Actualidad

Iberika Trail Mataelpino 2025: corriendo (y disfrutando) bajo la lluvia

La meteorología permitió disfrutar de una jornada excepcional, para lo bueno y para lo malo

Por Isra Pérez

4 minutos

Iberika Trail Mataelpino

Nos mojamos mucho el sábado. Desde que salimos de los coches hasta que volvimos a entrar en ellos. Nos mojamos, literalmente, de los pies a la cabeza. En mi caso, y creo que no fui el único, con una sonrisa en la boca. Ya llevo muchas carreras en mis piernas y nunca había vivido una así, ni siquiera cuando te toca cruzar un río y te metes hasta las rodillas. Y ahora, delante del ordenador, toca “mojarse” un poco más.

He escuchado comentarios y leído en crónicas de perfiles en redes, de amigos, de conocidos y desconocidos, comentarios negativos hacia la organización por una supuesta mala gestión del evento. Algunos corredores opinaban que debía de haberse cancelado la prueba, haberse pospuesto, haber devuelto el dinero, etc. Yo tuve mis dudas y estuve nervioso los días previos porque no sabía qué me iba a encontrar en la cuerda de Los Porrones y, sobre todo, en esas bajadas que, tal y como había llovido toda la semana, prometían momentos de diversión pero también mucho riesgo para tobillos y rodillas.

SI QUIERES RECIBIR LA ACTUALIDAD DEL MUNDO DE TRAIL RUN EN WHATSAPP, PINCHA AQUÍ. 

La verdad es que la carrera larga de Mataelpino es, para mi gusto, la más bonita del circuito de Ibérika Trail y una de las mejores de la Comunidad de Madrid. Para empezar, no tienes esos interminables kilómetros de llaneo pistero que hay en otras carreras que sí, son muy correderos y te permiten apretar, pero a mí no me gustan demasiado, me dejan las patas hechas polvo. En Mataelpino, empiezas cuesta arriba y según sales del monte al terminar, ya tienes el pueblo…. La bajada desde el Collado Porrón a Cantocochino es de esas que hacen afición, de las que te enganchan al trail; de esas que la primera vez que la bajas te sacan una sonrisa de oreja a oreja y te animan a dar todo lo que te permitan las patas. He bajado por allí unas cuantas veces y siempre feliz como un crío. Es una carrera que tiene de todo, zonas técnicas, correderas, bajadas complicadas, diversidad de terrenos, vistas increíbles y, al final, el tramito del Arroyo de las Callejas, antes de entrar al pueblo, para terminar de disfrutar; y tiene una relación distancia/desnivel que no está nada mal: 20.5 km y unos 1.270 m positivos (según mi GPS).

El barro y el agua protagonizaron la prueba 

 

La lluvia convierte por unas horas a la Sierra de los Porrones en Zegama

Bueno, pues ayer nada de eso... Por supuesto que es un fastidio, por no decir otra cosa. Pero creo que hay que ponerse también en el pellejo de la organización. Creo que todos queríamos que esperasen hasta el último momento para ver si el tiempo nos daba el respiro con el agua que no nos había dado en toda la semana. Parecía que no, que la borrasca Jana sería puntual, y lo fue. La tarde del viernes recibimos un correo de la organización. El circuito estaba marcado al completo, habían contratado medios de transporte excepcionales ante la posibilidad de un alto número de abandonos en Cantocochino (hay que recordar que este es el único punto de posible salida del recorrido) y la reunión con los responsables de emergencias de la zona había sido favorable, pero la previsión para la jornada del sábado era que bajase la cota de nieve, lo que hacía la jornada más complicada. Había que esperar para tomar la decisión. Estuvimos en vilo hasta la mañana siguiente.

La decisión nos la comunicaron durante la recogida de dorsales, el recorrido largo serían dos vueltas al circuito corto. La previsión se cumplió, puntual, a las 10 comenzó a llover fuerte y no sólo no amainó sino que fue a más según avanzaba la mañana. A algunos corredores no les gustó la decisión pues no era un recorrido de montaña puro, es verdad, no fue una carrera de montaña como las que estamos acostumbrados a disfrutar en la Comunidad de Madrid, pero es que las condiciones tampoco fueron las que estamos acostumbrados a vivir aquí. Pero esta situación nos permitió disfrutar de una jornada excepcional, para lo bueno y para lo malo. Al principio pensabas en no meterte en todos los charcos, a los diez minutos ibas chapoteando por la pradera inundada sin mirar si pisabas agua, barro, piedra, estiércol… en los primeros pasos por el arroyo intentabas no meterte más del tobillo, poco después te metías hasta la rodilla, ya estabas empapado, ¡¡qué más daba…!! Todos los años intentando que nos toque un dorsal en el sorteo de Zegama y ¿¿nos vamos a quejar por un poco de barro?? Fue espectacular, distinto, épico en algunos momentos y muy divertido.

A posteriori, teniendo en cuenta cómo evolucionó el tiempo y habiendo visto y vivido cómo bajaba el agua por los senderos en la segunda vuelta al circuito, creo que fue un acierto cambiar el recorrido. Un corredor lesionado que hubiera tenido que esperar a ser evacuado con la que nos cayó el sábado encima, y con la temperatura que debía estar haciendo cerca de los 2.000 metros de altitud, se hubiera expuesto a una hipotermia por mucha manta térmica que llevase. Además, sacar de las cotas más elevadas a un corredor que no pudiera avanzar por sí mismo hubiera sido muy complicado.

 

Todos los años intentando que nos toque un dorsal en el sorteo de Zegama y ¿¿nos vamos a quejar por un poco de barro?? Fue espectacular, distinto, épico en algunos momentos y muy divertido.

 

Por otra parte, y desde el punto de vista de la sostenibilidad y la conservación, suspender a última hora hubiera significado malgastar parte de la comida de los avituallamientos y el catering final; además, el impacto de las pisadas de más de 300 personas sobre el terreno reblandecido hubiera supuesto una erosión importante en una zona de uso restringido del PN de la Sierra de Guadarrama (la vertiente norte de la Sierra de los Porrones).

Suspender con mayor antelación hubiera supuesto perder la posibilidad de correr esa prueba, puesto que posponerla, teniendo en cuenta la normativa del PN y su PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) obliga a pedir las autorizaciones para este tipo de pruebas en noviembre del año anterior. A todos no hubiera gustado correr la larga de Mataelpino en su versión original. Este año no ha podido ser, pero creo que la jornada fue fantástica aunque tuviéramos que acortar ese postcarrera que tanto nos gusta mientras compartimos nuestros mejores momentos y una cerveza con amigos y desconocidos.

Nos vemos en el monte.

Los 450 participantes acabaron mojados pero felices

 

 

Más información Circuito Iberika Trail: iberikatrail.es

 

Relacionado