Noticia trágica con la que nos despertábamos hoy domingo 30 de abril. La prensa nepalí confirmaba la aparición del cuerpo sin vida del emblemático alpinista Ueli Steck. Conocido popularmente como ‘la máquina suiza’, un accidente en el campo 2 del Everest ha terminado con su vida a los 41 años. De momento no se conocen más detalles de su muerte, aunque la noticia ha consternado al mundo del montañismo. Ueli era uno de los mejores especialistas del mundo escalando en solitario y uno de los impulsores de la disciplina que se bautizó como Speed Climbing, donde se intenta abordar récords de velocidad a algunos de los picos más emblemáticos del mundo, sobre todo en los Alpes.
El Eiger era su montaña preferida. Allí abrió varias vías a principios de siglo XXI y allí estableció uno de los récords de velocidad más sonados de la historia, cuando afrontó los exigentes 1.800 metros de su pared norte, con arriesgadas secciones de roca y neveros, en 2 horas y 47 minutos. Tanto amaba Steck esta mítica montaña suiza que la convirtió en su propio patio de juegos. “Se está rompiendo el tradicionalismo de ir despacio en la montaña, de la aclimatación, por eso les doy la razón a quienes ven lo que hago como un deporte nuevo”, explicaba el suizo cuando hablaba de Speed Climbing.
En su extenso palmarés encontramos récords como la cara norte del Cervino (1h 56’ por la vía Schmid) o la cara sur del Annapurna, que logró en solitario en 28 horas por la vía de Pierre Béghin y cuya hazaña fue premiada con el prestigioso Piolet de Oro en el año 2014. Aunque prefería escalar disfrutando de la soledad de la montaña, no rechazaba invitaciones para afrontar algunos de estos picos. Junto a Kilian Jornet, realizó el trazado Grindelwand-Eiger-Grindelwand en menos de 10 horas y poco después dejaba el récord de ascensión en cordada del Eiger en 3 horas y 46 minutos. “Aquella actividad junto a Ueli fue como recibir una clase magistral de montaña”, comentaba Kilian Jornet años después.
Hoy alpinistas, escaladores, montañistas y aventureros en general lloran la muerte de Ueli Steck. Falleció, como no podía ser de otra manera, en la montaña, a los pies del más gigante del planeta, el Everest. Se encontraba en la cara Nuptse, preparando un desafío vanguardista que ocupaba sus días: encadenar las cumbres del Everest y del Lothse en un solo envite a través de una peligrosa arista. Desde Trail Run, solo podemos darle las gracias y lamentar su fallecimiento. Nadie mejor que él definió lo que para todos significa la montaña: “Va más allá del rendimiento, es algo que haces porque lo amas”.
