El atleta Diego Gómez ha inscrito su nombre en el Gran Maratón Montañas de Benasque (GMMB) en su tercera participación. En la primera se quedó a 30 segundos de Miguel Caballero, en la segunda una lesión en carrera le dejó fuera y en esta ocasión nada le ha impedido hacerse con la primera plaza. Estaba feliz por la victoria. La carrera se lo debía a este miembro del GREIM con base en Benasque, donde reside desde hace 6 años. 4:51:18 se zampó los 42 kilómetros y 2.640 metros de desnivel positivo de un trail con salida y llegada en Benasque y que transitó por los valles de Estós, Literola, Benasque, Vallibierna y Ardonés con el nevado pico Estibafreda como principal tachuela para los corredores.
El GMMB atrajo a 800 corredores: 500 en la modalidad 42K y el resto en la 28. Un sábado con una buena temperatura para correr, amenaza de lluvia que se cumplió según tramos y algo de nieve en las cotas altas para meter más rock and roll a una carrera que discurre por un trazado espectacular.
“Tenía muchas ganas por ganar y también por disfrutarla", dijo Gómez tras cruzar la línea de meta donde le esperaba su chica, Maribel Lafont. La carrera arrancó con el alicantino Francisco Macía muy fuerte, abriendo distancia al grupo de favoritos donde se encontraba el ganador, Dani Amat y Antonio García. La 42K es una carrera que obliga a regular, ya que el Estibafreda es uno de esos picos con una rampa de fuerte porcentaje que castiga si no se regula bien.
Diego Gómez lo sabe y no se obcecó. Además, los descensos los hace con autoridad, rápidos, con lo que al paso por el Hotel Turpi ya marcó un par de minutos de diferencia con Macia. “La verdad es que el conocer el terreno sabes dónde apretar y dónde reservar fuerzas. La clave ha estado en las bajadas, la subida a Valliibierna la he hecho con tranquilidad porque aún quedaba Estibafreda", explica.
Cosido al valle de Benasque, Diego Gómez responde a esos atletas que, poco a poco, se van metiendo en sendas y en montañas. En su caso, el hecho de ser un greiman, de pertenecer al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil, la derivada fue clara. Pero pone el acento en que el trail no deja de ser una afición. También ha corrido en su tierra, en la Transvulcania, pero sujeta el calendario a las pruebas más cercanas a la que es ahora su casa. De hecho, cuando se le pregunta por su calendario lo fija en la Vuelta al Aneto, a finales del próximo mes de julio.
La vencedora en chicas 42K fue la valenciana de origen boliviano Elizabeth Ríos. Estaba feliz en meta. Sobre todo porque casi no participa. Llegó sin bastones y no creía en sus fuerzas sin los palos. Y no solo eso. Aseguró tras cruzar la línea de meta en 6:34 que “he venido a probar. Vengo de la montaña, pero de carreras más técnicas y a menor altitud. Me lo he pasado muy bien. La gente es muy agradable y el recorrido fantástico", dijo riéndose y feliz por la victoria, que dedicó a su hija Giselle, de 12 años, y que se quedó en Valencia.
Si bien Ríos ganó la prueba individual no fue la chica más rápida. Y es que la navarra Uxue Murolas compitió en la modalidad de parejas mixtas y con su compañero Ignazio Barrio, fue la primera en entrar en meta en esta distancia. Reconocieron que no son competidores. Son más de entrenar que de tomar la salida en carreras. Son habituales del Valle de Benasque y “siempre decimos que cuando nos jubilemos nos vendremos a vivir aquí", recalcó Uxue.
En la 28K el ganador fue el castellonense Manuel Segarra. Su idilio con Benasque y esta carrera lo cosió el pasado año. Por las mismas fechas estaba con su mujer, Inés Tirado, en el viaje de novios cuando vieron la carrera. Se animaron y ambos han participado en esta tercera edición que deja a Manuel como ganador de la de 28 kilómetros y 1.550 metros de desnivel positivo de un recorrido en el que también aparece el puerto de Estibafreda como la principal dificultad montañosa.
La catalana Mireia Pons ha sido la ganadora de la 28K. Descubrió el valle de Benasque el pasado año en unas vacaciones “y nos enamoramos de la zona. Una compañera de equipo nos habló de esta carrera, que había sido la media maratón más bonita que había hecho y decidimos venir. El recorrido impresiona mucho. No estoy acostumbrada a estos desniveles y nunca había corrido sobre nieve. Al principio un poco extrañada, pero luego ya muy bien", explicó Mireia que, además, fue décima absoluta en una distancia que, reconoció, se le hace un poco larga.
El goteo de participantes entrando en meta fue una constante, ya que entre ambas pruebas han sido 800 los corredores que han tomado la salida de la carrera. Además, la idea surgida de Carlos Carmona y Ángel Lledó es un trail que también tiene una vertiente solidaria, ya que una parte de lo recaudado se destina a la Fundación SOS Himalaya.
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