho más lento. Tengo una sensación física muy mala, así que ahora no te sé decir si volvería o no. Tengo 51 años, voy día a día y no hago planes a largo plazo. Pero reconozco que sí que me ha impactado y, aunque no sé si volveré a Silverton como corredora, quizás sí como voluntaria o como pacer, o quizás vuelva con los esquís, quién sabe. 

Mi plan de hace años era hacer la HardRock y ya la he hecho, le he dado un muxu a esa piedrecita y ya veremos qué pasa a partir de ahora. Por el momento no hay ningún plan ni a largo ni a medio ni a corto plazo.

Relacionados