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Consejos para prevenir las ampollas

Cuidados diarios como métodos antisépticos

Javi Barrio. Foto: Mikael Helsing.

Consejos para prevenir las ampollas
Consejos para prevenir las ampollas

Indeseadas, molestas y fáciles de evitar (aunque pensemos lo contrario). Las ampollas son el resultado de la fricción desde la piel de nuestros pies con el calcetín o el interior del calzado que usamos, que primero se recalienta y a continuación provoca un despegamiento de las capas más superficiales de la piel y un acumulo de líquido tisular o (en casos extremos) sangre, si la lesión afecta más profundamente a los capilares sanguíneos. Comúnmente se encuentran en las zonas más expuestas al roce en nuestros pies: talón, arco plantar, pulpejo de los dedos y cara lateral de los mismos. ¡Ojo! Para ser ampolla debe tener al menos 5 mm, si no, se denominan vesículas.

¿Cómo podemos prevenir su aparición? Existen varias formas de evitar su aparición. Por ejemplo, un uso progresivo del calzado nuevo para amoldarlo a la forma y pisada propia, llevar una talla adecuada en cada caso, utilizar un calzado con material transpirable… Esto podría ser un resumen de un enfoque centrado en la prevención competente al material con el que entrenamos o competimos. Sin embargo, también la podemos enfocar a nuestros propios pies: con un cuidado diario, visitas regulares al podólogo, así como bañar nuestros pies en agua con lejía, agua con ajo/romero o agua con bicarbonato como métodos antisépticos y preventivos. La aplicación directa de una hoja de aloe vera también es efectiva en este caso.